Nos enfrentamos a un tsunami, un desafío sin precedentes que nos pone a prueba como sociedad y como individuos desde todos los ángulos. Una situación que fácilmente puede sacar lo peor de cada uno pero que, si nos enfocamos bien, también puede sacar lo mejor de todos nosotros.
Es una etapa de autodescubrimiento. De revalorizaciones y de resignificaciones. Hoy, como nunca, comprendemos que estar en casa es muy importante, pero poder salir es invaluable. Ahora tomamos conciencia de que la tecnología te conecta y acerca a quienes querés, pero que ni se compara con estar juntos. Y también nos dimos cuenta de que el entretenimiento grabado es muy bueno, pero un espectáculo en vivo es memorable. Ese espectáculo en vivo, que se graba de forma indeleble en nuestra memoria. Ese instante de conexión con el artista y su performance que sucede y se desarrolla ante nuestros ojos, con sus virtudes y también con sus defectos, que es lo que lo hace único e irrepetible. Y es que las performances son en vivo por definición, hechas para dejar de existir en el momento en que terminan. Efímeras, que le dicen, pero que en realidad son perpetuas en nuestro registro de experiencias únicas e inolvidables.
Este período de aislamiento ha puesto de manifiesto la necesidad de la sociedad de absorber contenido artístico de todo tipo, y a la vez la necesidad de los artistas de seguir vinculados con su público y desempeñar su oficio generando ingresos. El desarrollo de PlateaLive que llevamos adelante, integrando tecnología de streaming a nuestra plataforma de venta para transmitir eventos en vivo, nos permite precisamente “conectar” al artista con su público, generando al mismo tiempo un esquema de negocio tipo “pay-per-view” y la posibilidad de interacción como ningún otro formato lo puede brindar. Este nuevo modelo abre asimismo las puertas a nuevos tipos de contenido pensados especialmente para este formato, a diferencia de las grabaciones de una performance en escena, que no están concebidas para ser visualizadas desde un dispositivo digital, motivo por el que se lucen muy poco en una pantalla brillante de una smart TV.
Desde luego que la situación que atraviesa el sector de espectáculos, debido a la imposibilidad de operar teatros y estadios por motivo de la pandemia, fue un factor determinante y acelerador para desarrollar PlateaLive. No obstante, cuando la actividad de espectáculos y eventos vaya retomando de a poco su ritmo, este nuevo modelo de transmisión remunerada de contenido digital en vivo permitirá también maximizar las posibilidades de los espectáculos presenciales, como una herramienta complementaria y, sin dudas, a la vez sinérgica.
Por esto, no se trata de “estar ahí o no estar ahí” como opciones excluyentes ni de cuál es mejor, sino de entender cómo se potencian mutuamente respecto de objetivos como cantidad de público, segmentación por precio, impacto de la experiencia y posibilidades de interacción, entre otros. Está claro que esta descomunal odisea que nos toca atravesar algún día pasará, como todo pasa, pero también sabemos que nada volverá a ser tal como era antes. No existe el concepto de “volver a la normalidad” en estos casos, sino de “arribar a una nueva normalidad”, una a la que sin saberlo ya nos estamos comenzando lentamente a adaptar.
Los eventos online en vivo y remunerados de PlateaLive surgen de la necesidad, de sacar lo mejor de nosotros en los momentos más difíciles, adaptándonos con velocidad y con precisión. Son una realidad tangible de hoy y lo seguirán siendo en el futuro, simplemente porque ofrecen una cantidad de ventajas que se acomodan con total naturalidad a las necesidades y posibilidades tanto de los artistas como del público. La puerta queda abierta a artistas y productoras que quieran ser parte de esta revolución de los espectáculos online en vivo a sumarse con proyectos de calidad y ser parte del nuevo escenario digital.
*CEO de Plateanet.