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INDUSTRIA AUTOMOTRIZ

Autopartistas en alerta por la caída de proyectos y el avance importador

Las proveedoras de las terminales advierten que 2026 se perfila como un año crítico por la desaceleración de plantas, el fin de modelos clave y el ingreso de unidades del exterior. Reclaman equilibrio competitivo y recuerdan que hay 25 mil empleos directos en juego.

Empresas autopartistas en Córdoba
Empresas autopartistas en Córdoba | Pefil Cedoc

Las empresas autopartistas cordobesas encendieron alarmas por una coyuntura que califican como “compleja” y por un 2026 que podría profundizar la crisis. Sostienen que existe una combinación de factores que afecta directamente a la provincia: proyectos que se desactivan, otros que desaceleran, una fuerte apertura de importaciones y un escenario en el que los costos locales vuelven muy difícil competir. Piden apoyo a la Provincia y a la Nación para acelerar cambios estructurales.

En diálogo con Puntal, José María Manuali, integrante de la Comisión de Autopartistas de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y Componentes de Córdoba, planteó que la brecha entre ventas y producción genera un espejismo que oculta la situación real del sector. Manuali remarcó que el crecimiento del 60% en ventas de vehículos no se traduce en mayor producción.

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“En la cadena de valor automotriz la actividad se mantuvo prácticamente igual que en 2024”, explicó. Cada terminal atraviesa realidades distintas y Córdoba cargó con varios impactos simultáneos.

Golpes a la estructura productiva

La finalización de la producción de Nissan y de la pick-up Alaskan de Renault tuvo un efecto directo sobre proveedores locales. También la desaceleración en Iveco, producto de la caída de ventas de vehículos comerciales y de las tasas altas de financiación, golpeó de lleno a una red de autopartistas con alto nivel de integración.

En el caso de Stellantis, la situación combina un declive del Fiat Cronos, ya en una etapa madura del ciclo, con mayor presión de unidades importadas. Mientras tanto, los nuevos proyectos, como Fiat Titano y Ram Dakota, recién mostrarán niveles significativos de integración a partir del segundo semestre de 2026.

Según Manuali, la transición deja a Córdoba con un panorama “muy complejo” para este verano y buena parte de 2026. Recién 2027 podría mostrar un escenario más favorable. Renault, por su parte, también atraviesa el final de modelos, con una nueva pick-up compacta prevista para fin del próximo año.

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La apertura de importaciones obliga a una reacción rápida. “Tenemos que equilibrar los costos estructurales del país. Las terminales no van a nacionalizar autopartes a cualquier precio”, afirmó. Y reclamó un trabajo conjunto con la Provincia y la Nación para impulsar reforma tributaria, laboral, la ley de autopartes nacionales y otras normativas pendientes. “La Argentina no se salva con el campo, la minería y la energía solamente. Necesitamos desarrollar todos los sectores y exportar con valor agregado”, advirtió.

Problema nacional, impacto en Córdoba

Casos en San Luis, Pacheco y otras regiones muestran que la crisis excede a la provincia. La excepción es Toyota, con un proyecto consolidado de 180 mil pick-up anuales, aunque también pendiente de mejoras en competitividad futura. La industria automotriz —recordó Manuali— es una actividad que derrama empleo calificado, genera fuerte valor agregado y sostiene entre 20 mil y 25 mil empleos directos en Córdoba. La federalización de proveedores hace que el impacto alcance a talleres, pymes y grandes autopartistas en múltiples localidades.