En el último tramo hacia las elecciones del 26 de octubre, Ramón Mestre elevó sus críticas a Juan Schiaretti y puso en debate la defensa de los haberes provinciales. Vinculó la discusión con la Caja de Jubilaciones y el poder adquisitivo de los jubilados.
En el marco de la ronda de candidatos a diputados del programa Punto y Aparte, Punto a Punto Radio (90.7), Mestre, primer candidato a diputado nacional por la UCR, planteó que su agenda combina incentivos al empleo joven y una reducción del IVA a jubilados, y reclamó “salir de la dicotomía Milei–kirchnerismo” en Córdoba.
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— ¿Cómo llega la UCR a esta elección y qué propone tu lista?
— Acá estamos, a menos de un mes de las elecciones del 26 de octubre. Los cordobeses van a elegir nueve diputados nacionales. Hay que salir de esta dicotomía que el Presidente intenta instalar entre “milleístas o kirchneristas”. A nosotros nos decían kirchneristas por defender el financiamiento de la educación pública. El radicalismo tiene 135 años de historia: en nuestro escudo hay un martillo —la lucha por los derechos de los trabajadores y un plan productivo— y una pluma —la educación—. Fuimos claves en la Reforma del 18. Por eso estamos contentos de que vuelva a estar la lista 3 (casillero 14). Le ofrecemos a la ciudadanía la garantía de responder a las necesidades de los cordobeses, en Buenos Aires y en Córdoba.
— Las encuestas marcan primero a Schiaretti y segundo a La Libertad Avanza. ¿Qué leés vos?
— Si hay más diputados para La Libertad Avanza, los cordobeses vamos a tener menos fondos para educación, el Garrahan, discapacidad, jubilados y seguridad. Y si hay más diputados del peronismo de Córdoba, hay que decir las cosas como son: van divididos en cinco. Está un funcionario de Passerini (Juan Saillén), un intendente de Canals auspiciado por Adriana Nazario, Edgardo Bruno, Pablo Carro del kirchnerismo… El kirchnerismo integra el gobierno de Passerini y también el de Llaryora. Reconozco obras de infraestructura, pero no llegaron la seguridad, la salud ni la educación. Si acompañan a Milei, pasa lo que dije; si acompañan al peronismo, pasa esto. Lo que hay que hacer es acompañar a la UCR, que va a defender a Córdoba.
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— ¿Qué sería “hacer una buena elección”: lograr una banca o reposicionar al radicalismo?
— A principio de año no me veía en la lista. Pero desde que arrancó el gobierno de Milei señalé que algunos dentro de mi partido no eran claros con la doctrina y la historia. Un diputado electo por el radicalismo no puede votar contra la educación pública o los jubilados. Eso roza el transfuguismo y trae descreimiento. Vi que ponían el guiño a la derecha; ya ni a la derecha: a la ultraderecha. El Presidente viajó 35 veces al exterior a reuniones dogmáticas y no a traer soluciones. La escuela austríaca no se aplica en ninguna parte del mundo. Yo lo dije siempre, incluso en Perfil. Muchos dirigentes se escondieron bajo tierra hasta que perdieron en provincia de Buenos Aires. Yo creo que uno tiene que decir lo que piensa, cueste lo que cueste. Quisimos interna, se retiró una lista y acá estamos. Quiero ganar hasta en las bolitas, pero ya es una alegría que el radicalismo defienda sus ideas y no se funda con quienes no coincidimos.
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— Te ven con enjundia para 2027. ¿Estás pensando en eso?
— No dejé de hacer política nunca. Dos o tres días por semana recorro capital e interior; algunas cosas están en redes. Pero me parece una afrenta estar pensando en 2027 con la situación en la que estamos. Hay que encontrar puntos en común ahora. Miren lo que pasa en Estados Unidos: los demócratas paralizaron el país, por lo que Trump le prometió a Milei. Se cuecen habas en todos lados. Acá el 80% de la gente no llega a fin de mes. Hay que bajar los decibeles y acordar 20 puntos para empujar todos para el mismo lado.
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— ¿Se va a sentir “el bolsillo” en el voto?
— Ya se siente. Por defecto profesional —soy abogado de derecho bancario— en los últimos tres meses casi se triplicó el rechazo de cheques. La incobrabilidad explotó; el número 5 es el 80% de la cartera de los bancos. Recorro comercios y no hay venta. Adoptaron políticas que no tienen plan productivo federal: es bicicleta financiera para sostener el tipo de cambio. Y yo lo planteo así: “si leés lo que viene diciendo Cavallo en estos días”, ya hay recesión, consumo pulverizado, poder adquisitivo que cayó 30–40%. Lo digo yo: la situación es muy delicada. Por eso insisto: unidad nacional y diálogo. El Presidente agrega violencia a la discusión; eso no sirve.
— ¿Objetivo concreto para el 26 de octubre?
— Ser diputado nacional y defender a los cordobeses con propuestas: incentivar el empleo joven y bajar un porcentaje del IVA a los jubilados. Quiero ver a Schiaretti explicando cómo va a defender a los jubilados en Buenos Aires cuando en Córdoba no lo hacen. En 1999, Ramón Bautista Mestre dejó la Caja de Jubilaciones equilibrada y con superávit; hoy cobran el 64% del 82% móvil que la Constitución provincial manda. La gente piensa con el bolsillo. Venimos de 16 años de populismo kirchnerista-peronista y ahora hay populismo de derecha con rasgos similares. A quien piensa distinto lo castigan y lo insultan. Eso no cambia nada. En un momento donde muchos, por un proyecto personal, entregan hasta la madre, yo elijo defender ideas.
— ¿La pulseada es con Natalia de la Sota por la novena banca?
— Es difícil saberlo. Las bancas se reparten por el sistema D’Hondt y todo depende de la cantidad de votos de cada lista: podés estar peleando la sexta o la séptima, no necesariamente la novena. El radicalismo se desdibujó por alianzas sin programa. Un botón de muestra: la senadora Álvarez —que entró por el Frente Cívico— dijo en el Senado que los niños y las niñas no tenían derecho a acceder a la salud. Si me decís eso antes, ni laburo con vos. Hay que pelear con ideas; yo ya siento que gané compitiendo y defendiendo lo que creo.
— ¿Cómo ves hoy el apoyo interno del radicalismo?
— Hasta hace 10 días sentía que un 15% del partido estaba detenido. Hoy te digo que queda una mínima expresión confundida: algunos se corrieron a Provincias Unidas por necesidades locales, otros coquetean con Milei creyendo que “suma”. Pero más del 95%, 98% de los radicales están trabajando a pleno. Y se ve en la estructura y en la calle: mañana recorremos Punilla; el fin de semana, un actazo en el norte; la semana que viene, Río Cuarto; el lunes pasado hicimos San Francisco con 600 personas que pagaron 15 mil pesos para escuchar y acompañar el Acuerdo del Este de 12 puntos que vamos a pelear en el Congreso desde el 10 de diciembre. Esa organización y ese compromiso son los que nos ordenaron la campaña.