INTERNACIONAL

Con la bendición de Francisco, Maduro y la oposición instalan una mesa de diálogo

En su carta, el Sumo Pontífice sostuvo que "hablando se pueden superar los conflictos". Galería de fotos

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, comparte la mesa de diálogo con el líder de la oposición Hernán Capriles.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, comparte la mesa de diálogo con el líder de la oposición Hernán Capriles. | Ap.

Con fuerte participación de los cancilleres de la Unasur y del Vaticano, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y dirigentes de la oposición instalaron una mesa de diálogo para acabar con las protestas contra el gobierno, que después de dos meses dejaron decenas de muertos y cientos de heridos. El nuncio apostólico, Aldo Giordano, leyó una carta enviada por el papa Francisco.

Inmersos en una espiral de violencia que pareciera no tener fin, dirigentes de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) y el líder opositor Henrique Capriles asistieron a la casa de gobierno de Miraflores. Ambos lados celebraron la presencia del nuncio apostólico como testigo de buena fe.

La presencia de la oposición fue pactada por la Unasur, que estuvo representada por los cancilleres de Brasil, Luiz Figueiredo; de Colombia, María Ángela Honguín, y de Ecuador, Ricardo Patiño.

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En su carta, el papa Francisco instó a ambas partes a respetarse, reconocerse y adoptar la valentía del perdón y pidió que no se detengan en la coyuntura de la confrontación y se abran a la construcción de la paz. Señaló que "hablando se pueden superar los conflictos y la polarización que hiere a Venezuela".

"El camino del diálogo es difícil, requiere paciencia, valentía, pero es el único que puede llevar a la paz. Les pido que compartan este coraje", indicó el papa.

Maduro dijo que la mesa de diálogo no significa una negociación, sino un espacio para expresar la voluntad de paz, al tiempo que solicitó que de la reunión salga un llamado conjunto a condenar la violencia, que después de casi dos meses dejó 39 muertos y más de 600 heridos.

"Este es un debate, una confrontación de dos formas de ver el país. Aquí no hay negociación, ni pactos. Aquí lo que estamos es buscando es una voluntad de cómo lograr la paz, el respeto, el reconocimiento, un modelo de coexistencia pacífica, de convivencia, de tolerancia mutua", señaló.

"Una cosa es la protesta justa o no, compartida o no por temas sociales y otra es la violencia. Les pido que hagamos una condena conjunta de la violencia como forma de hacer política, a la violencia en todas sus formas como forma estratégica", dijo.

Por su lado, el secretario ejecutivo de coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, insistió en la necesidad de aprobar una agenda de temas para discutir y llamó al respecto a la Constitución.

Dijo que el gobierno debe escuchar a los estudiantes que han encabezado las protestas, pues "hay que discutir sobre el descontento y las causas del descontento".

Señaló que la mesa de diálogo debe tratar sobre la libertad de los detenidos durante las protestas, el desarme de los grupos radicales afines del gobierno, llamados "colectivos", y devolverle la institucionalidad a la Asamblea Nacional (Congreso), a propósito del desafuero de la diputada María Corina Machado.