Qatar 2022 no es Argentina 78, pero en algo se le parece: meses antes de arrancar acumuló denuncias, hay figuras que no viajarán en rechazo a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, boicots, campañas de concientización y artistas que se niegan a sumarse a una fiesta que pretende tapar el horror. Por supuesto, hoy comienza a rodar la pelota y el mundo entra en pausa, pero los reclamos quedarán registrados como el lado B de un Mundial inexplicable.
Para la ceremonia inaugural de este mediodía hubo artistas que rechazaron jugosas ofertas por participar. La cantante británica Dua Lipa no solo se negó, sino que dejó claro que no viajará a Qatar hasta que se respeten los derechos humanos. El veterano Rod Stewart tomó una postura similar: no aceptó la invitación ni el millón de dólares que le ofrecieron.
El popular streamer Ibai Llanos fue más vehemente cuando rechazó la propuesta de viajar al Mundial junto con la Selección de España: “No me sale de los cojones hacerlo y no lo voy a hacer”, les confesó a sus miles de seguidores en Twitch.
Los gestos de repudio llegaron de todos lados. Harry Kane, capitán de Inglaterra, usará un brazalete arcoiris en los partidos que dispute para llamar la atención sobre los derechos de los homosexuales. Hummel, la marca que viste a Dinamarca, diseñó una camiseta en la que el escudo y el logo quedan apenas visibles.
Hay más: las selecciones de Inglaterra y Alemania llegaron a Qatar en dos aviones “inclusivos” en apoyo a la comunidad LGBTIQ+ y en repudio a la homofobia dentro del estado qatarí. Las aeronaves se denominan Rain Bow, de la empresa Virgin Athletic, por los colores de la bandera de la diversidad sexual, y Fanhansa, una marca de la empresa Lufthansa, bajo el lema “Diversity Wins” como apoyo a la igualdad entre las personas. Y la delegación de Estados Unidos decoró su búnker con los colores de la bandera del orgullo LGBTIQ+.
Hasta hubo hinchas que propusieron un boicot. Hace dos semanas en los estadios alemanes del Borussia Dortmund, del Hertha de Berlín y del Bayern Múnich desplegaron banderas gigantes para invitar a los aficionados a que no se sumaran ni siquiera a mirar los partidos por televisión.
Desde adentro, el Mundial también fue cuestionado. Jorge Sampaoli, un conocido de la casa, no anduvo con vueltas: “La FIFA determinó que se jugase en un lugar en el que no se debería haber jugado y en una fecha que no se debería haber jugado. Todo por plata, todo por negocio”.
Jurgen Klopp, DT del Liverpool, apuntó sus dardos hacia la prensa: “Hubo muchas oportunidades para denunciarlos, pero mucha gente ha ganado dinero por razones equivocadas. Todos somos culpables”, resumió.