Schiaretti se nacionaliza, pero no contiene las fisuras del frente interno
En la Legislatura asoma una ruptura del bloque oficialista, con un amague de Alesandri y Saieg. El reclamo de unidad PJ, la proyección de Calvo y la jugada de la re-re de intendentes.
VARIOS FRENTES. Schiaretti busca muscular puertas afuera de la provincia, pero se abren fisuras en el cordobesismo. |
Cedoc Perfil
El viernes por la tarde, desde los despachos de la Unicameral, reconocieron también a este diario que recrudecieron las fricciones en el bloque oficialista. Y que dos legisladores aún enrolados en el bloque de Hacemos por Córdoba, amagan con una ruptura para armar bloque propio: Carlos Alesandri y Walter Saieg. Con lo cual, el schiarettismo está al tanto de la posible salida de los dos parlamentarios para reducir el voluminoso bloque de 51 a 49 legisladores.
Por su parte, en la semana y en el lanzamiento de la temporada de turismo 2021-2022, algunos observaron la recuperación del alto perfil del vicegobernador Manuel Calvo. Como confiaron algunos allegados al hombre de Las Varillas dejó pasar las Legislativas y empezó a tomar carrera de nuevo rumbo al 2023. Con el OK de algunos despachos que habilitan el crecimiento de más jugadores de peso para fortalecer el espacio.
Los tres hechos se contraponen con la fortaleza que pretenderá mostrar el gobernador Juan Schiaretti a nivel nacional en su plan de expansión con receta de federalismo y con miras al 2023. Los tres episodios son parte de las fisuras en el frente interno cordobesista, en medio de rumores de cambio de gabinete, y contradicen la fortaleza que quieren visibilizar desde el Centro Cívico.
Díscolos. Desde hace varios días, Alesandri envía mensajes desde sus redes sociales, con consignas que van desde el pedido de unidad del PJ cordobés hasta la candidatura del intendente Martín Llaryora a la gobernación en dos años.
Sin embargo, sobre el final de la semana hubo una reunión en la Unicameral y tanto él como Saieg le hicieron saber al jefe del bloque oficialista, Francisco Fortuna, la posibilidad de abrirse para conformar una bancada aparte.
Los argumentos suenan difíciles de comprender. En la Legislatura dicen que es en busca de la unidad del PJ, que es para potenciar al partido y que también está al tanto de esto Mariana Caserio, la hija del senador, e invitada además a la escisión.
El domingo pasado este diario contó que en la Municipalidad se había producido una reunión a la que asistieron Federico Alesandri y Rodrigo Rufeil, intendente de Embalse y exintendente de La Calera, respectivamente, y ambos enrolados en el FdT. Esta semana, no solo confirmaron que el encuentro existió, sino que además aseveraron que la convocatoria fue motorizada desde los despachos del Palacio 6 de Julio.
“Llaryora es la pieza de la unidad del peronismo para el 2023. Si no estamos unidos, se va a poner complicado en serio”, sintetizó una persona que conoce detalles de las movidas en la Unicameral.
Re-re. Este diario en enero adelantó también la preocupación y la batería de argumentos que tenían los intendentes para pedir la derogación que les impide un mandato más. Schiaretti advirtió que era una herramienta con la que los jefes comunales (oficialistas y opositores) quisieron condicionarlo antes de las Legislativas y fue por ello que metió una arenga fuerte en el Quórum antes de las elecciones: “no hay 2023 sin 2021”.
Pasaron los comicios, el debate se instaló, divide a la oposición y hay quienes aseguran que el proyecto tiene letra de Oscar González para que salga antes de fin de año.
“’El Gringo’ no quería, no está convencido. Es toda de González si sale”, reconoció un dirigente a este diario.
Por ahora, la fricción está expuesta en la oposición y divide, por ejemplo, al radicalismo. Ayer, los intendentes de Evolución, la facción que responde a Rodrigo de Loredo y lidera el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, salió a cruzar con dureza la derogación.
Sin embargo, no es lo mismo que genera en otros intendentes del partido que llevan más de tres mandatos en el poder.
Randazzo, ¿y Felipe? En el plano nacional, Schiaretti busca fortalecer. Esta semana se conoció que sumó a Florencio Randazzo al interbloque Federal y espera por más señales. La tercera vía en el Congreso, ante el equilibrio de debilidades, busca muscular dentro y fuera del ámbito parlamentario.
Sin embargo, en Córdoba reconocen que no sería Randazzo el único que el cordobesismo puede sumar en territorio bonaerense. Felipe Solá, exgobernador de Buenos Aires, y de salida polémica de Cancillería post Paso, es otro de los empezará a trabajar para Schiaretti.
Todo, mientras ese intento de fortaleza nacional, pierde con las fisuras internas del PJ cordobés.
