Los números del primer año de la gestión Llaryora, es decir la rendición de cuentas del 2024, calentaron el áspero debate en puerta del proyecto de ley del Presupuesto 2026 y las otras dos leyes económicas que giró el Ejecutivo provincial a la Unicameral para su aprobación en el tramo final del presente periodo legislativo.
En la sesión de este miércoles tomó estado parlamentario el proyecto de Presupuesto para el año próximo girado por el gobierno de Llaryora que estipula un total de erogaciones por $11.442.371.759.000 y fija la suma de $11.882.276.961.000 del total de ingresos. En medio de los números fríos, el poder llaryorista apalancó su discurso con el "plan histórico" de baja de impuestos para el 2026 que implica un costo fiscal de 600 millones de dólares.
Ante la insistencia opositora, el PJ habilitó la discusión en la sesión de este miércoles de la cuenta de inversión correspondiente al ejercicio financiero 2024, que cayó "en un trato extemporáneo", según la crítica del PRO, la UCR y el juecismo. Los opositores advirtieron de un debate forzado a esta altura del año, tras seis meses de demora, en la antesala del debate del paquete económico para el año próximo.
El arco opositor casi en pleno (salvo Graciela Bisotto que estuvo ausente en este tema) expuso su marcado rechazo a la rendición de cuentas del primer año de la gestión Llaryora con duras críticas, mientras los legisladores de Hacemos Unidos por Córdoba (HUxC) cerraron filas en su defensa.
Tras un extenso debate, a las 22:22, se pasó a la votación por sistema electrónico ante la marcada paridad. Con el pulgar para arriba, el jefe de la bancada oficialista Miguel Siciliano habilitó esta modalidad. El tablero en el recinto arrojó el resultado de 35 votos afirmativos del PJ que se impusieron a los 34 negativos de la oposición.
El dato político fue que el delasotista Bernardo Knipscheer y el cristinista (neo-oficialista) Federico Alesandri, sumado al voto de la aliada Karina Bruno, aportaron sus voluntades para darle mayoría a HUxC. La ausencia de Bisotto no pasó desapercibida entre los halcones cambiemistas, quienes no ocultaron su malestar por el accionar de la radical escindida.
Voz oficialista
El encargado de defender el balance del primer año de la era Llaryora fue el schiarettista Ricardo Sosa. El oficialista habló de "un triple shock" letal de la economía 2024 (caída de su producto bruto en un 10%, una inflación anual del 220% y un desplome del 76% en términos reales en la transferencia a las provincias) que "hubiera sido desastroso para cualquier administración que no tuviera sus cuentas en orden y una estrategia fiscal sólida", advirtió. En ese plano, Sosa afirmó que "Córdoba volvió a demostrar su capacidad de gestión ya que los resultados son contundentes".
"Así tuvimos un superávit corriente de 1,4 billón de pesos, equivalente al 18% de los ingresos corrientes, un superávit financiero del orden de 181 mil millones de pesos, reducción del stock de la deuda por 68 millones de dólares en divisa moneda de diciembre del 24. Y un plan de obra pública que representó el 14% del gasto total que ascendiendo a 1,06 billones de pesos", detalló.
Al pedir el voto de aprobación, Sosa remarcó que la rendición de cuentas del primer año de Llaryora exhibe “superávit corriente, superávit fiscal y reducción del stock de deuda". "Significa que la provincia no sólo pudo cubrir todos sus gastos operativos y de inversión con sus propios recursos, sino que, además, generó un excedente finalizando el año sin necesidad de endeudamiento para financiar su gestión”, acentuó.
Artillería opositora
El Frente Cívico ratificó su rechazo en línea con la mayoría juecista del Tribunal de Cuentas de la Provincia que objetó la cuenta de inversión 2024. La UCR, el PRO y Construyendo Córdoba también marcaron su negativa con artillería pesada en la crítica. Al voto en contra de Rodrigo Agrelo, Gregorio Hernández Maqueda y Luciana Echevarría se sumó además la impugnación del libertario Agustín Spaccesi.
El arco opositor centró su embate en "un Estado que gasta sin explicar, administra sin transparentar y ejecuta sin rendir cuentas", resumió la radical Alejandra Ferraro al tiempo que fustigó: "Un gobierno que cobra a muchos y recauda fuerte, pero beneficia a pocos".
"Hablan de austeridad y siguen consolidando mecanismos de descentralización que evitan el control, llámese agencias, sociedades, entes autárquicos, unidades ejecutoras: ninguna rinde cuentas. Duplican funciones del gobierno y multiplican el gasto. Refuerzan cajas negras donde se decide sin control, se nombra sin concurso y se gasta sin transparencia", remató la espada deloredista.
Basado en el informe de la mayoría del Tribunal de Cuentas, el juecista Walter Nostrala advirtió que "hubo excesos". "Hubo contrataciones irregulares y hubo falta de documentación. El tribunal la pidió y no la enviaron. Hubo inconsistencias. Y para eso no hay ninguna respuesta", cuestionó el opositor. "Nosotros vamos a controlar, aunque no les guste; aunque les duela. No les gustan los controles, son muchos años en el poder, muchos años acostumbrados a hacer lo que quieren con el balance, a dibujarlo, a la opacidad en el manejo de los fondos públicos", sentenció la espada de Luis Juez.
Por el PRO, Oscar Tamis adelantó el voto amarillo en contra. Calificó como un "despropósito" a la extemporaneidad de este debate que demoró seis meses y se da a esta altura del año. En tanto, el alfonsinista Dante Rossi advirtió que la cuenta de inversión muestra "un modelo de gestión" del peronismo. "No estamos de acuerdo en esas prioridades y en ese orden de gasto".
"Yo soy menos educado que Tamis. Yo digo que han dibujado el superávit", resalto Agrelo en su negativa. "Nosotros creemos que la ejecución del Presupuesto refleja una idea que no compartimos. Entre otras cosas, un enorme gasto en la obra pública sin pasar por el control preventivo del Tribunal de Cuentas. Motivo por el cual mal podemos nosotros acompañar esta rendición de cuentas que es la ejecución presupuestaria del 2024", cerró.
Por su parte, Spaccesi fijó su rechazo. "Ante la persistencia de un sistema de control que reitera su ineficacia, por segundo año consecutivo, y la falta de respeto al análisis de esta Cámara por un despacho exprés, nuestra postura es clara: no vamos a dar nuestro aval a una cuenta de inversión que carece de transparencia y la seriedad institucional mínima", dijo.
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Fuego cruzado
Al fundamentar el voto negativo de la UCR, Brenda Austin advirtió que el informe del Tribunal de Cuentas confirma la falta de control preventivo, irregularidades en organismos descentralizados y un fuerte ajuste en áreas sociales clave. Aseguró que "es una magnitud enorme de fondos que se ejecutan sin control previo. Y cuando el gobernador anunció que iba a reducir las agencias, lo que hizo fue simplemente cambiarles los nombres".
La radical desmintió que el presupuesto 2024 haya protegido a los sectores vulnerables. "Se llenaron la boca criticando los recortes nacionales en discapacidad, pero su propio gobierno hizo algo peor", resaltó la opositora al señalar que la protección integral de personas con discapacidad sufrió una caída del 79,9%. "Mejorar el control de los fondos públicos es verdaderamente luchar contra la corrupción. Si no cambiamos estas prácticas, algunos funcionarios terminarán presos y los cordobeses, dentro de unas décadas, estarán peleando para recuperar lo robado”, concluyó.
En su réplica, el schiarettista Sosa reafirmó: "Córdoba volvió a demostrar que administra con responsabilidad, con equilibrio y con una mirada estratégica orientada al desarrollo de nuestra provincia y lo hemos ratificado con esa resolución de una calificadora del riesgo internacional que valora realmente lo que pasa en Córdoba y le dice a sus alrededores, que pueden estar tranquilos".
Sobre el final de su intervención dedicada a refutar las objeciones del Tribunal de Cuentas en manos del juecismo, el miembro informante del PJ solicitó la aprobación de la cuenta de inversión 2024, "simplemente porque cumple con la ley y porque demuestra que Córdoba sigue siendo una provincia seria, ordenada y comprometida con su gente", completó.
Por otro lado, tras tomar estado parlamentario, el oficialismo dispuso que el paquete económico 2026 tendrá su primera lectura el miércoles 3 de diciembre. Luego, vendrá la audiencia pública de rigor. El tratamiento en segunda lectura y la sanción definitiva esta prevista para el miércoles 17 de diciembre.
