Este miércoles, como se esperaba, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) volvió a aumentar las tasas de interés en un 0,75% en su lucha por intentar ponerle un freno a la suba de precios históricos. La decisión se produce apenas un mes después de su medida más agresiva desde 1994 que, también, fue por ese porcentaje.
Este número es la primera vez en la historia moderna del Banco Central estadounidense en la que eleva las tasas de interés a ese nivel dos veces consecutivas. Con la medida, la Fed manejará su economía a baja velocidad, obligada por la inflación que, como en otras latitudes, conlleva medidas agresivas para frenarla.
El contexto global en medio de la decisión de la Fed
La decisión tomada por la Fed este miércoles, acompañan las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que consideró un crecimiento global hasta el 3,2% para el 2022 y el 2,9% para el 2023. Estados Unidos sufrió una importante revisión a la baja en las previsiones del Fondo: 2,3% de crecimiento para este año y solo el 1% para el 2023, 1,4. Es decir, 1,3 puntos menos que en los cálculos hechos en abril pasado por el Fondo.
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Esto hace suponer que el escenario económico más probable a nivel global sea el de una estanflación, un período de bajo crecimiento e inflación al alza, pues, el avance de la inflación se materializa en las proyecciones del FMI que, eleva los pronósticos en casi un punto a 8,3% para el Índice de Precios al Consumidor a nivel global y 5,7% para el 2023.
¿Cómo afecta esto a la Argentina?
Una economía mundial que se ralentiza es una mala noticia para una Argentina urgida de dólares y con problemas en las exportaciones que, podrían poner en riesgo el cumplimiento del acuerdo con el organismo que dirige la economista búlgara, Kristalina Georgieva.
Andrés Reschini, analista en F2 Soluciones Financieras, comentó en diálogo con PERFIL: “Creo que los precios ya descuentan una mayor probabilidad de suba Fed rate de +75 bps. Me parece que la discusión hoy radica en el sendero de próximas subas, evolución de la inflación y PBI. Sorpresas negativas en estas variables pueden traer bajas en los commodities y mayor costo del crédito para Argentina. Eso, si todo lo demás se mantiene constante”.
Por su parte, la economista Natalia Motyl, comentó a este medio: “Una muy mala noticia para la Argentina, que se encuentra en un estado extremo de vulnerabilidad. Hoy una de las mayores preocupaciones de la actual gestión es cómo acumular reservas, que hoy el BCRA no tiene. Una suba de tasas va a impactar negativamente sobre el precio de las commodities por lo que entrarían menos dólares de afuera sumado a un contexto de baja en la liquidación del agro”, comenzó diciendo.
“Claramente esto, sumado al impacto negativo sobre las monedas emergentes, podría provocar una subida fuerte en los dólares paralelos y un mayor drenaje de reservas para estabilizar el mercado cambiario por parte del BCRA. Asimismo, el capricho del gobierno de no querer subir las tasas de interés podría generar una marcada caída en la demanda de activos locales. Hoy el BCRA debería estar contrayendo la oferta monetaria, subir tasas de interés y los encajes. Pero ninguna de estas opciones son adoptadas por el BCRA”, comentó Motyl.
¿Y el riesgo país?
Mauro Cognetta, Managing Partner de Global Focus Investments, comentó a PERFIL: “Con un Riesgo País cerca de los 3 mil puntos que; está compuesto por el spread (diferencial) que pagan los bonos argentinos respecto a los de Estados Unidos, más la renta que ofrecen los papeles norteamericanos; si se mantiene constante el spread, pero sube la tasa en Estados Unidos eso dispara el riesgo país de cualquier nación, por lo tanto, el nuestro también”.
“Cualquier suba de tasas impacta directamente en los mercados emergentes, y en Argentina, en particular”, agregó Cognetta.
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No obstante, el analista consideró que con los niveles de Riesgo País que tiene la Argentina, “que suba o que bajen las tasas en Estados Unidos no nos mueve el amperímetro”. Según la explicación de Cognetta, “Argentina ya está por fuera del crédito internacional a estos valores, que suba más la tasa de interés en Estados Unidos empeora la situación, pero tampoco cambia mucho la de Argentina”.
Cómo explicaron los analistas, un dólar más fuerte significa que los precios de los commodities serán más bajos. Eso claramente constituye una amenaza para países productores de materias primas como la Argentina.
No obstante, la situación se agrava al observar el estado de las reservas del Banco Central que, perforaron este martes el piso de los US$ 39.500 millones. La necesidad de dólares que, hoy, son más escasos que ayer, pero menos que mañana, presionan a la coalición gobernante.
SE / LM