El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló este viernes 11 de julio en su visita a Texas, donde murieron más de 120 personas por las inundaciones; posteriormente se refirió a su enojo por los “matones” a los que vio, mientras regresaba a la Casa Blanca, arrojándoles piedras a los agentes de inmigración, remarcando que ordenó arrestos inmediatos para poner fin a esa situación.
“Esto es duro. Nunca he visto algo así”, expresó el mandatario republicano en una mesa redonda realizada en Kerrville, uno de los condados más afectados por las inundaciones del 4 de julio, reconociendo que había “ido a muchos huracanes, muchos tornados. Nunca he visto nada igual. Este es un caso grave”.
Y luego comparó la subida de las aguas con una “ola gigante en el océano Pacífico que los mejores surfistas del mundo tendrían miedo de surfear”.
A continuación, Trump atacó a la prensa por cuestionar la forma en que las autoridades respondieron al desastre, y remarcó que él prefería resaltar la solidaridad nacional con los trabajadores de salud, de emergencia y los voluntarios porque “en todo el país, los corazones de los estadounidenses están destrozados”.
Antes, Trump y su mujer Melania habían sido recibidos por el gobernador de Texas, Greg Abbott, cerca del río Guadalupe, donde funcionarios de Gestión de Emergencias de Texas y del departamento de bomberos de Kerrville les dieron detalles de lo ocurrido. También hablaron con una treintena de trabajadores de rescate y guardias costeros.
Trump desestimó las preguntas sobre el impacto de sus recortes a las agencias federales en la lenta respuesta a las inundaciones, que definió como una “catástrofe” que “nadie esperaba”.
Cuestionamiento a las autoridades por su reacción ante la catástrofe
El jueves 10 de junio, la jefa del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Kristi Noem, defendió la respuesta a las inundaciones, que definió como “rápida y eficiente”; sin embargo, los mensajes de alerta de evacuación y emergencia por la crecida del río Guadalupe se retrasaron, en algunos casos, por varias horas.
La cadena CNN afirma que las operaciones de rescate de FEMA (Agencia Federal de Gestión de Emergencia) se demoraron por las trabas burocráticas impuestas por una nueva norma implementada por Noem para bajar los gastos. El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, reconoció que recibió la alerta “sobre las 4 o 5” de la mañana por llamadas a los servicios de emergencia.
Las razones geográficas, climáticas y políticas que generaron la tragedia de Texas
Por otra parte, según la cadena KSAT, un bombero local pidió a las 04H22 locales alertas de “código rojo”, un mensaje de emergencia mandado a los teléfonos de los ciudadanos de Hunt, la comunidad más golpeada por la crecida del río Guadalupe; sin embargo, la oficina del sheriff le pidió que esperara hasta conseguir la autorización de un superior.
Según los medios, las alertas de “código rojo” recién pudieron mandarse una hora y media después, alrededor de las 6 de la mañana, y el mensaje tardó hasta seis horas en llegar a algunos habitantes de Hunt, informó KSAT.
Este viernes es el octavo día de búsqueda de más de 170 personas desaparecidas, incluidas 5 niñas que se encontraban en un campamento de verano. Como no se halló nadie vivo esta semana, se teme que el número de víctimas mortales siga aumentando.
Regreso y polémica
Tras volver de su visita a Texas, Trump posteó un extenso comentario en su red social Truth, donde reveló: “Regresaba y observé con incredulidad cómo unos matones lanzaban piedras y ladrillos violentamente a agentes del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) mientras circulaban por una carretera en su coche o vehículo oficial. Estos vehículos nuevos sufrieron daños tremendos. Sé con certeza que a estos agentes les cuesta mucho permitir que esto suceda, ya que demuestra una total falta de respeto por la ley y el orden”.
Y luego remarcó: “Por lo tanto, ordeno a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y al zar de la frontera, Tom Homan, que instruyan a todos los agentes del ICE, del Departamento de Seguridad Nacional o de cualquier otro agente del orden público que sean víctimas de piedras, ladrillos o cualquier otra forma de agresión, que detengan su coche y arresten a estos inmundos, utilizando todos los medios necesarios. Autorizo plenamente al ICE a protegerse, al igual que protegen al público".
Para cerrar diciendo: "¡No quiero volver a ver un coche con un agente del orden público atacado! AUTORIZACIÓN INMEDIATA PARA ARRESTO Y ENCARCELAMIENTO. ¡Gracias por su atención!”.
HM/DCQ
