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Ominosa más que luminosa

Noche 20231230
Paisaje nocturno | Unsplash | Lukas Stoermer

La oscuridad no es lo mismo que la sombra. Esta última es benéfica, alivia, permite observar las diferencias. Como sugiere Bioy Casares, mejor caminar de su lado, y para entender sus matices la lectura del pequeño gran libro, El elogio de la sombra, de Tanizaki, se vuelve imprescindible. Buen momento del año para refugiarse en ella, dar con el árbol indicado o la vereda que refresca.

Una sombra no asusta, sugiere, juega con lo misterioso; tampoco arrasa, es un declive necesario, temporal. Mientras que la oscuridad… Estemos atentos a la ferocidad de su manto, a su Determinismo Nefasto Unilateral (DNU).

Parece mala época para lo luminoso. Está siendo atacada por todos los frentes. Tanto la luz eléctrica como la simbólica. Empecemos por la primera.

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Una sombra no asusta, sugiere, juega con lo misterioso; tampoco arrasa. En cambio, la oscuridad...

Sabemos que la naturaleza no es culpable, se manifiesta sin malas intenciones. Las catástrofes naturales suelen ser inevitables; sus consecuencias, involuntariamente terribles. Pero la reparación es humana, los daños pueden atenuarse con esfuerzo y solidaridad. Una tormenta no pretende inundar una casa o derribar miles de árboles, no es furia ni voluntad de castigo. Sin embargo, la indiferencia de ciertas personas que podrían contribuir a remediarlo sí es causa de pérdidas irreparables.

Hay varias islas en el Delta sin luz ni internet, y las empresas responsables no intervienen con la urgencia necesaria para que los habitantes reanuden sus vidas. Ahora bien, si las empresas exigen el pago de sus servicios con fecha de vencimiento, ¿acaso reparar a tiempo los daños no es una obligación contractual?

Con respecto a la luz simbólica, el temor es más amplio y a largo plazo. Me refiero al arte, que ilumina la historia de la humanidad. No somos máquinas; la sensibilidad nos enaltece. El entendimiento es fruto de una creación conjunta. Y los artistas van pintando –con palabras, imágenes, músicas, danzas, etc.– el friso del mundo en que vivimos. ¿Por qué se está empacando (nuestro) presidente en cercenar las posibilidades de creación y, en lugar de vérselas con los magnates, quite fondos a los artistas?

Que lo ominoso no se imponga por sobre la luminosidad, con el verso de la luz al final del túnel.