ECONOMIA
SUBAS DESCONTROLADAS

Precios desatados: de la regulación al sinceramiento, qué podría pasar ahora

Los precios regulados, considerados una "aberración" por el presidente electo, podrían vencer a partir de este domingo. Aun así, los productos de primera necesidad siguieron subiendo esta semana mucho más de lo acordado entre el Gobierno y algunas empresas para noviembre y diciembre, y los comercios ya está recibiendo notificaciones de subas para la próxima semana. El sinceramiento de precios y una posible devaluación, claves para determinar lo que pase.

PROGRAMA PRECIOS JUSTOS
Precios Justos | Télam

El presidente electo, Javier Milei, calificó como “aberrantes” los controles de precios para combatir la inflación y anunció que liberará todos los que sean posibles. La gran incertidumbre es qué pasará a partir del 10 de diciembre con los productos básicos que ya registraron fuertes incrementos en las últimas semanas, pero que a partir de ahora probablemente quedarán fuera de la regulación. 

Después del balotaje el Gobierno saliente renegoció con algunas empresas el programa Precios Justos, con subas de hasta el 12% para noviembre y del 8% para diciembre. Sin embargo, los valores empezaron a escalar muy por encima de los acuerdos, y llegaron incluso a subir un 50%. En ese momento, economistas consultados por PERFIL habían adelantado que estos aumentos eran parte del sinceramiento de precios que continuará en los próximos meses. 

Argentina tuvo diferentes intentos de regulación de precios. Un informe del Instituto de Desarrollo Social Argentino (Idesa) mencionó los ejemplos de 1952, con la creación de la Comisión Nacional de Precios y Salarios; de 1967, con el congelamiento de precios de productos industriales; de 1977, cuando en época de dictadura se estableció una tregua de precios por 120 días; de 2006, cuando los acuerdos pensados por tres meses se extendieron durante todo el año; y uno de los antecedentes más parecidos al actual, que fue el de Precios Cuidados durante el Gobierno de Cristina Kirchner. Durante el Gobierno de Macri la herramienta fue utilizada para el caso de los productos considerados esenciales. 

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Inflación
Foto: Télam

“Mirando la historia tanto reciente como de largo plazo de Argentina, es muy difícil sostener que los controles de precios hayan funcionado alguna vez como freno a la inflación”, explicó a PERFIL Valentín Gutiérrez, analista económico de la Fundación Libertad y Progreso. Para Gutiérrez, estos acuerdos “no pueden más que tener un efecto muy puntual y transitorio, generalmente trayendo otros problemas como la escasez o inflación reprimida que prontamente debe sincerarse”.

Para graficarlo citó los resultados de los ejemplos anteriores: “Lo hizo el Gobierno de 2011 a 2015, y la inflación acumulada fue de 172%. Se probó también de 2015 a 2019, y la inflación fue de 296%. Nuevamente, lo mismo venimos intentando en los últimos 4 años, pero la inflación ascendió a 814%”. 

Para el economista Camilo Tiscornia, estos acuerdos “terminan siendo paliativos que se ponen para contener las distorsiones que se generan con otras partes de la política económica”. 

Por eso, agregó, “lo que termina ocurriendo es que el día que se eliminan y hay un sinceramiento generalmente se manifiesta toda la inflación que había estado reprimida, que es lo que estamos por vivir en Argentina”. 

Sin embargo, destacó también, en algunas situaciones podrían resultar útiles. Por ejemplo, si se aplican en medio de la transición de un plan de estabilización: “Podés hacer el ajuste fiscal y frenar la emisión monetaria, pero cuando tenés contratos que estaban firmados desde antes, el día que esos contratos empiecen a vencer, está la tentación de querer compensar por la inflación que pasó desde la última vez que se negoció el contrato. Entonces, cuando esos lapsos son más o menos largos, tendrías inflación por esos contratos que se están ajustando”. 

En el mismo sentido, Amílcar Collante explicó a este medio que “lo que necesita Argentina es un plan de estabilización” y en ese marco los acuerdos de precios son útiles “para que la economía comience a desindexarse”. Pero también advirtió que “los acuerdos no funcionan si se hacen sin corregir el tema de fondo (emisión y déficit fiscal)”, aunque sí son efectivos “dentro de un programa integral que te permita ganar algo de tiempo mientras se hacen el resto de las correcciones”. 

En la práctica el sinceramiento de precios comenzó, y continuará en diciembre. “Esta semana las galletitas aumentaron 15% y nos avisaron que la semana que viene van a subir 12% más. La yerba aumentó 40% y el edulcorante 40%”, afirmó a PERFIL Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires (FABA). 

“El hecho de que los mayoristas estén otra vez poco nutridos de mercadería y con muchos faltantes de higiene y limpieza personal, y otros como aceite, significa que le van a dar otro golpe, ya sabemos que es así, hay que esperar a la semana que viene”, agregó. 

Con respecto al precio de la carne, por ejemplo, Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra) agregó que “lo que ocurra la semana que viene va a depender de las medidas macro que se anuncien el domingo. Por ejemplo, si el dólar estará a 850 pesos o a 650. Ese valor no solo determinará el valor de los novillos de exportación, sino que arrastrará el precio de los animales de consumo”.

Según Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), el precio de la carne subió 20% desde el balotaje hasta ahora. “La verdad no tenemos idea de qué va a pasar con esa devaluación. Obviamente los exportadores tienen mucho que ver con el precio de la carne, pero el mercado interno que manejamos nosotros realmente está muy deprimido”. Para los representantes del sector si los precios siguen subiendo el consumo podría bajar. “Estábamos en 52 kilos, vamos a bajar a 42, seguro. Ahora la gente va a querer cortes de fiestas, cortes de verano, y se va a hacer un tema complicado, pero se va a frenar la venta”.

Otros productos sustitutos de la carne vacuna, como el cerdo, también subieron desde los comicios. “Los precios aumentaron 33% desde las elecciones generales y 11% desde el balotaje”, explicó Juan Uccelli, consultor del sector porcino. 

Y, “por el precio que marcó PORMAG, que es la referencia de precios del sector, podrían aumentar un 10% más la semana próxima”, sintetizó.