CULTURA
SANTORAL CATÓLICO

Soldado de Cristo: San Marcelo de Tánger, el centurión mártir que desafió al imperio romano

San Marcelo de Tánger fue un centurión romano que, por su fe inquebrantable, se convirtió en mártir, inspirando a cristianos a resistir la idolatría imperial en el siglo III.

Soldado de Cristo: San Marcelo de Tánger
Soldado de Cristo: San Marcelo de Tánger | Captura X

El 30 de octubre, el santoral católico honra a San Marcelo de Tánger, también conocido como San Marcelo el Centurión. Este santo mártir es recordado por su asombroso acto de fe y valentía frente al Imperio Romano, un testimonio de la primacía de la lealtad a Cristo sobre cualquier poder terrenal. Su martirio, ocurrido en el año 298 d.C., es un faro de la fidelidad cristiana en tiempos de persecución.

La vida y el sacrificio de San Marcelo el Centurión

San Marcelo servía como centurión en la Legión de Trajano, estacionada en el norte de África, específicamente en Tingis (hoy Tánger, Marruecos). Ocupaba una posición de autoridad, simbolizada por su cinturón militar, sus armas y el 'vid' o vara de vid, insignia de su rango. El centurión estaba casado con una mujer llamada Nona y tenía doce hijos.

Carla Pandolfi: “Nunca me imaginé haciendo otra cosa”

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El punto de inflexión llegó durante la celebración del cumpleaños del emperador Maximiano, una fiesta que incluía sacrificios a los dioses paganos romanos. Marcelo, cristiano, se negó rotundamente a participar en estas "abominaciones impías". En un acto público de fe radical, se despojó de todas sus insignias militares.

Ante su compañía, el centurión arrojó su cinturón, sus armas y su vara, declarando audazmente que era un "soldado de Jesucristo, el Rey eterno". Este acto fue una deserción y una grave ofensa contra la majestad imperial. Fue llevado ante el juez Fortunato, quien lo remitió al vicario Aurelio Agrícola en Tánger.

En el juicio en Tánger, Agrícola le preguntó a Marcelo si los cargos de desacato a la fiesta imperial eran ciertos. Al confesar abiertamente el hecho y reiterar su fe en Cristo, el vicario pronunció la sentencia. Marcelo fue condenado a muerte por deserción e impiedad, y fue decapitado el 30 de octubre de 298 d.C.

Fidelidad y devoción actual

El martirio de San Marcelo fue tan impactante que inspiró a otros, como el taquígrafo oficial de la corte, San Casiano. Este se indignó por la sentencia y se negó a registrar los procedimientos judiciales, siendo a su vez martirizado más tarde. La historia de Marcelo subraya el sacrificio heroico del amor divino por encima de la vida y el honor mundanos.

Ni rosa Luxemburgo ni rosa light, Rosa Chancho: un experimento colectivo que se divirtió, movilizó y se apagó, por ahora

Aunque los relatos históricos no mencionan milagros directos realizados por San Marcelo durante su vida, su martirio es considerado el acto de amor más grande y un milagro de firmeza en la fe. Su vida inspira a los cristianos a no ceder en sus convicciones, incluso bajo la amenaza de la adversidad o la persecución.

Hoy en día, San Marcelo el Centurión es venerado especialmente en León, España, donde se dice que se trasladaron sus reliquias, y es su patrón. Se le invoca como modelo de objetor de conciencia y de fortaleza espiritual, un ejemplo para aquellos en el ámbito militar que buscan alinear su servicio con los valores cristianos.

Tini Stoessel confirma nueva función en Tecnópolis y anuncia expansión internacional de su tour Futttura 2026

Oración a San Marcelo el Centurión (oración adaptada de la devoción en italiano)

"O Glorioso San Marcelo, centurión y mártir, que con heroica valentía arrojaste tus insignias terrenales para profesar ser solamente soldado de Cristo: concédenos la gracia de la firmeza en la fe, la fuerza para rechazar las vanidades del mundo y la perseverancia para seguir el camino de la virtud. Intercede por nosotros, para que podamos alcanzar la gloria eterna. Amén".

"Otros santos y beatos que la Iglesia celebra este 30 de octubre incluyen a San Serapión de Antioquía y San Gerardo de Potenza. A lo largo de la semana, la fe honra a grandes figuras como los apóstoles San Simón y San Judas Tadeo (28 de octubre), y a San Alfonso Rodríguez (31 de octubre), ofreciendo una rica paleta de modelos de santidad y servicio a Dios.