El caso Maldonado, sumado a la apatía del electorado local y la polarización entre macrismo y kirchnerismo, fueron los condimentos de la campaña electoral. Siete listas en pugna.
A las urnas. En Córdoba se renuevan nueve escaños a la Cámara baja. |
Cedoc Perfil
Cuesta encontrar en la historia moderna de la política nacional un hecho que haya repercutido tanto en una última semana completa de campaña electoral, como fue la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado en el río Chubut. Ni siquiera el recordado cajón de Herminio Iglesias, en la primera contienda electoral en el retorno de la democracia, se asemeja a la situación previa a las Legislativas de hoy. Hay una gran diferencia: la quemadura del cajón con el escudo de la UCR ocurrió en el cierre de aquella recordada campaña; y el cuerpo en el sur apareció en el comienzo de la semana. Motivo suficiente para todos los cambios de agenda que se vieron.
En Córdoba, lugar que el presidente Mauricio Macri había elegido para cerrar la campaña a nivel nacional como había ocurrido en la previa a las PASO, la coalición Cambiemos fue la primera en dar de baja el acto. La posibilidad se comenzó a barajar en la misma noche del martes con algunos radicales y macristas, y definitivamente la decisión se tomó el miércoles por la mañana. "El clima no es el indicado para cerrar una campaña ni para festejar", manifestaron los socios cordobeses de la alianza y decidieron concluir con el líder de la boleta, Héctor Baldassi, recorriendo algunos clubes.
Unión por Córdoba, por su parte, adhirió a la suspensión del acto que estaba previsto en Río Cuarto y se plegó al pedido de “justicia” en el Caso Maldonado. Los pocos fuegos de artificio que se dispararon sobre el final de la campaña tuvieron a Twitter como escenario central y al exgobernador José Manuel de la Sota, como uno de los protagonistas. El caudillo con base en Río Cuarto resaltó algunos logros de la gestión de Juan Schiaretti y volvió a caer en las apariciones esporádicas que había tenido a lo largo de sendas campañas: tanto la previa a las PASO, como la que desembocó en la elección que se llevará a cabo hoy en todo el país.
Las nueve en juego. A diferencia de lo que ocurre en otros distritos donde se dirimen también bancas en el Senado o para legislaturas provinciales, en Córdoba se votará únicamente para el tramo a Diputados. Se renuevan los nueve escaños a la Cámara baja del período 2013-2017, y los que arriban a la disputa final, tras superar las PASO de agosto último, son la coalición Cambiemos, Unión por Córdoba, el frente Córdoba Ciudadana, el Frente de Izquierda (FIT), Encuentro Vecinal, Izquierda al Frente y Primero la Gente.
Los socios de Mauricio Macri en Córdoba llegan a la contienda tras haber dirimido las Primarias con el radical Dante Rossi, a quien dejaron en el camino en agosto, y tienen en la boleta a los macristas Baldassi y Gabriel Frizza, más el radicalismo con Soledad Carrizo, Brenda Austin y Diego Mestre. En tanto, en el sexto lugar se encuentra el juecista Walter Nostrala.
La lista del oficialismo provincial tiene, por su parte, al vicegobernador Martín Llaryora al tope de la boleta, acompañado por Alejandra Vigo, Paulo Cassinerio, Daniel Passerini y Claudia Márquez.
Asimismo, el kirchnerismo en Córdoba estará representado en el cuarto oscuro por la boleta que integran Pablo Carro, Eduardo Fernández y Valentina Enet. En tanto, el Frente de Izquierda repartió los tres primeros lugares para los integrantes que tiene la coalición: Izquierda Socialista, PTS y Partido Obrero, con Liliana Olivero, Javier Musso y Jorge Navarro, respectivamente. Izquierda al Frente es la otra opción en este sentido y lleva como primera candidata a Luciana Echevarría.
Por último, y en la disputa por el voto de derecha o centroderecha, estarán las listas encabezadas por el legislador provincial Aurelio García Elorrio (Encuentro Vecinal) y el periodista Beto Beltrán (Primero la Gente).
Éstas serán entonces las opciones de los cordobeses de cara a las urnas hoy. Con una elección legislativa que asoma con condimentos más foráneos que los propios de la política cordobesa, con un gobierno, el provincial, que decidió no enfrentarse a Macri en el discurso, y con una ansiedad de los integrantes cordobeses de Cambiemos que debió ser sostenida desde Casa Rosada.
