ECONOMIA
HABLÓ EN WASHINGTON

Kicillof, la voz market friendly de CFK que aleja la idea de default

Indicó que su espacio tiene otras ‘prioridades’, pero se mostró dialoguista. Advirtió que la economía tiene que crecer para poder repagar la deuda.

20190510_1410_eco_CP22 Prensa Kicillof
EN EL WILSON CENTER. El diputado dialogó con un periodista de la CNN y comparó los números del kirchnerismo con los de Macri. | Cedoc Perfil

El diputado y ex ministro de Economía, Axel Kicillof, pasó por los Estados Unidos con la misión de despejar dudas sobre las políticas de un eventual regreso del kirchnerismo al Gobierno. En una charla en el Wilson Center, fue categórico: “Nadie quiere un default”.

La idea de que se respetarán los contratos, aunque haya una renegociación con el FMI, permeó en las reuniones con legisladores y los representantes de la Cámara de Comercio.  El ex funcionario de Cristina Kirchner negó reuniones con funcionarios de la administración de Donald Trump o con inversores de Wall Street. “El Gobierno quiere instalar la idea de que tenemos reuniones”, dijo y lo acusó de haber vinculado suspuestas reuniones de sus colaboradores con inversores con la última corrida cambiaria.  

En una presentación de casi una hora y media, el economista agregó que para evitar una cesación de pagos de la deuda, el Gobierno de Mauricio Macri “tiene siete meses para evitar que la situación llegue a una situación de emergencia financiera”. No solo le cargó responsabilidad al Ejecutivo. También al Fondo Monetario Internacional. Y dejó un mensaje para todos los acreedores, incluidos los inversores financieros. “Si quieren cobrar su deuda, la economía tiene que tener capacidad de repago”.

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Para el ex funcionario, el país tiene que recuperar el crecimiento. No detalló medidas, pero sí “prioridades” como la creación de empleo, la distribución de la riqueza y la industrialización. “Se tiene que ordenar la economía y dar certidumbre de hacia dónde va el Gobierno”, indicó.  

A cambio, pidió recuperar control sobre los instrumentos de política económica. “Al FMI hay que pedirle autorización para la política crediticia (tasa), el tipo de cambio, el uso de reservas y el gasto público”. Pese a la crítica, admitió que habrá que negociar con el FMI. “Con el Fondo va a haber que tener conversaciones y lo más provechosas posibles”.

El vocero del FMI, Gerry Rice, descartó en una conferencia el jueves que se esté analizando cambiar los plazos de pago. En los próximos cuatro años los vencimientos de deuda ascienden a más de US$ 150 mil millones.  

Una comitiva del Fondo, encabezada por Alejandro Werner, está en el país, para la revisión trimestral que debería terminar en un nuevo desembolso de US$ 5.500 millones.

Sobre el endeudamiento, vaticinó que podría llegar al 100% del PBI a fin de año. Y remarcó que la fuga de capitales asciende a US$ 66 mil millones. “Dos tercios de la deuda se fue para nunca volver”.

Antiprograma. “Yo no haría lo que está haciendo Macri”, dijo en otro pasaje de su presentación y recordó los “cinco puntos” del plan económico actual: “fuerte devaluación, desregulación de la cuenta capital, gran apertura de las importaciones, incremento muy fuerte de la tasa de interés y la dolarización de las tarifas. Esos programas nunca funcionaron”.

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Doctor en Economía de la Universidad de Buenos Aires, Kicillof consideró que el contexto de guerra comercial e inestabilidad financiera “no ameritan un programa enlatado” como el que se acordó con el FMI. “Es muy difícil pensar en una desregulación completa de los mercados cuando el mundo está proteccionista. No va a haber un boom exportador ni de inversión extranjera directa, por más market friendly que sea el Gobierno. Hoy el mundo no está así, no iba a ocurrir, no ocurrió”, remarcó.

A lo largo de su presentación, comparó cifras entre el Gobierno de Macri y los doce años de kirchnerismo. Aclaró que usaba los datos de inflación de la Ciudad de Buenos Aires “para evitar cuestionamientos” pero no se refirió a los años de intervención en el Indec de Guillermo Moreno.

Candidato. La pregunta del millón por las candidaturas también se hizo en Washington. “Hoy no las tenemos definidas. Depende de una situación que está siendo muy cambiante e inestable, en lo económico y en lo político”, indicó, aunque reconoció que las encuestas le dan bien a Cristina Fernández. También que él mide bien en Provincia frente a María Eugenia Vidal. Es el único al que los votos para CFK se le trasladan casi en su totalidad. Por eso incluso suena como presidenciable. En ese marco, señaló que se abrió la convocatoria al peronismo. “Pero no queremos imponer candidaturas”, dijo.

La corrupción fue otro tema inevitable. “Estoy preocupado por el Estado de Derecho en la Argentina. Hoy el Presidente dice si hay que echar a un juez. El que cometió un acto de corrupción tiene que ser condenado, pero tiene que poder defenderse”, remarcó.