ESPECTACULOS
TABA

El festival que trae el mundo a la pantalla

El evento de Timbre 4 tendrá una versión online donde se presentarán obras de Argentina, México, Reino Unido y Chile. Hablan los españoles Lluís Homar y Sergi López.

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Recuerdo. Lluís Homar es parte del evento con la obra Tierra baja, que trajo al país el año pasado. | gza. david ruano

Uno de los primeros espacios teatrales alternativos que decidió subir sus espectáculos a su sitio en internet fue Timbre 4. Ahora sumará a su oferta online representaciones internacionales que pasaron por las distintas emisiones de su festival Temporada Alta en Buenos Aires, conocido como TABA. Hasta el domingo 10 de mayo se podrán ver: Lo único que necesita una gran actriz es una gran obra y las ganas de triunfar de México; Amanecerá con escombros sobre el suelo de Chile o Cuento de invierno de Shakespeare dirigida por Declan Donnellan, del Reino Unido. Este festival siempre tuvo una gran presencia de elencos españoles, eso también pudo verse estos días online, y PERFIL pudo comunicarse con dos nombres que son parte de esta oferta, Sergi López (que fue parte de la previa y comienzo de este evento virtual) y Lluís Homar (de quien ya se puede ver Tierra baja), para preguntarles qué balance hacían de su paso por nuestra ciudad y cómo están pasando la cuarentena en su España natal. 

A Sergi López se lo asocia con el cine internacional. Participó en el TABA con dos de sus espectáculos creados junto a Jorge Picó: 30/40 Livingstone (2014) y Non Solum (2013/2015. “Es brutal, así con mayúsculas –dirá–, el recuerdo que me dejó la ciudad de Buenos Aires. Me reconcilia con una idea de teatro como algo necesario, vital, y no solo como una diversión. Tengo una imagen muy concreta, que fue el encontrarme con gente muy joven y muy mayor, yendo a ver obras en pantalones cortos y sandalias. Ir al teatro como algo normal, como quien va a una farmacia. En mi ciudad no pasa. En mi tierra la gente que va a ver una función teatral es mayor, porque son quienes pueden pagar su entrada. Allá hasta los taxistas me hablaban de teatro. Eso me impactó muchísimo”.

“La cuarentena me pilló en un lugar de montaña –aclara López–, en el norte de Cataluña. Llegamos aquí para pasar la Navidad y nos tuvimos que quedar. Nos estamos adaptando como podemos. Nos conectamos con la familia de otra manera. Están cambiando nuestras costumbres. Siento que todo va a cambiar y espero que se modifique sobre todo la conciencia colectiva”. 

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El año pasado llegó Lluís Homar con su unipersonal Tierra baja, de Angel Guimerá. Ahora analiza aquel recuerdo: “No pueden ser más especiales para mí – subraya–, tuvieron un significado muy particular ya que esa obra la conocí a mis 17 años y es un clásico de la literatura catalana. Me impresionaba que un trabajo tan querido por mí y mi equipo pudiera hacerse en Buenos Aires, ciudad de referencia teatral. Me ponía nervioso y me impactaba. Se vio reconfortado con la repercusión que tuvimos. Había trabajado en el Cervantes en 1992 participando del elenco de Tirano Banderas. Nunca antes había vuelto a la Argentina. Me dejó un recuerdo maravilloso la sabiduría teatral que tiene Buenos Aires”.

“El confinamiento… sé que hoy cumplimos seis semanas e iniciaremos la séptima. No es fácil. Ahora soy el director del Teatro Clásico de Madrid, pero me encontraba en Barcelona, porque viajo los fines de semana. Estaba aquí con mi chica, sus hijas y los míos. Queremos que se termine lo antes posible, pero estamos confinados, esperando una normalidad que no será normal. Sé que se está pagando un precio alto y que van a cambiar muchas cosas. Creo que nos impulsa a una reflexión global y a título personal. Echar una mirada, parar y observar: intento eso. Sacar lo bueno de lo malo y alimentar la esperanza, va a costar, pero vamos a ir hacia delante”, concluye Homar.
 

La ayuda comunal

El creador de Timbre 4 es el actor, dramaturgo, director y profesor teatral Claudio Tolcachir. “Un tiempo antes que arrancara la cuarentena –recuerda– nos imaginamos que se venía y habíamos decidido que los profesores de la escuela pudieran seguir dando clases vía online, con todas las dificultades imaginables. No quisimos que nadie por problemas económicos se quedara afuera. Pensamos cómo mantener las salas. Así resolvimos compartir los espectáculos grabados que eran míos y para sorpresa nuestra otra gente se sumó con sus creaciones. Así fuimos sumando más propuestas y se armó una movida muy interesante. El público lo agradeció mucho no solo en Argentina, sino también desde otros países. Es conmovedor que teniendo tantas opciones de entretenimiento elijan esta. Hacemos el rito de la función y pedimos que apaguen sus celulares”.

Timbre 4 fue también uno de los primeros ámbitos en habilitar una colaboración vía su propia página. Un 50% de lo recaudado va al teatro y el otro a los integrantes del espectáculo. “Decidimos –aclara– que fuese optativa la ayuda, lo que se pueda y quiera. Nosotros asumimos mantener el trabajo de toda la gente que está en Timbre 4. Ese aporte del público nos ayuda mucho y también les llega dinero a los intérpretes. Sumamos el poder pagar entradas a futuro. Es emocionante ver cómo funciona. Obviamente el déficit que tenemos es enorme, pero cualquier ingreso es de muchísima ayuda en estos momentos”.