El británico que se acercó a féretro de Isabel II quería ver si estaba muerta porque no lo cree
Muhammad Khan, de 28 años, planeaba escribir una carta a la familia real para verificar que la reina estaba realmente muerta. Si no recibía respuesta, planeaba ir a las residencias reales para tratar de hablar con ella.
Decenas de miles de británicos rindieron homenaje a la reina Isabel II en Westminster Hall. |
AFP
Ante el tribunal que lo juzgó por cargos de alteración del orden público, se dictaminó que el hombre "sufre alucinaciones y piensa que la reina no está muerta y que el rey Carlos tiene algo que ver con ello", según indicó el juez Michael Snow.
El detenido también piensa "que podría ir al castillo de Windsor a rendirle homenaje [a la reina], pero porque cree que aún sigue viva".
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Una vez entró en el Wesminster Hall, Khan se salió de la fila, caminó hasta el ataúd y tomó con ambas manos el estandarte real antes de ser detenido por la policía. La transmisión en vivo de la BBC que mostraba a los miles de dolientes desfilando por la capilla ardiente se cortó brevemente.
"El acusado expresó la idea de que la Reina no está muerta y que se acercó al ataúd porque quería comprobarlo por sí mismo", dijo fiscal Luke Staton.
Y agregó: “Dijo, antes del funeral de estado, que planeaba ir al funeral. Planeaba escribir a la familia real y, si no respondían, planeaba ir al Castillo de Windsor, el Palacio de Buckingham y Balmoral para tratar de hablar con la reina".
Datos provisionales estimaron por otra parte en "más de 250.000" las personas "que pasaron por el Parlamento", afirmó la ministra de Cultura, Michelle Donelan.
Cuando se le preguntó al joven de 28 años qué haría si no tuviera éxito, reveló a la corte que continuaría invadiendo "mientras viviera".
El joven solo confirmó su nombre, fecha de nacimiento, dirección, e intervino una vez. Posteriormente fue liberado bajo fianza a condición de que permanezca en un hospital psiquiátrico del este de Londres hasta su próxima comparecencia ante el mismo tribunal el 18 de octubre.
Esto ocurrió dos días después de que Mark Hague, de 52 años, fuera llevado ante otro tribunal acusado de romper el orden público mientras hacía fila para ingresar a la capilla ardiente de la reina.
Una persona de la multitud lo oyó decir: "Le diré que salga de su maldito ataúd porque no está muerta". Detenido, se le prohibió entrar a Westminster y un juez le impuso una multa de 240 libras.
