ECONOMIA
DAOS COLATERALES

Prevén más fraudes internos y robos en las empresas por la crisis

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La preocupación habitual de las empresas por el llamado “fraude corporativo” se acrecentará este año. Porque, según expertos en la prevención de estos delitos, cuando hay retracción económica, crecen los incentivos para los posibles estafadores y se relajan los controles por recortes de presupuesto.
Desde el robo de activos físicos hasta la malversación de fondos de las compañías, el 75% de las firmas en la Argentina sufrió algún delito económico, de acuerdo con la encuesta global que realiza Kroll, una de las firmas líderes en la mitigación de flagelos contables. En igual sentido, en las mediciones que realizan las firmas de auditoría PWC o KPMG, asoma el costo de los desfalcos, que les cuestan hasta el equivalente a 5% de las ventas anuales y que tiene como principal responsable a empleados internos de rangos medios o altos que se asocian a terceros.
“Una crisis puede hacer que una persona se vea muy presionada y cometa delitos económicos”, explica Jorge Bacher, de PWC. “Cuando alguien ve amenazados sus ingresos, quiere asegurarse de mantener el nivel de vida y es más propenso a buscar ‘bonus extra’; además aprovecha que se reducen los fondos para controles”, apunta Diego Bleger, de KPMG. Según él, hay 10% de gente que no se robaría nada nunca, 10% que está buscando qué ventaja sacar todo el tiempo, y un grueso 80% que decidirá según controles, motivaciones y contexto.
Un año como 2014, de crecimiento nulo y caída de salario real tanto para empleados como para jerárquicos, en las empresas se abre la puerta a que “se racionalice” más un fraude corporativo. “Si no me dan un aumento, cómo no me voy a robar esto”, puede autojustificarse un hurto un gerente de compras. Si había dos personas para dos áreas de trabajo y, por reducción de personal, se unifican en un mismo empleado con igual salario, hay otra variante que impulsa la búsqueda de resquicios para ingresos ilegales. “Cuando hay crisis, aumenta la necesidad y se busca la oportunidad de fraude”, explica Matías Nahón, CEO de Kroll en el país. El top five de los delitos corporativos en el país son, según la firma, el fraude de proveedores, el robo de mercaderías y el robo de datos. Y una tendencia creciente en tiempos de cepo importador: crece el robo hormiga en las autopartistas, donde desaparecen piezas de autos que pululan luego como ofertas irresistibles en Mercado Libre