La policía de Texas recibió este jueves 26 de mayo fuertes críticas, a raíz de la supuesta demora en intervenir en la escuela primaria Robb de Uvalde, donde Salvador Ramos asesinó a 19 niños y dos maestros con un poderoso armamento letal conocido como AR-15. Cuando se produjo el tiroteo entre el criminal y la policía, las fuerzas de seguridad retrocedieron a la espera de refuerzos, intervalo que fue "aprovechado" por el agresor para proseguir con la masacre, según denunciaron los familiares de las víctimas y testigos del trágico acontecimiento.
La masacre de la escuela de Texas sigue generando repercusiones, pero en esta oportunidad el foco de las críticas se desplazó a la Policía local, cuyo accionar fue cuestionado de forma unánime por familiares, allegados de las víctimas y testigos, por su presunta "pasividad" de los agentes policiales ante los graves sucesos.
En efecto, el relato de uno de los testigos, Juan Carranza, confirmó a la agencia AP que un grupo de mujeres fuera del establecimiento gritaban desesperadamente a la Policía: “¡Entren allí! ¡Entren!”. Ante los insistentes llamados, los efectivos policiales no respondieron, lo cual le habría proporcionado al victimario una cantidad considerable de tiempo para magnificar los daños.
En sintonía con lo anterior, videos y otros testimonios ponen de manifiesto que los padres aguardaban desesperados, sin comprender por qué la policía se demoraba tanto mientras el adolescente proseguía con los asesinatos en un aula de clases.
De hecho, uno de los padres trató de ingresar, según el relato de Daniel Myers, un pastor de 72 años, a la agencia AFP. El hombre contó que llegó con su esposa Matilda a la entrada de la escuela unos 30 minutos después del ingreso del asesino.
Los padres -según Myers- estaban preparados para ingresar por su cuenta, ante las perspectivas desalentadoras por la presunta demora de la Policía. "Uno dijo: 'Estuve en el ejército, solo dame un arma, entraré. No voy a dudar. Voy a entrar'", acotó el testigo.
Qué dicen las fuerzas de seguridad
Frente a la ola de críticas hacia el accionar de la policía, Victor Escalón, Director Regional del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS), sostuvo en una conferencia de prensa que los investigadores aún estaban trabajando para reconstruir exactamente lo sucedido.
Escalón agregó que luego de que Ramos le disparara a su propia abuela, chocó su vehículo cerca de la escuela, luego disparó a los transeúntes y enseguida ingresó al centro educativo por una puerta trasera que, por lo visto, no estaba cerrada con llave.
Unos minutos después llegó la Policía pero retrocedió por los disparos y pidió por el envío de refuerzos. Un equipo táctico con agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos se sumó al operativo y abatió al pistolero "aproximadamente una hora después", puntualizó el representante del DPS.
Antes de que llegaran los refuerzos requeridos, los policías evacuaron a estudiantes y maestros y trataron de negociar (sin éxito) con Ramos, quien los detuvo con disparos de rifle, subrayó Escalón.
El funcionario también contradijo la versión de que el pistolero fue confrontado por un funcionario de la institución escolar, además de aclarar que no había ningún oficial armado en el lugar cuando comenzó el ataque.
Congruente con dicha versión, Travis Considine, vocero del Departamento de Seguridad Pública de Texas, mencionó que Ramos entró en la escuela primaria y comenzó la masacre a las 11:40 horas locales del martes.
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Una hora más tarde, la unidad táctica de la Patrulla Fronteriza intervino, hasta que se comunicó (a las 12:58) que el pistolero estaba muerto.
Otros funcionarios del Departamento de Seguridad se expresaron en la misma dirección, tal como lo hizo Raúl Ortiz (jefe de la Patrulla Fronteriza) al confirmar a CNN que un grupo considerable de agentes respondieron al tiroteo y “no dudaron” en actuar, lo cual se opone a los testimonios de algunos familiares y transeúntes.
“Entraron a ese salón de clases y se encargaron de la situación lo más rápido que pudieron”, amplió Ortiz.
A dichas declaraciones se suman las del director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, quien precisó que el atacante estuvo en el lugar entre 40 minutos y una hora antes de ser abatido.
Cómo fue detenido el pistolero
La policía llegó al lugar de los hechos a raíz del reporte de un vehículo accidentado.
Al aproximarse al establecimiento, los policías comenzaron a escuchar disparos provenientes de la escuela, ingresaron y fueron rechazados por el tiroteo. Entonces algunos agentes decidieron romper las ventanas del edificio, a los efectos de evacuar a niños y maestros.
"Al ingresar al edificio, los policías y otros agentes se enfrentaron a disparos del sujeto, que estaba atrincherado", confirmó Marsha Espinosa, vocera del Departamento de Seguridad Interior (DHS) de Estados Unidos.
Como se mencionó anteriormente, fue clave la llegada del equipo táctico integrado por personal de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
Las fuerzas de seguridad, explicó Espinosa, "se interpusieron entre el atacante y los niños para desviar la atención del atacante de las posibles víctimas".
Transcurrieron más de 30 minutos desde que Ramos ingresó al establecimiento y finalmente uno de los agentes de la Patrulla Fronteriza le disparó y logró acabar con su vida.
"No era una persona muy social"
Salvador Ramos cumplió 18 años el 16 de mayo y al día siguiente compró su primer rifle de asalto. Tres días después, compró el segundo, y 375 rondas de municiones. Transcurrieron cuatro días hasta que el joven utilizó el fusil para asesinar a 19 niños y a dos de sus maestros, en la escuela primaria de Robb.
Salvador Ramos es descrito como un joven que padeció "bullying" por su tartamudez durante mucho tiempo, además de presentar tendencias autodestructivas que se manifestaban en "un historial" de autolesiones, informó la agencia AFP.
El adolescente abandonó la escuela secundaria, pero no contaba con antecedentes penales.
Una prima del atacante, llamada Mia, dialogó con The Washington Post y aclaró que Ramos "no era una persona muy social". También afirmó que el joven había sido víctima de 'bullying' por su tartamudez.
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Sin embargo, dos estudiantes que aseguraron conocer al pistolero, lo describen de otra forma.
"Lo recuerdo vívidamente siendo un 'bully' en la escuela. No era solo que sufría de hostigamiento, él también era un 'bully'", dijo Jaime Cruz a la agencia AFP.
"Era un 'bully'. Era malo", opinó Ariana Diaz, de 17 años, a la par del testimonio anterior.
La madre del tirador de Texas: "No era un monstruo"
La madre de Ramos, Adriana Reyes, en el marco de una entrevista con ABC News sostuvo que su hijo podía ser agresivo cuando se molestaba, pero "no era un monstruo". La mujer advirtió asimismo que no estaba enterada de que el adolescente había comprado armas de fuego.
"Tenía una sensación de desasosiego algunas veces", atestiguó Reyes. "Todos tenemos una rabia, que algunos tienen más que otros", concluyó.
3 mensajes en Facebook
El gobernador de Texas, Greg Abbott, recordó que el martes Ramos difundió tres publicaciones en Facebook donde daba a conocer sus planes.
En un primer mensaje advirtió que le dispararía a su abuela, con quien convivía.
De hecho, el adolescente hirió a su abuela de 66 años en la cara. Sin embargo, la mujer se comunicó de inmediato con la policía y fue trasladada en avión, estando en estado crítico, a un hospital localizado en las cercanías de San Antonio, a 130 km al oeste de Uvalde.
McCraw advirtió que el asesino llevaba dos meses viviendo con su abuela. Según las palabras del Abbott, los departamentos de salud locales no tenían identificado ningún problema psicológico en el agresor.
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Luego de registrar en un segundo mensaje en Facebook que había atacado a su abuela, el agresor publicó un tercer posteo con su próximo objetivo: la escuela primaria.
A continuación, condujo un trayecto de unos 3 km y chocó cerca de la Escuela Primaria Robb.
Salvador Ramos estaba vestido de negro y portaba un chaleco táctico.
Si bien un funcionario de la institución le impidió el ingreso, Ramos se las ingenió para ingresar al edificio por una puerta trasera, hasta llegar a dos aulas contiguas.
"Ahí fue donde comenzó la carnicería", comentó Steve McCraw, citado por la agencia AFP.
CA/ED
