El Gobierno comenzó a admitir que Argentina no es inmune a la crisis financiera internacional. En concreto, el anunciado pago de la deuda al Club de París quedó suspendido de hecho, y no parece que la iniciativa vaya a retomarse en el corto plazo mientras dure la recesión.
"El pago al Club de París está en stand by y hoy, a la luz de la crisis financiera internacional, no podemos decir cuándo se concretará", confesó un ministro al diario La Nación. Por su parte, otro funcionario involucrado en los detalles de la operación afirmó que "la voluntad de pago existe, pero se están revisando los momentos y las oportunidades para hacerlo".
Cristina Fernández de Kirchner había anunciado el 2 de septiembre de 2008 que se saldaría la deuda de 6.700 millones de dólares con el Club de París. La entidad de crédito -que incluye a países como Alemania, Japón, España, Holanda, Francia, Estados Unidos, Italia y Suiza- aceptó la propuesta, aunque reclamó que el pago debía ser en realidad de U$S 7.900 millones.
Incluso el Fonto Monetario Internacional (FMI) apoyó la medida y el Gobierno prometió que el pago no se demoraría ni se echaría atrás. Sin embargo, a medida que empeoraba la crisis financiera, un manto de dudas se instaló sobre el tema.
El Gobierno comenzó entonces a revisar su postura y trascendió que cancelaría la deuda en cuotas: primero la parte ya vencida y luego cumpliendo con los vencimientos futuros, una vez alcanzado el acuerdo.
Cuando se anunció la medida, antes de que estallara la crisis, el kirchnerismo buscaba que la Argentina volviera a ser un país "confiable" ante los organismos financiero y las inversiones, para así atraer el crédito y las inversiones extranjeras. Ante las perspectivas de recesión, ahora saben que, aún si cancelaran todas sus deudas, la llegada de dinero del exterior es poco probable cuando todas las empresas se repliegan, despiden personal y recortan gastos.