Esta semana hubo operativos de la Aduana en el Mercado Central para controlar la dispersión de precios y el gabinete económico acelera los mecanismos que permitan comprar productos alimenticios en el exterior.
Allanamiento. Inspectores aduaneros buscan irregularidades en los precios de frutas y verduras. |
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La suba de dos dígitos en los precios de los alimentos que confirmó el Indec en la medición de abril y que se sostendría en mayo genera mucha preocupación en el Gobierno, por lo que decidió echar mano a la polémica importación de alimentos.
Si bien la medida no está 100% instrumentada, esta semana se comenzó a avanzar en la normativa que permitiría algún enlace informático entre el Mercado Central y la Aduana para poner en funcionamiento esta decisión, que genera polémica entre los distintos sectores.
Productores, economistas y almaceneros dialogaron con PERFIL, y coincidieron en que parece impracticable y que, de concretarse, no tendrá resultados positivos.
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El precio de los productos que empezaría a importar el Mercado Central creció muy por encima de la inflación general. Según un estudio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, las verduras aumentaron un 185,3% y las frutas un 180% de manera interanual.
Sin embargo, poco de ese incremento llega al primer eslabón de la cadena. “Un kilo de manzanas lo estamos vendiendo a $140 y un kilo de peras a $40. ¿Por qué llega a $500, $600? Por los intermediarios, los fletes y los impuestos”, comentó Edgar Artero, presidente de la Cámara de productores de General Fernández Oro, Neuquén.
“Que abran la importación de herramientas, tractores y pesticidas”, agregó el productor. “Nosotros somos competitivos cuando nos dan herramientas para competir”. En un contexto en el que la competitividad del sector se vio golpeada por la sequía, crece la preocupación para los productores que pudieron mantenerse en pie. “Es inexplicable que haya flexibilidad para importar productos que se hacen en Argentina”, sostuvo Fabián Hryniewicz, presidente de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa (Capymef). Aseguró también que, si bien falta conocer la letra chica, estas medidas estarían circunscritas “a quien tiene la posibilidad de trasladarse hasta el Mercado Central”.
Por el momento, fuentes de la Secretaría de Comercio consultadas por PERFIL aseguraron que no pueden dar precisiones sobre cómo y cuándo se aplicará la disposición, pero que la semana que viene empezarán las reuniones. Desde el Mercado Central también comentaron a este medio que esperan tener novedades en los próximos días. Lo que se sabe hasta ahora es que la medida abarcaría a frutas, hortalizas, carnes y productos secos no perecederos.
“Por lo que entiendo el Mercado Central no puede comprar por sí mismo. Me parece que es una de las tantas mentiras de este Gobierno”, afirmó el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de la Carne (Ciccra), Miguel Schiariti, que además fue presidente del Mercado Central en 1989.
Aún con la inscripción del Mercado Central en el Registro de Importadores como está previsto, “las medidas que se anunciaron no van en el camino de bajar la inflación”, afirmó María Castiglioni, economista de C&T.
“Una vez que se importa a un nivel de precios más bajo la evolución de esos productos importados a lo largo del tiempo va a depender del tipo de cambio oficial, más la inflación internacional”, detalló.
Para Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, el principal problema sería la disponibilidad de dólares para poder importar estos alimentos. “Las reservas netas del BCRA son negativas en cerca de USD 1.300 millones”, afirmó.
También hay incertidumbre sobre la puesta en marcha. “La mercadería puede llegar al Central pero de ahí tiene que haber una logística”, aseguró Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires (FABA). “Si esto es para Buenos Aires nada más, ya tenemos 135 municipios con distancias extremadamente grandes”.
Desde el sector, explicó, “si hay un producto que tenga un precio accesible obviamente lo queremos tener”. Pero el presidente de FABA también fue crítico con otras medidas anunciadas y que por ahora quedaron en la nada. “El formato de Precios Justos quedó concentrado en los hipermercados”, concluyó.
Salvador Femenias, de la Confederación Argentina de Mediana Empresa (CAME), afirmó que si bien todavía no se sabe cómo va a funcionar si entra en vigencia, en la práctica “las importaciones de alimentos del Mercosur ya tienen arancel cero” y, por otro lado, “el problema de los alimentos no es una falta de oferta”.
Según los economistas, el tema de la inflación va mucho más allá. Tiene que ver “con la desvalorización de nuestra moneda” y con una importante emisión monetaria “para financiar al Gobierno, que está aumentando en las últimas semanas”, explicó Castiglioni.
La economista agregó que no recuerda casos en los que se haya importado alimentos para bajar la inflación. “Está el antecedente de la importación de pollos de Mazzorín, que obviamente fue un escándalo y se pudrieron” y una muestra, según la especialista, “de lo difícil que es, en un país que exporta alimentos, importarlos a mansalva”.
Números
10%: el Indec reveló que los alimentos subieron 10,1% en abril.
41,2%: es el acumulado en lo va de este año siempre de acuerdo con las mediciones oficiales.
115%: es el incremento interanual en los alimentos, y algunas consultoras y la UBA, por ejemplo creen que este año rozará 160%.
