En las horas que el embajador Daniel Scioli compartió con Axel Kicillof en San Pablo, el miércoles 3 de noviembre, el mandatario bonaerense no se cansó de elogiarlo. Es que el diplomático, quien fuera además gobernador de la provincia, mostró una característica clave para el papel que le tocaba cumplir tan luego frente a Brasil: en los casi dos años que lleva al mando de la misión, recorrió casi todo el extenso territorio del socio. Fue justo a aquellas regiones donde sabía que encontraría la respuesta que esperaba a las ofertas de productos argentinos. Y tal como él mismo mencionó, después de miles de kilómetros atravesados, durante este tiempo de pandemia de coronavirus, la estrategia fructificó : “De hecho, se refleja en los resultados del comercio bilateral” dijo a esta periodista, en una entrevista exclusiva.
—Embajador ¿lleva la cuenta de todos los viajes que ha realizado en Brasil?
—Miles y miles de kilómetros. Estuvimos en todo el territorio brasileño. En Mato Grosso del Sur, en Amazonas, en Recife…No esperé a que nos vinieran a comprar. Salí a vender y a promocionar las oportunidades argentinas, y de hecho eso se refleja en los resultados del comercio bilateral con Brasil. Primero fue con misiones virtuales, y en cuánto pude, fue presencial. Esta gran etapa que viene será presencial y en esta oportunidad en San Pablo, estamos buscando unir los dos estados provinciales más grandes de los respectivos países. Hay una renovada expectativa empresarial en la relación con la Argentina. Y la provincia de Buenos Aires representa el 60% de lo que se exporta a Brasil. En su mayoría son productos industriales y de terminales automotrices que están en la provincia.
Hay una renovada expectativa empresarial en la relación con la Argentina
—¿Cómo ve el turismo brasileño hacia Argentina?
—¡Muy bien! Las familias brasileñas aman ir a la Argentina donde los precios son muy buenos y hay una excelente infraestructura, gastronómica y hotelera. De hecho, los vuelos hacia nuestro país salen colmados. Hay más de dos frecuencias aéreas por día entre San Pablo y Buenos Aires.
—¿Hay seguridad para el turismo argentino hacia Brasil en cuanto al Covid-19?
—Absolutamente. Los casos, tanto en Brasil como en Argentina, han descendido a niveles más bajos que los de inicio de la pandemia (en marzo de 2020). Habrá que continuar con los recaudos que establecen las normas vigentes, es decir, el contar con el test de PCR y con el certificado de vacunación completa. Y la normalización no se da sólo en turismo. También a nivel empresario: de hecho, vino a San Pablo Marcelo Fernández, que preside la Confederación General Económica, que nuclea a todas las Pymes.
—¿Qué interés real tiene el empresariado brasileño en invertir en la Argentina?
—Quedó ampliamente demostrado el interés en la muy numerosa presencia empresarial durante la visita del gobernador Kicillof. La semana pasada estuve, en la Argentina, con los dueños de la brasileña Marco Polo, que fabrica la carrocería de los micros urbanos, que bate records de producción, y de Textil Santana que está en la provincia del Chaco con un importante proyecto de inversión. Es decir, el eje central de nuestro objetivo es generar empleo y llevar dólares para el país. Y eso se logra exportando más y llevando inversiones productivas. A las empresas brasileñas con presencia en el país les pedimos que inviertan y produzcan más. Y las empresas responden. Es el caso del grupo Raízen, una sociedad entre Shell y la brasileña Cosan, y que invirtió 750 millones de dólares. También la empresa Penalty, Textil Santana y otras. Hay más de 2.500 millones de dólares de inversión que se han comprometido.
—¿Cómo juega la relación entre los gobiernos de Brasil y Argentina en este proceso?
—Hubo una primera etapa de reconstrucción del diálogo institucional con Brasil, en todos los niveles de gobierno, ahora está en plena ejecución el desarrollo del plano comercial.
—¿Cómo vio el contacto personal entre los presidentes Jair Bolsonaro y Alberto Fernández en Roma, durante la reunión del G20?
—Fue muy respetuoso, espontáneo. Y me parece una señal que indica que, más allá de cualquier diferencia, se privilegia los intereses permanentes que benefician a ambos países. Con un proyecto que es estratégico, tal como lo hablé con el ministro Paulo Guedes: el gasoducto, una gran obra que va a tener impacto en la matriz del intercambio comercial muy positiva para la Argentina. Como usted sabe, Brasil necesita gas y energía eléctrica, y Argentina está en pleno desarrollo del gas.
—¿Es el proyecto de Vaca Muerta?
—Precisamente, el ministro Guedes se mostró interesado. Y pusieron a disposición el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) como fuente de financiación. Lo hablé, inclusive, con el propio presidente de la entidad, Gustavo Montezano. Y hay empresas con las que tenemos contacto permanente como es el caso de Techint, en coordinación con el Ministerio de Energía de la Argentina.
—¿Esta sería la próxima gran obra entre ambos países?
—No tengo dudas que es el proyecto binacional más importante. Estimamos que la ejecución del proyecto puede demorar no más de 18 meses y ya está en la etapa de desarrollo de la ingeniería civil, que establecerá cuáles son las alternativas de trazado de los gasoductos. Ya hemos varias reuniones con el ministro de Energía brasileño Bento Albuquerque y con Darío Martínez por parte del nuestro país. Lo interesante, además, es que estamos exportando cada vez más gas a la central termoeléctrica brasileña de Uruguayana. Es en el gas donde confluyen los intereses de ambos países: de Argentina para exportarlo y de Brasil para abastecer sus necesidades energéticas.
*Autora de Brasil 7 días. Desde San Pablo, Brasil.
cp