Nos preparamos para seguir en el aislamiento restrictivo en muchos lugares del país, especialmente en el Área Metropolitana, lo que aumenta los problemas, las preocupaciones y la sobrecarga que experimentan las mujeres. Esto tiene consecuencias, que deben ser reconocidas. Uno de esos temas es la escolarización de niñas, niños y adolescentes, que las afecta como madres y también, en muchos casos, como docentes y responsables del manejo de las escuelas. La nota de Clara Fernández Escudero del sábado respecto del contacto de las escuelas con los alumnos refleja esto. Se refiere al informe del Observatorio Argentinos por la Educación que realizó una encuesta a las familias de alumnos de escuelas primarias de todo el país: el 90% de las respuestas fue de las madres, claro indicio de que siguen siendo las mujeres las que se ocupan de acompañar y guiar a los hijos en el aprendizaje a distancia. La encuesta evidenció que los docentes, en su mayoría mujeres, se comunicaron principalmente por WhatsApp o correo electrónico, no tanto por videoconferencia, incluso en caso de existir conectividad. La comunicación fue principalmente para dar tareas, solo en cuatro de cada diez escuelas se comunicaron para ver cómo estaban los chicos y su entorno familiar. Llama la atención lo poco que se usaron las plataformas como Zoom u otras para dar clases: solo el 17,1% las utilizó. Esto indica el escaso uso de estas modalidades y la poca incorporación tecnológica. Porque si bien solo la mitad de las escuelas mantuvieron contacto diario con los alumnos, el contacto se centró en el envío de tareas, sin clase virtual ni explicación a través de alguna plataforma cuando esto es posible, que no solo mejora la calidad sino que además permite ver al alumno y percibir su estado. Mejorar esto es un desafío necesario.
Las mujeres experimentan problemas vinculados al encierro, la falta de ejercicio físico, el aumento del sedentarismo y los desequilibrios en las dietas, lo que las afecta porque además son las que planifican y elaboran mayoritariamente las comidas, algo más difícil, por las complicaciones en la disponibilidad de alimentos, agravada en muchos casos por las restricciones económicas. En la nota de Patricia Valli del domingo, 50/50, refiere datos de una encuesta a 7 mil usuarias de Instagram, en su mayoría adolescentes: el 80% dijo haberse sentido mal con su cuerpo después de ver una publicidad. Se propone regular la publicidad dirigida a las adolescentes, algo que, como implica el riesgo de coartar la libertad de expresión por parte del Estado, no es tan aconsejable. Sí es conveniente trabajar con los publicistas para que incorporen una visión de género para eliminar los modelos corporales estereotipados que se usan para promover el consumo entre los adolescentes. La publicidad requiere la ley Micaela.
La polémica alrededor de nuestros cuerpos y su aspecto motivada por la tapa de la revista Caras generó la nota de Liliana Castaño, directora de la revista, el domingo, donde pide disculpas por la portada tan comentada. Y a raíz de sus palabras se afianzó en mí la convicción de que se requiere una sensibilización sobre la perspectiva de género entre los directivos y el personal de la editorial Perfil para revisar conceptos y know how muy arraigados de excelentes profesionales que no perciben que hay otras miradas que tienen otras interpretaciones. Y esto no es buscar culpables ni perseguir a nadie, sino reflexionar entre todos y considerar que existen diferentes miradas que no siempre tenemos en cuenta y que es conveniente considerarlas para evitar interpretaciones impensadas. Esto permitirá que toda la producción de la editorial tenga perspectiva de género.
La nota sobre los femicidios en cuarentena del domingo es patética: “En 14 días asesinaron a 10 mujeres”, y señala cómo siguen los femicidios; el Covid no afecta a los femicidas. La nota aporta los datos del Observatorio de la Casa del Encuentro. Este es un problema al que ya casi nos acostumbramos en tiempos de cuarentena pero que no retrocede, permanece, y tenemos que cuidarnos de no naturalizar estos asesinatos. La brevedad y ubicación marginal de la nota dan miedo. ¡Por favor, no nos acostumbremos! Démosle la importancia que debe tener.
Por último, la nota del domingo en deportes sobre la iniciativa de tres deportistas mujeres, la yudoca Pareto, la nadadora Geijo y la boxeadora Bopp, de desarrollar la solidaridad apoyando actividades comunitarias en áreas carenciadas, un ejemplo que las enaltece. Estas tres mujeres son un ejemplo porque ayudan a quienes necesitan en vez de gastar en lujos, tentación muy evidente en algunos varones deportistas exitosos.