El Gobierno de Javier Milei afrontó, este miércoles 20, su primera licitación de deuda, de la mano de tres bonos en pesos. El equipo económico, comandado por el ministro Luis Caputo, obtuvo como resultado financiamiento por $2,9 billones. Sin embargo, algunos expertos pusieron la lupa en la tasa de interés, muy por debajo de la inflación.
Es que, según el analista y docente universitario, Pablo Tigani, esto representa "una licuación de los pasivos", que "se va a financiar con el ahorro de los argentinos", como "el que tiene depósito en cuenta corriente, caja de ahorro y plazos fijos". En la misma línea, el economista Gastón Lentini sostuvo: "Toda persona que entró en esta licitación va a perder la diferencia".
De los tres bonos, se destacó una Letra del Tesoro a descuento a un corto plazo, con vencimiento el próximo 18 de enero (S18E4). Ese título cosechó la mayor parte de las ofertas, por $11,72 billones, de los que se adjudicaron $2,00 billones con una tasa efectiva mensual de 8,66%. que aunque es levemente superior a la establecida por el Banco Central para plazos fijos, está muy lejos de las estimaciones inflacionarias para el mes en curso, que podría llegar al 30%, según consultoras privadas.
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Según Tigani, el objetivo del titular del Palacio de Hacienda con esto es "llevar adelante un 'Plan Bonex', pero sin bonos, a partir de la no licitación de Leliq y la promoción de pases a un día"; estos últimos que, de desarmarse, llevarían al dólar, según estimó, por arriba de los $3.000 de forma casi inmediata.
El Plan Bonex fue un programa implementado durante el primer mandato de Carlos Menem, en enero de 1990, que consistió en el canje de depósitos en australes, moneda de curso legal en aquella época, a plazo fijo por títulos de deuda pública con vencimiento a 10 años, en 1999. Tenía el objetivo de disminuir la cantidad de billetes en circulación y evitar que se destinaran a compra de dólares, dos de los objetivos que tiene el actual gobierno de La Libertad Avanza.
"Lo que se está dando es algo muy al estilo "Maquiavelo". Al mismo tiempo que el dólar se planchó, y pese al carry-trade, están licuando en pesos, porque están pagando menos tasas de interés de lo que es la tasa de inflación", agregó Tigani, en diálogo con PERFIL.
Por su parte, y jugando con su apodo del "Messi de las finanzas", Lentini aseguró que esto, para la gestión libertaria, a pocos más de 10 días de su asunción, representa "un gol de media cancha".
"Lograron financiarse al 8% mensual, en pesos, contra una inflación del 25%. Toda persona que entró en esta licitación va a perder la diferencia. Eso va a ser pérdida de poder adquisitivo de todas las personas que entraron. Esto, para el gobierno, es un acto maravilloso de financiación a bajo costo, y para el inversionista una inversión completamente ineficiente y negativa, por la que va a perder dinero mientras la mantenga", afirmó.
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Por su parte, el Licenciado en Finanzas, Juan Manuel Palacio, aseguró que, con esta disposición por parte del gabinete económico, "se afianza el plan licuadora”, ya que “se licua el salario y se licua el ahorro, porque toda inversión pierde contra la inflación, ya sea un plazo fijo, el dólar, los bonos ajustados por CER, etcétera”.
“También se licua el gasto público. El tema es a dónde nos llevan con esto, porque es transitorio”, completó, a través de su cuenta en X (ex Twitter).
Por ahora se afianza el plan licuadora, se licúa el salario, se licúa el ahorro (toda inversión pierde contra la inflación, ya sea un PF, el dólar, los bonos ajustados por CER, etc). También se licúa el gasto público. El tema es a dónde nos llevan con esto, porque es transitorio
— Juan Manuel Palacio (@PalacioJuanM) December 20, 2023
De la licitación, el gobierno obtuvo otros $893.630 millones correspondientes a una Letra (T2X5) ajustada por CER, un indicador que sigue la evolución de la inflación, y una sobretasa del 4,25%, que se abonará el 14 de febrero del 2024, mientras que otros $71.341 millones se dieron a partir de un título (BONCER 2026) de similares características pero con un adicional del 2%, a pagarse el 9 de noviembre del 2026. Estos dos casos, sí, ajustables por inflación, en medio de la escalada de precios actual.
Por otro lado, el Ministerio de Economía informó que con el resultado de esta licitación efectivizará la “recompra al Banco Central de la República Argentina de instrumentos de deuda pública que se encuentran en cartera de esa entidad”. De esta manera, afirman, se reducirá el peso de la deuda que tiene la entidad monetaria, que pasará al Tesoro Nacional.
Cabe destacar que el período de Alberto Fernández cerró con una deuda de US$422.825 millones, esto sin incluir, por mencionar, las obligaciones de pago pendientes por parte del BCRA a las empresas importadoras, que supera en la actualidad los U$S55.000 millones, un tercio más que el total del préstamo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le otorgó a la Argentina en 2018.
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Así se despende del último informe realizado por el Ministerio de Economía, donde se detalló, a su vez, que el 38% de la deuda en situación de pago normal es pagadero en “pesos” mientras que el 62% restante, en moneda extranjera.
¿Qué es la deuda pública en pesos?
En este sentido, la emisión y licitación de deuda en pesos en el corto plazo está atada, entre otras cuestiones, a la imposibilidad de obtener financiamiento externo, una situación más que relevante, mientras la actual administración renegocia el acuerdo con el FMI, además de la necesidad de utilizar una fuente alternativa para cubrir el déficit fiscal, uno de los ejes centrales de la campaña y el accionar, en las primeras horas de mandato, por parte de Milei.
En el plazo de vencimiento establecido, el Estado debe pagar las obligaciones que contrajo o, en su defecto, renovarlas. Este último procedimiento, conocido como “rollover”, consiste en el refinanciamiento del capital adeudado a través de la emisión de una nueva letra o bono, con similares o diferentes características.
Caso contrario, los inversores pueden volcar ese dinero al consumo, lo cuál puede generar mayor inflación en determinadas circunstancias, a partir de la circulación monetaria, a la compra de dólares, hoy en medio de un cepo cambiario, con intenciones por parte de la gestión de La Libertad Avanza de eliminarlo progresivamente, o el armado de plazos fijos, algo que utiliza el Banco Central para fomentar el ahorro en pesos y evitar el traslado a precios o moneda extranjera.
LR
