“El hecho del triunfo puede tener algunas posibles significaciones inconscientes. En algunas personas puede mostrarse como una satisfacción prohibida. En otras puede ser una carga abrumadora, o bien puede suceder que el jugador a la hora de vencer a aquellos que se consideran superiores sienta que eso no se le está permitido”, explicó a Perfil.com el doctor Ricardo Rubinstein, psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y director de la consultora Sportmind.
Al igual que en el golf, la natación u otros deportes individuales, la parte mental tiene un rol vital en la preparación del deportista. En los que son grupales, la posibilidad de tener compañeros alrededor ayuda a canalizar distintos miedos. “En el tenis hay un porcentaje de preparación física, otro de preparación técnica y táctica y otro porcentaje de la parte mental. A igualdad de condiciones en los otros aspectos , lo que define muchas veces los partidos, o torneos, es la parte psicológica”, dijo Rubinstein.
La final de Rolland Garros en mayo de 2004 quedará en la memoria de todos los argentinos seguidores del tenis. El partido épico que protagonizaron Guillermo Coria y Gastón Gaudio también estuvo marcado por esta particularidad del miedo a ganar.
“Puede ser que se transforme en algo temido o en algo que se quiere evitar. Por todas las implicancias que tienen los contenidos inconscientes. Aunque a muchos en el circuito les pasa, depende de cada jugador y su historia personal. A veces ni lo sienten o ni lo piensan, pero lo manifiestan en su forma de jugar”, aseguró el director de Sportmind.
Hay diferentes situaciones que debe tener en cuenta un especialista a la hora de preparar a un jugador. “Hay que observar cómo maneja los vínculos con aquellos que se va a enfrentar, qué le remueve por dentro cada contrincante y qué le ocurre con el hecho de poder ganar. Muchas veces es mucho más grande el miedo a ganar que el miedo a perder”, dijo Rubinstein a Perfil.com.
“Esto puede llegar a poner al tenista en una situación de tremenda soledad y lo enfrenta a mayores exigencias y compromisos. Genera estados de angustia y depresión”, agregó el especialista.
Hoy la necesidad de cuidar todos los detalles, además de los físicos y los técnicos ha llevado a los jugadores a requerir cada vez más los servicios de un especialista. A veces sólo se trata de consultas esporádicas y en otras, directamente forman parte del grupo de trabajo del jugador.
La final de la Copa Davis será una serie con mucha adrenalina y nervios internos, sobre todo para los argentinos que jugarán de local y tendrán la presión por ser los favoritos tras la baja de Nadal. Habrá que ver cómo reaccionan David Nalbandian y Juan Martín Del Potro, dos jugadores que hasta el momento han demostrado temple en las situaciones difíciles, especialmente el cordobés.
(*) Redactor de Perfil.com