La defensa del campo que hicieron los diputados de Hacemos por Córdoba frente a las críticas de Alberto Fernández contra el sector agropecuario, volvieron a tensar la cuerda entre el gobierno provincial y el nacional, que ya está más tirante que la relación de Camila Homs con Rodrigo de Paul. Esta posición de los representantes schiarettistas en el Congreso podría tener que ver con la intención del gobernador cordobés de posicionarse en el escenario nacional, que además de la integración de una fórmula presidencial con el radical Facundo Manes supondría la participación de Schiaretti en el programa “Pasapalabra” y su incorporación como panelista en “Intrusos”.
El que salió a hablar (después de un insólito mutismo que hizo barajar la posibilidad de que tuviera un problema en sus cuerdas vocales) fue Luis Juez, quien dialogó en exclusiva con Perfil y se despachó con que “con esta clase dirigente, política, empresaria y sindical no vamos a ir a ningún lado”. Complicada como está la importación, no sería posible traer políticos, empresarios ni sindicalistas del extranjero, lo que tal vez llevaría a pensar que el titular del Frente Cívico está sugiriendo apelar al histórico recurso del PRO de renovar la dirigencia con referentes que provengan de otros ámbitos, como por ejemplo la orfebrería, la numismática o el bonzai.
Ya que uno de los personajes de la semana fue el canillita que se negó a saludar a Mauricio Macri, le pregunté al dueño del kiosco de revistas de mi cuadra, que es peronista, si él hubiera hecho lo mismo. “Ni a palos”, me contestó, “con la malaria que hay, si veo que se acerca un cliente, le doy un abrazo y lo beso en la mejilla, sea Macri, el Chapo Guzmán o el Conde Drácula”. Y me acotó que en caso de que el expresidente hubiese visitado su puesto, hubiera aprovechado para venderle una publicación deportiva que trae un póster de Boca y una revista europea que incluye el catálogo de hamacas “más completo del mundo”.
Atento siempre a las coyunturas favorables que le otorguen chances de reflotar su discurso precámbrico, Aldo Rico salió a proponer otra vez que se recurra a las Fuerzas Armadas para salvar a la Patria, aunque en esta ocasión lo hizo sin pintarse la cara, detalle que fue criticado por expertos en ceremonial y elegancia. “Si se va a atentar contra las instituciones democráticas, el protocolo indica que debe lucirse el rostro tiznado”, remarcó un exalumno de la condesa Eugenia de Chikoff, que se especializa en asesorar a militares golpistas y habría sido el responsable de lookear a Alberto Olmedo en su personaje de “el dictador de Costa Pobre”.
"Para atentar contra las instituciones de la democracia, el protocolo indica que debe lucirse el rostro tiznado"
Precisamente para no caer en la pobreza, miles de argentinos procuraron llenar el formulario online para conservar los subsidios en las tarifas de gas y energía eléctrica, un trámite que se convirtió en el pasatiempo favorito de grandes y chicos durante las vacaciones de invierno. “Hoy la vamos a pasar bomba en Anses”, fue la propuesta que le hicieron a sus hijos quienes debían hacer la gestión de modo presencial, en tanto los que eligieron realizarla en la web, se divirtieron en familia durante horas intentando resolver enigmas desopilantes, como encontrar la cifra correspondiente al medidor en la factura de luz o descifrar el número de trámite en el DNI. Otros hogares se solazaron sorteando qué plataforma digital darían de baja esta semana y a qué valor iba a cotizar el dólar al finalizar la jornada.
También se mantuvieron entretenidos en estos días los responsables nacionales de la CGT, tratando de encontrar una causa de la crisis económica que no implique algún grado de responsabilidad de Alberto Fernández, una meta más difícil de alcanzar que las impuestas por el Fondo Monetario Nacional a la Argentina. Los gremialistas acordaron realizar una marcha el 17 de agosto que “no será en favor ni en contra del Gobierno”, por lo que algunos especulan que podría ser en favor de la continuidad de Hugo Moyano al frente de Independiente o en contra del cambio climático. Héctor Daer aclaró que la idea es “interpelar a la política en su conjunto”, lo que en el entorno de Javier Milei fue tomado como un indisimulable guiño libertario de la central obrera.
