ECONOMIA
Plan económico

Dólar, inflación y devaluación: los principales desafíos que enfrentará el Gobierno en 2024

El equipo económico confronta con múltiples riesgos que debe sortear para evitar una espiralización de los precios y una disparada de los tipos de cambio. Los pronósticos de analistas y economistas para los próximos meses.

Luis Caputo y Javier Milei
Luis Caputo y Javier Milei | Cedoc

La puesta en marcha del programa económico de Javier Milei y Luis Caputo para eliminar el déficit fiscal, unificar el tipo de cambio y bajar la inflación no está exenta de riesgos que acechan en cada rincón. En ese marco, distintos economistas perciben escollos que deberá sortear el Gobierno para que el panorama no se agrave en los próximos meses.

Desde el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz expresaron que tras la "mega devaluación" implementada por el oficialismo a mediados de diciembre primó la calma en las cotizaciones paralelas en parte por la vigencia de controles del tipo de cambio, el desdoblamiento parcial para la liquidación de exportaciones con el esquema 80/20, la pausa del proyecto de dolarización y una mayor demanda de pesos por cuestiones estacionales.

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Por otra parte, consignaron que la aceleración inflacionaria de las últimas semanas, impulsada por el ajuste del dólar oficial, "siembra dudas sobre la sostenibilidad del esquema cambiario actual en un horizonte de dos o tres meses".

"El tan ansiado equilibrio fiscal no llegará de la mano de un recorte sólo en el gasto de 'la política' y la reducción de la obra pública, sino también de más impuestos. El cumplimiento de ese equilibrio y la aplicación de muchas medidas están sujetas a lo que suceda con el DNU publicado el 20 de diciembre y el proyecto de Ley Ómnibus", advirtieron.

Consultado por PERFIL, el economista jefe de Libertad y Progreso, Eugenio Marí, resaltó que la clave en la hoja de ruta del oficialismo "es la credibilidad en que Argentina tendrá una macro más ordenada y una economía más libre".

"El sinceramiento del tipo de cambio oficial bajo un gobierno creíble hizo caer fuertemente las expectativas de devaluación de corto plazo. Lo que ha sido apuntalado por otra batería de medidas: el anuncio de que el equilibrio fiscal se alcanzará en 2024 (con un ajuste de 5 puntos del PBI), el DNU de desregulación y la Ley Ómnibus. Todo esto contribuye a aumentar la demanda de pesos y de activos argentinos", observó.

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En cuanto a la licuación de pesos mediante el combo recorte de tasas y alta inflación, Marí puntualizó que el Banco Central pagaba un rendimiento oneroso para "absorber los pesos que emitía para financiar al Tesoro".

"Ahora, la promesa es que no habrá más déficit fiscal y que no se necesitará más financiamiento monetario. El BCRA entonces puede aspirar a empezar a ordenar su deuda (en términos reales), volver a monetizar la economía y que el Tesoro, si lo necesita, se financie directamente en el mercado pagando tasas más altas", planteó.

Bajo su perspectiva dicho plan no está libre de riesgos ya que cualquier empeoramiento en las expectativas del mercado "que haga caer la demanda de pesos se trasladará directamente a los tipos de cambio paralelos y seguramente obligará a que el Central vuelva a subir las tasas; por ahora, las expectativas parecerían jugar a favor".

A propósito de los motivos que mantuvieron la brecha en niveles mínimos en cuatro años desde el recambio de gobierno, el director de Estudinero.org, Nicolás Litvinoff, subrayó que las tasas de interés en pesos son negativas en términos reales -comparadas con la inflación- pero positivas en dólares.

Luis Caputo, ministro de Economía

Esto se debe a que la rentabilidad mensual de un plazo fijo asciende a 9,16% mientras que el BCRA fijó un deslizamiento del tipo de cambio oficial del 2% por mes a fin de "proveer un ancla nominal que se extienda más allá del periodo de sinceramiento de precios relativos".

"Los inversores de afuera, que son más bien especulativos, cambian dólares para colocarse en pesos y con esa tasa mensual a los dos meses vuelven a pasarse a dólares", explicó Litvinoff sobre este fenómeno que se conoce como carry trade.

Y sumó: "Como el oficial no se movió, tuvieron una tasa anual que no se consigue en otro lugar del mundo. Eso favorece la entrada de dólares de corto plazo y, al haber devaluado el oficial tan fuerte, también está incentivando la liquidación de los exportadores".

"El objetivo primario del Gobierno de que el Banco Central sume reservas y trate de emitir menos cantidad para pagar menos intereses, una política que le está trayendo buenos resultados. Por el momento, los mercados están dándole crédito al Gobierno. A la primera de cambio que vean que se desvía de lo que prometió, enseguida se produciría el cambio de carteras que puede ser muy violento y muy rápido", acotó.

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Coincidió el economista jefe de PwC Argentina, José María Segura, al observar que el mercado respondió de manera favorable a las primeras medidas de la administración de Javier Milei y eso se tradujo en la comprensión de la diferencia entre los tipos de cambio y el riesgo país.

No obstante, Segura alertó que todavía quedan riesgos "muy importantes" por delante ya que el paquete de iniciativas, "que corren por carriles paralelos y a distinta velocidad, deben coordinarse con una cadencia tal que permitan recuperar el equilibrio fiscal para romper la dominancia fiscal, acumular reservas y limpiar la hoja de balance del Banco Central para eliminar el componente endógeno que arrastra la política monetaria anterior".

"Todo ello debería converger en un punto no muy lejano en el tiempo, que posibilite el abandono del tipo de cambio nominal como ancla de expectativas y su reemplazo por un programa monetario sólido y creíble. De lo contrario, una inflación perezosa pondrá a prueba la tolerancia social, sin la cual no es posible que maduren y den fruto las reformas estructurales que proponen", concluyó.

Dudas respecto a la estrategia del Banco Central

Otro de los puntos que genera dudas entre los analistas es el ancla cambiaria que dispuso el Banco Central: un crawling peg -microdevaluaciones anunciadas- de 2% mensual. Es que se da en una coyuntura inflacionaria de entre 25% y 35%.

Banco Central

En tal sentido, un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) apuntó que se trata del único tipo de ancla nominal con la que cuenta el programa económico de Luis Caputo, "aunque está lejos de significar una de envergadura ante una tasa de interés ultra negativa en términos reales".

"La estrategia del equipo económico, más que exitosa inicialmente, consiste en poner una tasa en pesos 'elevada' nominalmente (entre 8% y 9% mensual) que fuerce a los exportadores a liquidar (es decir, encarece el apalancamiento) y a colocarse en pesos", definieron.

Sin embargo, el esquema que funcionó en el corto plazo para que el BCRA acumule compras por más de USD 3.000 millones desde mediados de diciembre, la aceleración inflacionaria del último mes y la esperada para enero y febrero podrían complicar el panorama.

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"Si bien el ministro Caputo confirmó que el salto devaluatorio fue exagerado para tener 'colchón' para apreciar, la inflación corriendo al 30% en diciembre, y no muy por debajo de este nivel en enero, garantiza una revalorización aceleradísima del peso", alertaron desde PPI.

Es por eso que la consultora financiera vislumbró un escenario de "última devaluación" para salir del cepo cambiario "en algún momento del primer semestre". Cabe destacar que el salto cambiario de 118% ejecutado por el Palacio de Hacienda implicaba un overshooting o sobreimpulso del dólar con el propósito de evitar una licuación del tipo de cambio real por el incremento de la inflación.

Siguiendo esa línea, el analista de negocios financieros de Wise Capital, Ignacio Morales, postuló que el Central encontrará dificultades para sostener el ritmo devaluatorio de 2% "porque la inflación hará que ceda el ritmo de liquidaciones de exportaciones, el BCRA necesita acumular y por eso el tipo de cambio va a necesitar ser ajustado nuevamente".

 

MFN / Gi