Parece un acto reflejo. Cada vez que la Economía de Argentina sufre cimbronazos, su nombre vuelve a sonar cercano al poder. Después de los rumores de una charla con el presidente Mauricio Macri (desmentida por las partes tras una amplia circulación en redes sociales y medios afines al kirchnerismo), Domingo Felipe Cavallo defendió el modelo económico de Cambiemos y justificó la escalada del dólar de la última semana.
"Los dólares que se están yendo son los que nunca debieron entrar", escribió el exministro de Economía en su blog, y consideró que "no hay razones para la alarma" frente a la fuerte suba del billete norteamericano, que llegó a superar la barrera de los 21 pesos.
"No hay razones para la alarma. Ni para el gobierno ni para la gente. Todavía es perfectamente posible lograr que se retome la tendencia a la baja de la tasa de inflación sin que se interrumpa el proceso de crecimiento de la economía que, aunque tenue, siempre es mejor que una recesión", indicó el excandidato presidencial.
Cavallo defendió además la gestión de Federico Sturzenegger (secretario de Política Económica cuando el cordobés era ministro de Economía de Fernando De la Rúa) al frente del Banco Central, y justificó el uso de reservas para contener la demanda del dólar. "No se puede hablar de “quemar reservas” cuando el Banco Central retira por montos equivalentes LEBACs que, en la práctica, son un activo tan liquido como la Base Monetaria y los depósitos a la vista en el sistema bancario", argumentó.
"Los sobresaltos cambiarios de la semana pasada se debieron más a la confusión que genera entre los operadores financieros la aparente puja entre el Banco Central y la Jefatura de Gabinete", sostuvo el exministro. Consideró además que el aumento en la tasa de interés por parte del Banco Central puede ser "leída por los mercados como un regreso a la práctica de inducir carry-trade para conseguir entrada de dólares prestados al activo del Banco Central".
Cavallo sí cuestionó la política de comunicación del Gobierno en la materia: "Lamentablemente, la comunicación pública de la política macro-económica del gobierno no es buena, porque se ha hecho de la independencia del Banco Central y del modelo de política monetaria que persigue metas de inflación, una suerte de piedra filosofal, mientras hay indicios que el equipo económico razona con otros esquemas teóricos, que no se sabe bien cuales son, porque nadie los ha explicado con la precisión y convicción que el presidente del Banco Central ha explicado el suyo", planteó.
"El gobierno tiene que dejar de hablar de metas cuantitativas de inflación, centrar su esfuerzo en controlar el crecimiento del gasto público primario, en términos nominales, no como porcentaje del PBI", agregó.
El exministro señaló además que "los dólares que se están yendo son los que nunca debieron entrar". E"l gobierno no debe preocuparse en retenerlos y no debe buscar aumentar reservas con dólares del carry-trade".
"El curso futuro de la inflación va a estar determinado fundamentalmente por el ritmo al que aumente el gasto primario del gobierno en términos nominales, el ritmo al que aumente el precio del dólar y el ritmo al que aumenten los salarios", sostuvo. Por último, dijo que "si hay déficit fiscal, habrá sobrevaluación del peso por un período que puede llegar a ser bastante largo. Por consiguiente, se percibirá en la economía un atraso cambiario preocupante para exportadores".