Las decisiones financieras ocupan un lugar destacado en nuestras vidas, por eso la educación en esta área se convirtió en una herramienta esencial para lograr comprender las finanzas y encontrar un equilibrio entre la economía personal y la salud emocional.
Aprender sobre economía no se trata de entender números y conceptos abstractos, es un aprendizaje que permite tomar decisiones con información precisa y real. Es un conocimiento que apuntala cada paso en el manejo de las determinaciones personales sobre cómo vemos el futuro y la forma en la que vamos a transitar ese camino.
¿Cómo funcionan los grandes sistemas económicos que no tienen fronteras? ¿Por qué el sistema se conforma por una sensibilidad que hace que todas las partes estén conectadas? ¿Cuáles son cada uno de los engranajes del sistema financiero mundial? Conocer en detalle cada dimensión va a facilitar la gestión personal y, sobre todo, desandar cada paso con más seguridad.
Y es que el universo monetario también tiene que ver con nuestra salud. Es innegable que un buen manejo de los activos personales generan tranquilidad y estabilidad emocional y, por el contrario, un presente inestable puede crear un estado de ansiedad, estrés y también distintas enfermedades, como trastornos estomacales, cerebrales y coronarios, entre otras.
Es tiempo de hacernos algunas preguntas sobre nuestro futuro.
El conocimiento sobre finanzas, ¿es una elección o una necesidad?
Es casi una obligación si queremos ser competitivos y prósperos. Como lo mencionamos antes, no solo hablamos de dinero, mercados y tendencias. Es equilibrio, bienestar, proyectos y sueños. La condensación de la búsqueda de la salud en el universo financiero.
¿Debería la educación financiera ser obligatoria?
Es una temática que se discute en las agendas educativas del mundo. Aún no es obligatorio tener educación sobre finanzas, pero junto con otros conocimientos que por el cambio de costumbres están tomando fuerza, es indudable que va a ser una columna más en la educación temprana. La globalización mundial hace imperante tener conocimientos sobre el flujo monetario, sus movimientos y herramientas que lo componen.
¿Se puede progresar sin tener conocimientos sobre los movimientos financieros globales?
Aunque es posible progresar sin una base sólida, tener conocimientos financieros abre caminos, estimula la inversión, el progreso personal y la generación de nuevas posibilidades laborales y económicas.
¿Cómo incide en nuestra salud emocional la complejidad del sistema económico mundial?
Es la ilusión de un universo distante que tenemos bajo los pies. El mercado mundial de activos se hizo, por un lado, más grande pero es también más accesible. La digitalización permite hoy con algunos clicks hacer lo que antes solo estaba en manos de algunos pocos. Esta presencia abrumadora puede ser una gran oportunidad, pero también el inicio de ansiedad, nervios y estrés. Las noticias nos acercan eventos que ocurren en otros continentes, los que inciden en nuestras monedas locales y también en nuestra realidad de todos los días.
¿Podemos encontrar equilibrio, también, en el buen manejo de nuestras finanzas?
Es una puerta a nuevos desafíos, objetivos y proyectos. El progreso económico ya no está solo en el salario como lo vimos durante décadas, es también el buen manejo de los ahorros, activos y las inversiones en diversas herramientas de una cartera que tiene tantas opciones como oportunidades. Detrás del manejo de las finanzas no solo hay números y cifras frías, también proyectos, sueños y la condensación de anhelos que hoy siguen una tendencia mundial: un intangible que puede hacerse real con dedicación, constancia y conocimiento.
