Para la inmensa mayoría de los argentinos, 2015 queda lejos. Para nuestra dirigencia, no. Y eso explica gran parte de sus actitudes y decisiones actuales. De ahí el valor de la encuesta nacional exclusiva que publica hoy PERFIL, que permite una aproximación a lo que ya está pasando.
Como siempre se explica en este espacio, casi con obstinación asturiana, estos estudios de opinión pública no son sentencias ni marcan tendencias irreversibles: son fotos de momentos que, al sumarlas, arman una película que posibilita entender, en este caso, el proceso político que vive la Argentina.
Esta suerte de polaroid electoral (con perdón del viejazo) arroja ciertas imágenes muy nítidas:
◆ Massa sigue disfrutando de las mieles que lo arroparon el año pasado. A más de seis meses de su fulgurante aparición en las PASO, les pasa el trapo a todos los que se le ponen enfrente. De su estrategia dependerá si blinda esa potencia o se desinfla.
◆ Cristina es pasado, pero no el kirchnerismo. Aunque no puede con Massa, equipara a la figura de Scioli a candidatos más cercanos a los deseos presidenciales (Randazzo, Capitanich, Urribarri). Esta foto no hará más que profundizar esos pasos.
◆ Por esto mismo Scioli está en problemas. No sólo aparece derrotado por Massa, sino que se agrieta su sueño de ser el sucesor natural de Cristina, al no lograr despegar de otros postulantes K.
◆ Macri sube, pero no le alcanza. Mejora en la intención de voto, pero pierde en un ballotage con cualquier candidato peronista. ¿Avanzará hacia una alianza más pública con caudillos peronistas?
◆ El panradicalismo, atomizado y todo, da pelea aunque no llega ni a una segunda vuelta. Cobos es el mejor posicionado y saca amplia diferencia en la UCR.
La instantánea marca que el próximo gobierno será peronista. Para bien y para mal.