COLUMNISTAS
Las semanas de Peicovich (7)

El "tránsito lento" del mundo y el autismo local

El escritor y periodista trae a Perfil.com su resumen semanal. Este domingo, reflexiona sobre la alocada situación de aquí y de allí, mientras "la economía neomedieval" se viene abajo.

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El mundo sufre de “tránsito lento”. Se atascó. Fue por exceso de mentira social que se obturó. Ahora de apuro buscan movilizarlo con más chips y móviles de colores pero no les arranca el aparato motriz. Tanto usarlo para gestiones contra natura, el pobre se tapó.

Pocos capitanes se animan a confesar que han perdido el timón del Barco del Tesoro. Menos aún a reconocer que la frase célebre de Marx pegó una vuelta de campana. Por lo que trascendió, sus todavía militantes genes consiguieron salir de su tumba, atravesar la nieve de Londres y anunciar a los paseantes: “Un fantasma recorre el mundo y ese fantasma es el capitalismo”. Aunque resuene a Groucho es el mismísimo Karl quien parece haber tramado su ácida humorada post mortem. Dada su dimensión, bien pudo la noticia del Colapso Global trascender a ultratumba.

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Nunca tan pocos dañaron a tan muchos. Es mundial. Y es único. ¿Desvalijar países y pueblos y aldeas mediante el Cuento de la Burbuja? Por grosero y dañino no entraría ni en un plan de la mafia. Tan torpe, que los sponsors del Grupo de los 8 (el actual, aunque disimule) y miles de oscuros mercaderes están (aunque no estén) fuera de la ley. En USA, 10 mega banqueros debieron agachar su áurea cabeza y confesar su “arrebato” ante el Congreso.

Si el Sherif Obama no convoca pronto a un jurado para que dicte sentencia económica no faltará quien exija a Clint Eastwood que cabalgue de nuevo. La bronca ciudadana se ha salido del frasco y se multiplica por ciudades del mundo con la movilidad del mercurio. Por Londres y París se vieron flotar pancartas que parecían escritas por Dantón. Fue en su final que a 2008 se le dio por sincerar la época y es con su inicio que 2009 le da arranque cierto al siglo 21. Una nueva historia mundial se presenta en sociedad. Exige contabilidad pública, no privada. Y ampliar el territorio de la justicia.

Media humanidad desespera por una choza, una cabra, un pan. La otra mitad, por ascender a persona. Mientras la economía neomedieval se viene abajo, ciencia y tecnología se obcecan en distraer con variado espectáculo de genes y de clones. No hay día sin que un nuevo “número” salte al escenario de la información para embobar neuronas a mansalva.

De aquí y de allí. El país “de aquí” (por momentos parece de nadie) atraviesa febrero con igual autismo que dejó enero. Quien vacacionó en el mar. Quien se envasó en su pelopincho. Quien nadó en las olas simbólicas que le ofreció la intendencia. Quien hizo cola con su balde de 8 a 9. Quien dedicó meses (sic) a cumplir el sueño (sic) de llegar a ser Fred Mercury (sic) pareciéndose a Macri.

Adictos a la impunidad verbal, locuaces líderes tribales abandonaron antes las playas para empezar “ya” su conquista del podio de octubre. Trenzar es el verbo a la moda. En el gobierno, sobreactuar. La popular no les presta atención alguna. Los considera de plástico. Los egipcios decían que los griegos eran como niños porque no sabían nada de la antigüedad. Nosotros no sabemos nada del presente. ¿Que qué somos entonces? Pues tal vez eso. Bebés.

* Especial para Perfil.com.