Ferias ambulantes, compras comunitarias, puestos que afloran en las avenidas porteñas y visitas organizadas al Mercado Central: las bases militantes del oficialismo y organizaciones de consumidores desafían las recetas ortodoxas tradicionales y promueven otra estrategia contra la suba de precios que consiste en una comercialización de bienes básicos sin intermediarios, en un país donde la fijación de precios se concentra en pocas manos.
La Cámpora encabeza a través de cada una de sus sedes barriales compras comunitarias en el Mercado Central, con lo que buscan probar que “es posible acceder a productos de excelente calidad a precios populares, demostrando que son los grandes monopolios quienes intervienen en la cadena de formación de precios, elevando los mismos para maximizar ganancias, afectando los ingresos de los trabajadores”, según detalla la organización kirchnerista.
Con impulso oficial, la demanda en los últimos tiempos aumentó entre un 20 y 30%, acompañada por un lado por la mejor difusión, pero también porque el ahorro es importante. En las comunas se preparan entre cien y 150 bolsas por quincena para vender entre los vecinos. Una bolsa de entre diez y 11 kilos de La Cámpora con una variedad de frutas y verduras del Mercado Central se vende, según el caso, entre $ 30 y $ 35 pesos cada 15 días.
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