Un estudio de Luis Costa & Asociados sobre los resultados de las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires confirma una mutación clave en el perfil del electorado de La Libertad Avanza (LLA). Lo que en 2023 había sido un voto policlasista, que atravesaba todos los segmentos sociales y le permitió a Javier Milei llegar a la presidencia, hoy se concentra casi exclusivamente en los sectores de mayores ingresos, dejando al oficialismo debilitado en los distritos más pobres.
En la primera y tercera sección electoral bonaerense —que juntas representan el 71% del padrón provincial— el oficialismo perdió 13 puntos frente al peronismo, pero lo más relevante es el cambio de base social: LLA creció en las zonas ricas (como el corredor norte, Vicente López y San Isidro) y retrocedió en el conurbano pobre, donde el panperonismo mantiene hegemonía desde 1997.
Según el informe, el voto de Milei pasó de ser una recta casi plana en 2023 —independiente del nivel socioeconómico— a una curva ascendente en 2025: a mayor ingreso, mayor apoyo libertario. En contraposición, el peronismo conserva un patrón lineal descendente, es decir, mayor caudal en sectores bajos y menor en los altos, igual que en 2023.
Caída libre en las encuestas: Milei, entre fidelidades firmes y un país descontento
Ejemplos sobran: en el Tres de Febrero acomodado, LLA saltó del 20% al 58% de los votos; mientras que en los barrios más pobres de Pilar cayó del 27% al 18%. En un colegio bilingüe de Acassuso, Milei arrasó con el 77,5%, pero en un jardín municipal de la Isla Maciel apenas rozó el 3%.
Sin transversalidad
Los analistas consultados advierten que este corrimiento deja a LLA sin su principal fortaleza: la transversalidad. “Se convirtió en una oferta gorila que pesca en la misma pecera en que lo hacían radicales y cambiemitas. Perdió tanto la frescura del voto joven como la penetración en los sectores populares”, señaló Andrés Malamud al respecto.
El estudio remarca que, salvo excepciones como Chaco y la elección porteña, donde LLA ganó incluso al PRO, el oficialismo fue derrotado en las otras ocho contiendas provinciales. El mapa está lejos de teñirse de violeta y el desafío para Milei será recomponer la pluralidad de adhesiones que lo distinguió en 2023.
En contraste, el peronismo muestra una continuidad casi matemática en sus resultados: en Malvinas Argentinas, por ejemplo, pasó del 59% en 2023 al 75% en 2025, consolidando su dominio en los circuitos de menor poder adquisitivo.
La conclusión del informe es contundente: la plasticidad del voto mileísta, que lo hizo inasible para la política tradicional y lo convirtió en fenómeno electoral, puede transformarse en su talón de Aquiles. En tiempos de turbulencia, advierte la consultora, los votos nuevos son los primeros en dispersarse.