ECONOMIA
EL VÍNCULO CON BEIJING

Los desafíos de convertirse en "Argenchina"

Una misión de empresarios, acompañados por autoridades nacionales, participó de la Exposición Internacional de Importaciones de China. El país es el segundo socio comercial de Argentina, pero el comercio bilateral decreció con respecto al año pasado. Menos exportaciones hacia el país asiático y una reducción de importaciones para la producción son los motivos, señala el último informe del Indec. Especialistas también advirtieron sobre la letra chica de los acuerdos.

MASSA EN CHINA
EN BEIJING. Sergio Massa, en su visita a China de mayo pasado. Impuso el término "Argenchina". | NA

“Nos deberíamos llamar ‘Argenchina’”, bromeó el ministro de Economía y candidato a la presidencia, Sergio Massa, luego de visitar el país asiático en junio de este año, mientras se anunciaba la apertura del mercado para las menudencias, sorgo, maíz y trigo por 700 millones de dólares; y el desembolso de más de 3000 millones más para proyectos de infraestructura. Esta semana, además, un grupo importante de empresarios viajó a Shangái en busca de inversiones y nuevas oportunidades comerciales.

China se convirtió en el segundo socio comercial más importante de Argentina, superado solamente por Brasil. Los dos países se han convertido, por otra parte, en anatema para Javier Milei: el candidato libertario coquetea con reducir los vínculos con Beijing y Brasilia, por diferencias ideológicas.

Los lazos económicos con el país asiático fueron creciendo en los últimos 30 años, cuando se encontraba mucho más atrás en esta lista: entonces ocupaba el puesto número 14. El gigante, que por décadas parecía dormido, despertó en el ámbito político y diplomático internacional con el comienzo del Gobierno de Xi Jinping, pero sobre todo después de la conocida “diplomacia del Covid”. 

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Ahora, y como parte de estos lazos crecientes entre China y Argentina, el Gobierno organizó una misión comercial de más de 60 empresas argentinas a Shanghái. Los sectores de la industria de alimentos, bebidas y energía participaron esta semana de la Exposición Internacional de Importaciones de China.

La oportunidad parece importante. Según un informe del Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC), Argentina se convirtió en el país latinoamericano que más inversiones chinas recibió, desplazando a Brasil que hasta 2022 ocupaba el puesto número uno.

Para China, la región representa una oportunidad en tanto abastece de materias primas y recursos naturales que el país necesita. Para Argentina, Brasil y otros países como Venezuela, resulta un mercado importante y una fuente de financiamiento.

En el caso particular de Argentina, uno de los principales intereses de China es el litio. Más de la mitad de este recurso se encuentra compartido con otras dos naciones: Chile y Bolivia, con los que el país asiático también estrechó lazos comerciales, políticos y diplomáticos recientemente.

La oportunidad parece importante. Según un informe del Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC), Argentina se convirtió en el país latinoamericano que más inversiones chinas recibió, desplazando a Brasil que hasta 2022 ocupaba el puesto número uno.

Si bien China es una gran oportunidad como importador de alimentos argentinos, la balanza comercial sigue siendo negativa y las ventas bajaron respecto al año pasado. Según el último informe del Indec, en septiembre Argentina exportó hacia este país 477 millones de dólares, e importó 1421 millones.

“El intercambio comercial con China registró un saldo negativo de 944 millones de dólares. Las exportaciones sumaron 477 millones de dólares, con una caída interanual de 54,7% (-577 millones de dólares), principalmente como consecuencia de menores ventas”, señala el documento. En cuanto a los principales productos exportados, “el 53,6% de los despachos se concentró en porotos de soja excluidos para siembra; carne bovina, deshuesada, congelada; y aceite de soja en bruto, incluso desgomado”. 

Las importaciones también se redujeron con respecto al año anterior. Según los datos oficiales, en septiembre de 2023 bajaron 12,2% con respecto al mismo mes de 2022, algo que se explica por “menores compras de suministros industriales”. 

Pero la cuestión no es meramente comercial. La Fundación FREE y el Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEFAS), en su más reciente informe sobre la influencia de China en Iberoamérica, señalaron que este relacionamiento también está vinculado a un nuevo posicionamiento de la potencia frente al mundo, y una pretensión de convertirse en un modelo alternativo al occidental.

Durante muchos años, China prefirió mantenerse al margen de los asuntos diplomáticos y políticos mundiales. La discusión sobre este papel es de larga data: una vez terminada la Guerra Fría los teóricos de las relaciones internacionales comenzaron a imaginar cómo sería el reparto de poder en el mundo. Desde entonces China, con un gran potencial económico que le daba lugar para tener un rol más activo en política internacional, decidió no asumirlo. Pero eso comenzó a cambiar y tuvo un punto de inflexión con la pandemia: desde allí la nación comenzó a tomar un rol más activo a través de la donación y venta de vacunas, algo a lo que le siguieron los intentos de mediación en la guerra entre Rusia y Ucrania.

La presencia de China se extendió a diferentes aspectos de la vida, señalan en el informe citado. Entre ellos, la aparición de medios de comunicación chinos en lengua española. 

El problema, aseguró Eduardo Puig de la Bellacasa, responsable del área internacional de CEU – CEFAS durante la presentación del documento, es que “China no es transparente” en sus acuerdos. Según el especialista, por cada acuerdo comercial o económico que se firma con el país, hay tratados paralelos que no se conocen. “Para los países pequeños es difícil salirse de los acuerdos firmados con China”, lo que hace que “vean vulnerada su autonomía, y, en muchos casos, su soberanía”.