El estado de cuarentena prolongada acentuó las tensiones que, dentro del peronismo local, se aguardaban para la segunda mitad de este año, o directamente con miras al 2023 y la sucesión schiarettista. Sin embargo, el coronavirus adelantó esos tiempos y ya se observan fisuras entre la administración provincial y la municipal, con jugadores que despiertan reacciones y rechazos de un lado y del otro.
En las últimas semanas, por lo bajo en el Palacio 6 de Julio cuestionan las idas y vueltas del COE (Centro de Operaciones de Emergencia) y apuntan a la falta de conducción política del organismo creado en toda la provincia para regionalizar los efectos de la pandemia. Pero, además, el enojo municipal viene por algunos resortes del Estado provincial que no están funcionando en medio de la embestida del intendente Martín Llaryora contra el Suoem y la UTA.
Tensión entre la renovación. Desde el ingreso del covid-19 a la provincia, la decisión del gobernador Juan Schiaretti de apartarse de la escena por ser grupo de riesgo y empoderar al vicegobernador Manuel Calvo con la creación de los COE en toda la provincia, generó una fricción entre El Panal y el Palacio 6 de Julio.
A Calvo esto le dio relación con los intendentes y territorio, en ese brazo articulado junto a Facundo Torres y Diego Cardozo, ministros de Gobierno y Salud, respectivamente. Con un COE en cada región de la provincia, el de Capital quedó en manos del médico Juan Ledesma, y es por lo que hoy, en el Municipio reclaman que le falta una conducción política.
Desde la pata política del organismo responden que a Llaryora se lo invitó a todas las reuniones y que empezó a asistir recién en las últimas. “Nos mandó siempre algún funcionario, pero él se sumó en las de estas semanas, cuando el virus complicó las cosas en la ciudad”, dicen desde el COE y aseveran la versión de la tensión que existe entre el propio intendente y el ministro de Salud. “Las últimas veces que se vieron, hubo destrato”, cuenta una fuente a PERFIL CORDOBA.
La exposición de Cardozo en soledad para dar los dos últimos anuncios también es otro de los cuestionamientos. Los que mantienen diferencias con Calvo señalan que las buenas noticias lo tienen como protagonista y que las marcha atrás las comunicó solo el ministro de Salud. “El lunes, cuando se volvió a Fase 3 Calvo estaba en el COE, pero se decidió que comunicara únicamente Cardozo. Él le dijo que el anuncio debía hacerlo en soledad y al ministro no le quedó otra”, cuenta otra fuente que conoce los entretelones del organismo ubicado en el Pablo Pizzurno.
Las tensiones entre Calvo y Llaryora ya generaron un ruido en la cúpula del Gobierno provincial por lo que el gobernador Schiaretti pidió una reunión con ambos hace unas semanas. Allí, se calmaron las aguas y se decidió el ingreso de la mesa chica schiarettista para terciar entre los referentes de la renovación: Alejandra Vigo y Carlos Massei desembarcaron en las últimas semanas con más fuerza. La diputada por el peso del PJ Capital, cuyos referentes se reunieron con el intendente; y el ministro de Desarrollo Social por la preocupación del ingreso del virus en los sectores vulnerables.
El reparto de kits de la semana fue para amortizar las críticas que pueden venir y mirando lo que sucede en este momento en el AMBA. Sobre la situación en los sectores vulnerables, la otra interferencia entre las dos administraciones se produce por los barrios ciudad: en el Municipio creen que deberían estar cerrados, pero cuando avanza la Provincia reclama ese territorio como propio.
Actitudes que preocupan. La otra cuestión que despertó una alerta en el Municipio fue lo ocurrido esta semana con las protestas de los sindicatos en contra de Llaryora. La seguidilla de manifestaciones del Suoem activaron resortes en la Justicia, pero tanto la de los municipales como la de los choferes de UTA el jueves por la tarde no tuvo respuesta de parte del ministerio de Seguridad, lo que generó un malestar entre la intendencia capitalina y el ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera.
Asimismo, una muestra de la tensión entre Provincia y Municipio en esta fase de la pandemia la exteriorizó el jueves por la noche el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano, quien en una rueda de prensa con los noticieros y con 500 choferes rodeando el Palacio 6 de Julio lanzó: “¿qué pasa si se contagian? ¿Saben lo que significa para la salud pública que 500 personas se contagien cuando nos quedemos sin respiradores?”. Tiro por elevación a la estructura sanitaria de la Provincia para hacer frente al coronavirus.
La situación del transporte es, precisamente, otro de los cortocircuitos entre las dos administraciones. En El Panal, donde tienen aceitados vínculos con el gobernador santafesino, el peronista Omar Perotti, tampoco cayó bien que Llaryora elaborara un comunicado conjunto con sus pares de Rosario y Santa Fe, el radical Pablo Javkin y el socialista Emilio Jatón, opositores al gobierno de esa provincia. El pedido de los jefes comunales, que además incluyó al paranaense Adán Bahl (PJ), por un reparto equitativo de subsidios a la Nación, en el Centro Cívico hizo ruido y lo hicieron saber.