Con el mismo manual que en la campaña de las Paso, el gobernador Juan Schiaretti calcula cómo y en qué momento entrar de lleno en la agenda proselitista rumbo a noviembre. Y a pesar de lo que se vio con algunos actos como el del Quality o la aún comentada reunión con los intendentes peronistas la semana pasada, sabe que faltan algunas semanas para el sprint final que pueda asegurarle la banca en el Senado y dos o tres diputados que le den autonomía para acordar después de diciembre.
Sin embargo, sabe que en el medio van apareciendo los primeros chispazos de la campaña de cara al 14 de noviembre y ya comenzó a mover las fichas del tablero desde El Panal para contener las embestidas del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio.
No es Larreta, es Macri. El arribo del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a Córdoba esta semana no fue con la tónica que esperaban en el Centro Cívico. El jueves por la tarde, tras las declaraciones del alcalde porteño de manifestar los deseos de “gobernar Córdoba” en 2023, motivó una serie de llamados para ver de qué manera salir a responderle al hombre del PRO.
De todas maneras, no fue la primera vez que se enoja Schiaretti con Rodríguez Larreta. El año pasado, en el cierre de campaña en Río Cuarto, un video viral del porteño también lo fastidió, aunque aseguran que lo de esta semana fue distinto. “Era la primera visita y se largaron así. Eso demuestra cómo va a ser el arribo de las figuras de ellos a Córdoba”, reconoció a PERFIL CORDOBA un schiarettista.
Pero esto reconfigura el análisis de la oposición que hacen en El Panal donde afirman que “el jefe es Macri”, como sintetizó un schiarettista a este diario el viernes a última hora. Cerca de Schiaretti ratifican la relación entre el gobernador y el expresidente, se meten en la interna de la oposición de cara al 2023 y sostienen que el peso de Macri es superior al del alcalde porteño. “Uno fue presidente y se fue perdiendo con 40 puntos. El otro está en veremos…”, agregó la fuente.
Esquivando a Manzur. La otra cuestión que reconocen en el Centro Cívico es el manejo político de la jefatura de Gabinete nacional a partir de la llegada del tucumano Juan Manzur. Con quien también Schiaretti tuvo diálogo y lo recibió en algunas ocasiones en el 2019 tratando de alimentar una tercera posición desde la Liga de los Gobernadores.
Sin embargo, eso no quiere decir que haya un acercamiento con Casa Rosada. En el schiarettismo reconocen que desde allá por lo bajo se hacen algunos intentos, pero que eso no va a prosperar: Schiaretti ya eligió la distancia y va a continuar así.
De todas maneras, Manzur espera para un viaje a Córdoba. En los próximos días podría recibir a intendentes que lleguen acompañados por el candidato del FdT, Martín Gill, y allí habrá más certezas de lo que se viene.
Sobre esa reunión, en El Panal siguen pasando lista: cuentan que del sub-bloque que pretendió armar el senador Carlos Caserio en la Unicameral, quedan un par de legisladores (una de ellas, Mariana, la hija del candidato a la Cámara alta) y que de los 115 intendentes que mostró el FdT en el Quórum previo a las Paso, el número se redujo a casi 50.
Qué ciudades preocupan. Por último, y rumbo a las Legislativas, en el mapa que tienen en los despachos los asesores de Schiaretti no ocultan su preocupación por tres ciudades: Capital, San Francisco y Villa María. En las primeras dos, en las Primarias ganó Juntos por el Cambio; y en la restante, el FdT se impuso a Hacemos por Córdoba.
Con respecto a la ciudad gobernada por el intendente Martín Llaryora, algunos sostienen que al peronismo de la Capital “le falta militar la gestión”, mientras crece la expectativa por Luis Juez en algunos barrios.
En tanto, en las otras dos ciudades del interior, el dolor de cabeza se genera además porque en ambas hay candidatos del Panal: Ignacio García Aresca, intendente de San Francisco y en la lista a diputados; y Eduardo Accastello, rival de Gill y postulante al Senado.
“Si se pierde San Francisco y San Justo, los enojos van a ser con varios”, dijo un schiarettistas de manera escueta. Aunque sin desconocer la injerencia de JxC en la zona y la picardía de algunos peronistas.
En tanto, en el sudeste tampoco sería una buena noticia que el ministro de Industria no revierta la Paso y supere a su ex ahijado. Por eso, la escala de esta semana de Schiaretti en la ciudad para tratar de respaldar al integrante de su gabinete.