Córdoba ve guiños favorables de la Nación y es optimista sobre la sanción del DNU en Diputados

A pesar de las dudas que plantea la relación de Córdoba con Javier Milei y las contradicciones permanentes del Presidente, cerca del gobernador Martín Llaryora fueron moderadamente optimistas en cuanto a la solución de los problemas de financiamiento que tiene la provincia y que dependen pura y exclusivamente de la Casa Rosada.

Las negociaciones son discretas y moderadas, pero desde el Centro Cívico parecen suspirar con algún alivio porque observan “señales positivas del poder central", dijo un inmediato colaborador del jefe del Ejecutivo provincial.

Una de esas señales será el desembarco de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien llegará a Córdoba este lunes por la tarde para cumplir con una serie de actividades, entre las que se cuenta una reunión con Llaryora y con su colega de la provincia, Juan Pablo Quinteros.

En El Panal se entusiasman porque anticipan que durante la visita, la ministra de Milei haría algunos anuncios importantes vinculados a Córdoba. Hay que recordar que la administración provincial le había solicitado el envío de 200 gendarmes para patrullar las zonas limítrofes consideradas zonas rojas para el narcotráfico, como los pasos a Santa Fe y al norte del país, vía Santiago del Estero.

Obviamente, la agenda de Bullrich está dominada por el análisis del narcotráfico, luego de los trágicos sucesos ocurridos en Rosario en los últimos días. Las autoridades locales temen que la dispersión podría complicar a nuestra provincia. Por eso, Llaryora ordenó a los suyos seguir la situación con mucho detenimiento. 




Detenida en Córdoba por amenazar a Patricia Bullrich a través de redes sociales
 

Otros especialistas en el tema afirman que Los Monos u otras bandas con asiento en Rosario no tienen entre sus prioridades instalarse en Córdoba y consideran que el origen de este problema en la vecina provincia se debió a los errores que cometieron las administraciones socialistas que la gobernaron al generar enfrentamientos sin un horizonte claro. Eso, por suerte, no pasó en Córdoba, aunque aquí se registraron otros problemas.

Está en manos de la Justicia todo. Y cuando decimos todo es averiguar en serio si hay una pata política detrás de esto. Declaraciones que suenan más a expresiones de deseos o frases marketineras sobran. Hace falta ir al hueso de una vez por todas, sin tener en cuenta compromisos o anteriores funciones desempeñadas en anteriores gobiernos.

Con todo, el desembarco de la ministra de Seguridad de Milei es tomada como una señal amistosa. Esto se da en medio de afirmaciones presidenciales que insisten que si no hay acuerdo por el DNU en Diputados, corre riesgo el Pacto de Mayo que se firmaría en Córdoba en dos meses.

En Córdoba son optimistas sobre el voto favorable al DNU en la Cámara de Diputados. Hoy el único problema o diferencia que existe entre los gobernadores y el poder central es el restablecimiento del pago del impuesto a las Ganancias. Llaryora, entre otros mandatarios provinciales, aspira a que el tributo lo deban pagar aquellos asalariados que perciban 1,8 millón de pesos mensuales en bruto, mientras que el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo considera que la base debe estar en el 1,2 millón de pesos.

En Córdoba son optimistas. “Vamos a llegar a un acuerdo, de eso no tenemos dudas porque hay buena voluntad de ambas partes”. Desde lo técnico, el ministro de Economía y Gestión Pública, Guillermo Acosta, dialoga con funcionarios del Ministerio de Economía, mientras que el costado político está a cargo del ministro del Interior, Guillermo Francos, quien tiene línea directa con varios funcionarios provinciales y con el propio gobernador.

En Córdoba también ven otros guiños, como el diálogo frecuente con el ministro del Interior y el debate sobre cómo se podrá zanjar la deuda que el poder central mantiene con la provincia por la Caja de Jubilaciones, por ejemplo.

El 95% de los puntos de la Ley de Bases “bis” lo acompañamos, aseguró Luis Picat
 

“Soldados” de Milei. Mientras tanto, los opositores que tienen bancas en el Congreso nacional buscan –y consiguen– canales de diálogo con la Casa Rosada. El senador Luis Juez, trata de evitar por todos lo medios incomodar al presidente y en los últimos días salió a respaldar la convocatoria de la vicepresidenta Victoria Villarroel, a la polémica sesión que terminó rechazando la aplicación del DNU que pide la Nación. Esto lo pudo meter en un problema interno de La Libertad Avanza, pero en la fuerza oficialista niegan que esa afirmación del senador cordobés haya incomodado al presidente

Por otro lado, el diputado nacional de la UCR Rodrigo de Loredo formó parte de la comitiva partidaria que se reunió con Francos para hablar de este tema. El legislador capitalino está al frente del bloque de diputados partidarios y se encamina a votar distinto que el presidente del radicalismo y senador nacional, Martín Lousteau, lo cual provoca casi un cisma dentro de esa fuerza política, acostumbrada a dar pasos tragicómicos en los últimos tiempos.

Llaryora sigue de cerca los pasos que dan Juez y De Loredo, básicamente porque está pensando en el año que viene, cuando se votará para elegir diputados nacionales. El gobernador no quiere perder banderas a manos de los opositores, pero éstos están enfrascados en una interna sórdida por el control del paquete minoritario de los votos provinciales.

En realidad, y en el fondo de todas las cosas, está un hecho que marca la cancha: los juecistas siguen teniendo la espina clavada que implica la deserción de De Loredo de la fórmula provincial para elegir postularse por la Intendencia de Capital, que finalmente perdió a manos de Daniel Passerini. No lo digieren ni lo van a digerir. En tanto, los días pasan y las urgencias se llevan todos los títulos.