Donald Trump se ofreció este viernes 29 a mediar entre India y China que han reavivado una disputa territorial que mantienen en una remota región al pie del Himalaya, en la que ambos países han desplegado fuerzas militares.
El lugar, la región de Ladaj, es escenario desde hace décadas de una disputa fronteriza que ha conocido un nuevo episodio este mes, cuando Beijing y Nueva Delhi se acusaron mutuamente de entrar en territorio ajeno, lo que derivó en dos escaramuzas cuando los militares indios descubrieron que China estaba levantando dos búnkers en la zona disputada.
Como ya hiciera el año pasado, Trump expresó su deseo de intervenir para resolver el conflicto tras hablar con el primer ministro de India, Narendra Modi. "No estaba de muy buen humor cuando hablé con él", admitió el presidente norteamericano en una rueda de prensa en la Casa Blanca. Trump había ofrecido su gestión también el jueves, cuando tuiteó: "Hemos informado tanto a China como a India de que Estados Unidos está listo, dispuesto y capaz para mediar o arbitrar en la ya intensa disputa fronteriza".
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Hoy repitió su propuesta: "Si fuera mediador o árbitro, creo que podría ayudar, si ambos países así lo quisieran", declaró Trump.
No parece probable que China, a la que Trump ha acusado repetidamente de ser responsable directa o directamente de la pandemia de coronavirus que afecta al planeta, acepte su mediación en la disputa.
La iniciativa del presidente estadounidense parece apuntar más a desviar la atención de los graves problemas que afecta en el frente doméstico, como los más de 100 mil muertos por el Covid-19, la dura crisis económica que la pandemia ha provocado o el estallido de protestas de la minoría afroamericana tras la muerte de un hombre a manos de la policía en Minneapolis.
Por su parte, China e India parecen resueltos a resolver el problema a través de conversaciones directas. "Estamos hablando para resolver pacíficamente este asunto", declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores indio, Anurag Srivastava.
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El choque militar se produjo el 5 de mayo, y derivó en un refuerzo militar de la zona decidido por los dos países.
La presencia militar a ambos lados de la Línea de Control --un límite “de facto” de 3.500 kilómetros de largo-- ha aumentado en las últimas semanas. Según una autoridad india citada por la prensa de su país, China ya ha desplegado unos cinco mil efectivos, a lo que India ha respondido con una cifra similar de uniformados.
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, aclaró que la situación es "por lo general estable y manejable" en la frontera, si bien ha dejado claro que Beijjing está decidido a "salvaguardar la soberanía territorial y la seguridad".
Las dos potencias, que aún mantienen abiertas discrepancias por el control de territorios situados en la zona del Himalaya, ya se enfrentaron en una guerra en 1962 y, en los últimos años, a lo más que han llegado ambos países había sido a recriminarse incursiones.
SF CP