Muchas veces nos preguntamos si existe un ser argentino que se diferencia fácilmente de los demás, que en cualquier lugar del mundo, te podes dar cuenta y decir, ése que camina por ahí, y se está metiendo el dedo en la nariz, es sin duda un argentino.
Y como dijo Amstrong, dando un pequeño paso más, viene la pregunta, existe el humor argentino, entre tanta mezcolanza de inmigrantes, regiones, climas, patacones, y otros, un humor que nos identifique.
¿Es el humor cordobés, distinto al de Santiago o al de Formosa y en el verano en Formosa o Misiones, alguien tiene humor?
Olmedo, Les Luthiers, Niní Marshall, Fontanarrosa, Midachi, Gasalla, Capusotto, Tato Bores, Corona, Landriscina, Gabriela Acher, Yayo, Verdaguer, Biondi, el stand up local y siguen las firmas, ¿quién es el verdadero humorista argentino?
Yo sé que el humor judío tiene dos características claves, mezclamos desgracia con humor, que serían las características de ese humor argentino que tanto disfrutamos.
El cordobés que tiene esos apodos para cada personaje, le decían aguarrás, de lejos parece solvente.
El correntino, el tucumano, el de Puerto Madryn, el de Tartagal, ¿cuál es el humor argentino?
Yo creo que la gran virtud argentina, es reírnos de todo o casi todo, porque hay temas de los que no se habla ni en chiste, y esa es la magia que tenemos que mantener.
Y ojalá vuelvan esos días donde la televisión nos entregaba muchos programas de humor, de distinto tipo, donde hasta nos enfrentábamos olmedistas, contra porcelistas, repetíamos los gags de los uruguayos de Hiperhumor y esperábamos el domingo a la noche para que Tato Bores, nos contara la terrible realidad, a través de sus monólogos que nos la hacían soportar un poco mejor.
Aquellos que crecimos en la dictadura, nos refugiábamos en la revista Humor, o anteriormente Satiricón, para enfrentar la dura realidad, el humor era el escondite y por ser una práctica que necesita de cierta inteligencia y sensibilidad, los dictadores de turno la permitían acaso porque no se daban cuenta del mensaje.
No está claro cuál sería el humor argentino, lo que sí es evidente que los argentinos tenemos mucho humor.
Usos del humor. Aclarado el tema, viene la segunda parte, ¿para qué sirve el humor? ¿Es posible verlo todo con humor?
Alguna vez en una mesa redonda con Pablo Marchetti, lo escuché decir, que se puede publicar una foto de un accidente terrible o pasar imágenes desgarradoras de ese hecho, pero no se puede bromear sobre el episodio.
Es como que el humor tiene vedada su aparición, donde el morbo y el mal gusto y la invasión a la intimidad se hacen una gran fiesta, donde el humor fue parado por los patovicas de la moral, en la puerta del boliche, diciéndole: “Usted con esa sonrisita no pasa”.
El humor sirve como un atajo fantástico para decir aquellas cosas que dichas seriamente serían despiadadas.
Como cuando tu amigo se hizo un corte de pelo canino y le decís: “Ya vamos a lo de tu peluquero, un mal día lo tiene cualquiera, pero eso es mala leche”.
O cuando en el Once no se ve un cliente 200 km a la redonda y decimos: “A la mañana no se vende nada y a la tarde afloja”.
Para aquellos que la naturaleza no nos ha dado las BFB; bellezas físicas básicas, y además no tocamos ningún instrumento, ni cantamos bien, ni sobresalimos en algún deporte, ni en literatura, ni siquiera tejemos al crochet o nos damos maña para armar un mueble chino, el humor se convierte en ese salvavidas, que te hace pasar del inútil al simpático el tipo, graciosa la piba, el humor puede ser ese salvavidas que te salva de ahogarte en el mar de la virginidad eterna.
Mi cuñado es re gracioso. Y ahora viene la parte difícil, quién puede subirse a un escenario.
A veces, estando en la cancha de fútbol escuchamos frases que nos hacen llorar de risa y pensamos este muchacho tendría que estar y trabajando de esto.
El que le grita al jugador, que no agarra una, correte que están jugando o los de rojo son rivales, muestra una capacidad de humor muy desarrollada, pero que sirve dentro de una cancha, con gente de tu equipo y en esa multitud que pide sonreír más allá del resultado del partido.
Cuando hago un show de stand up, se me acerca gente o sugiriendo que su cuñado es muy gracioso y necesita una oportunidad o pasándote un chiste que ya contaba Moises en Egipto, como si fuera en 2017, y te transmiten eso de que, a vos te tocó, pero mi cuñado es un animal, cosa que se comprueba, cuando un día el cuñado sube a un escenario, y se comporta como un perro y no se entiende lo que dice.
Conclusiones y consejos prácticos. ¿Cuántos nacimientos habran sido gracias a que el humor de ella o él, fueron claves para que la pareja exista y se reproduzca?, espero que sin reírse en le momento de la fecundación.
¿Cuántas ventas se habrán realizado? porque, simpático el vendedor, me vendió este chaleco mostaza intenso sin cierre ni bolsillos.
¿Cuántos presidentes habrán querido aparecer como simpáticos? aunque digan que es aburrido, para conquistar el humor de la gente.
Tenemos que reírnos mucho, más de lo que lo hacemos, hasta como un ejercicio diario, buscar la manera de ejercitar ese músculo que necesita entrenamiento.
Riánse amigas que es de venta libre, ríanse amigos que se puede puede perder un clásico y mantener una sonrisa, falsa o impostada.
Creo que fue el presidente de Ecuador, Rafael Correa que dijo la frase, que no nos roben la alegría, cosa que es cierta y que además, viniendo de un político evitar un robo, es desde ya un momento bastante fuera de lo común.
*Humorista. Debutó en teatro en 2008 y ha realizado giras por Uruguay, Chile, Paraguay, Costa Rica, España e Israel. Innovador y recreador del humor judío, ganador del Martín Fierro 2016. Se presenta hoy en el teatro Nuevo Apolo.