Los empresarios ya esperan definiciones de Caputo para el corto, mediano y largo plazo

Todas las miradas están puestas en la designación de Luis Caputo al frente del Ministerio de Economía. La confirmación activará una catarata de reuniones e invitaciones con el sector privado, que espera definiciones de corto, mediano y largo plazo. Si, finalmente, el extitular de Finanzas de Mauricio Macri estará al frente del Palacio de Hacienda, en el mundo empresario comenzarán a reactivar sus planes para 2024, que se paralizaron ante la incertidumbre del armado del gabinete libertario, con o sin plan de dolarización de por medio.

La designada canciller y senadora electa, Diana Mondino, se convirtió en un eslabón clave y ya recibe propuestas y alertas de parte del establishment. También Guillermo Francos (ministro del Interior) y Nicolás Posse (jefe de Gabinete) mantienen reuniones de enlace con el círculo rojo para destrabar puntos de tensión que pueden afectar el funcionamiento de las empresas, si hay una descoordinación de puntos centrales, como la deuda comercial, el nivel de atraso cambiario y la liberación de precios.

El jueves de la semana próxima, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, y su equipo directivo dieron de baja la participación del presidente electo, Javier Milei, en el cierre de la 29ª Conferencia Industrial. Pero está a confirmar la presencia del designado ministro de Economía, porque los dueños de las fábricas argentinas ya tienen claro que Industria no tendrá rango de ministerio y quedará bajo la órbita de Caputo, quien ya se reunió con los bancos nacionales, agrupados en Adeba, pero todavía no tiene agenda para la UIA.

Diana Mondino tendrá un encuentro con empresas de EE.UU.

En la sede central de los industriales, ubicada en Avenida de Mayo al 1100, justo a medio camino entre la Casa Rosada y el Congreso, la agenda de temas es amplia. En ese ámbito conviven sectores protegidos por el Estado, para evitar una competencia desleal con productos importados; y grandes empresas y sectores que confían en un plan de shock que estabilice la macroeconomía y las libere de las intervenciones constantes, en materia de precios y comercio exterior. Si es Caputo, la dolarización habrá quedado como un spot de campaña.

Mañana, sin horario aún, Mondino tendrá una cumbre con Amcham. Los representantes de las empresas estadounidenses en la Argentina le acercarán el decálogo de propuestas para “una Argentina viable”, que incluye reglas claras, independencia de poderes, transparencia del Estado, un plan de estabilización, reformas impositiva y laboral, informalidad, dinamización del comercio exterior, eliminación de las retenciones a las exportaciones, reforma del sistema sanitario y calidad educativa. Sin embargo, la agenda urgente será “normalización del comercio exterior y cancelación de pasivos comerciales”.

También el lunes será fecha clave para los industriales, que esperan una confirmación. Milei los dejó plantados en la invitación que les realizó a los candidatos días antes del balotaje. Según pudo saber PERFIL, el presidente electo no quiere negociar mano a mano con las fábricas, sino que su equipo mantiene vínculos con el Grupo de los Seis, integrado por la UIA, los comerciantes de la CAC, los constructores de Camarco, los bancos de Adeba, la Bolsa de Comercio porteña y la Sociedad Rural. Sucede que la idea de un mercado interno fortalecido y el sostenimiento de las barreras comerciales serán puntos de tensión con la producción nacional.

Aun así, una fuente fabril le confesó a este medio que, con la elección popular revelada en las urnas, el círculo rojo productivo espera un shock que evite una sangría de dólares: “Si no va a fondo y acomoda todo de una sola vez, aunque haya conflicto, el sistema se lo va a comer y se licuará todo”, soltó el dueño de una empresa, con sede en 
distintos puntos del país y que reporta en la UIA. Pero hay tensiones entre los industriales por el traslado a precios de una devaluación en torno al 100%. Mientras algunas fábricas ya comenzaron un traslado a góndolas de la represión de costos, otras quieren un plan de “autorregulación” para evitar que “el barco se hunda antes de zarpar del puerto”.

En los últimos años, en la UIA ganó terreno el poder del lobby cordobés. La provincia mediterránea, en donde Milei se impuso con contundencia, tiene actores de peso en la conducción industrial, como Arcor, Stellantis y Georgalos. El desembarco del cordobesismo en el gabinete nacional, liderado por el excandidato presidencial Juan Scharetti, hizo relucir los vínculos que tiene el sector privado con los funcionarios de La Docta. Entre otros, con Osvaldo Giordano, designado para encabezar la Anses, y Franco Mogetta, para hacer lo propio en el área de Transporte de la Nación: el primero es el titular del Ministerio de Finanzas, y el segundo, actual secretario provincial de Transporte en Córdoba. La formalidad del empleo es central en la agenda empresarial.

Fuentes vinculadas a ese espacio político confiaron a PERFIL que existe un proyecto que había sido “muy bien recibido” en la dirigencia local sobre la reconversión de los planes sociales en programas efectivos de generación de empleo genuino. El plan fue elaborado por el Centro de Estudios e Investigaciones para el Desarrollo (Cesid), un nuevo think tank cordobés que comanda el actual director de Empleo, Nicolás Quaglia. “Académicamente son impecables, representan a generaciones nuevas y tienen una visión moderna de cómo reformular políticas públicas tan sensibles como el empleo, repensar el sistema jubilatorio y reformular los subsidios”, confiaron desde el entorno de Schiaretti.