El Congreso de Perú abordaba ayer una moción para destituir al presidente Martín Vizcarra por supuesta “incapacidad moral”, acción que el gobierno denuncia como “golpe de Estado”.
Vizcarra, quien asumió el poder en marzo de 2018 tras la dimisión del presidente Pedro Pablo Kuczynski, de quien era vicepresidente, quedó el jueves contra las cuerdas tras ser acusado de pedir a sus asesores que mintieran en una investigación parlamentaria sobre un polémico contrato con un cantante, de acuerdo con la difusión de unos audios.
El Ministerio de Cultura contrató al cantante Richard Cisneros como conferencista y animador, quien alardeaba en medios de haber sido asesor del gobierno.
El caso estalló en mayo cuando la prensa descubrió que se habían ofrecido en plena pandemia contratos presuntamente irregulares por 10.000 dólares a Cisneros, un artista poco conocido del medio local.
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“No voy a renunciar, no me voy a correr”, dijo Vizcarra el jueves en la noche en un mensaje por televisión, negando cualquier acto ilegal. Poco después, seis de los nueve partidos con representación en el Congreso anunciaron la presentación de la moción para declarar la “vacancia” de la presidencia.
“Estamos ante un complot contra la democracia”, impulsado por grupos que buscan evitar que se apruebe una reforma que saca de carrera a candidatos que tengan sentencias judiciales, aseguró Vizcarra, quien ha conseguido un alto apoyo popular por su cruzada contra la corrupción.
Denuncia de golpe. La moción recuerda dos iniciativas similares presentadas contra Kuczynski en diciembre de 2017 y marzo de 2018, que llevaron finalmente a la renuncia del ex banquero a la presidencia de Perú.
“Declárase la vacancia de la presidencia de la República y en consecuencia la aplicación del régimen de sucesión establecido en el artículo 115 de la Constitución del Perú”, dice la moción firmada por más de la mitad de los 130 legisladores que integran el Congreso.
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La moción de destitución necesita de 52 votos para ser admitida a debate e iniciar el proceso formal de destitución y votación en cuatro días. El Congreso necesita 87 votos para destituir a Vizcarra, que carece de partido y bancada.
Si Vizcarra es destituido, el presidente del Congreso, Manuel Merino, asumiría el poder por el resto del mandato, que culmina el 28 de julio de 2021.
El primer ministro, Walter Martos, denunció ayer un “golpe de estado” parlamentario en curso. “Lo que está haciendo en estos momentos el Congreso es dar un golpe de Estado, porque está haciendo una interpretación arbitraria de la Constitución”, dijo Martos, un general retirado del Ejército y número dos del gobierno.
El llamado de Merino a las fuerzas armadas es porque sabe que está rompiendo el orden constitucional”, agregó Martos.
Al convocar la sesión parlamentaria, Merino dijo: “Que las Fuerzas Armadas, que la ciudadanía, tenga la seguridad que actuaremos en estricto cumplimiento del orden constitucional”.
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Polémicos audios. Primero hay que ver lo que es, y luego lo que se va a decir, dice Vizcarra en la grabación a dos de sus colaboradoras, a quienes pide supuestamente mentir ante el Congreso sobre el número de veces que acudió al Palacio de Gobierno el cantante investigado.
Las asesoras que intervienen en el diálogo son Miriam Morales y Karem Roca, quienes le mencionan a Vizcarra hasta cinco ingresos al palacio del polémico Richard Cisneros.
Hay que decir que entró dos veces en lugar de cinco, les pide Vizcarra. Lo que queda claro es que en esta investigación, estamos todos involucrados”, agrega el presidente.
La difusión de los audios se produce en el marco de constantes choques entre el Congreso y el Ejecutivo por aprobar una reforma que impulsa el gobierno y que dejaría fuera de carrera a candidatos condenados por la justicia.
En septiembre de 2019 el mandatario disolvió constitucionalmente el parlamento y convocó a nuevos comicios legislativos para superar otra crisis.
Las grabaciones de Vizcarra fueron entregadas por el legislador Edgar Alarcón, presidente de la comisión que investiga el caso del cantante. Se nota que hay una falta moral, el presidente no puede mentir, dijo a la prensa Alarcón, de la centroizquierdista Unión Por el Perú.
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Otros casos de filtraciones decisivas
Otros dos presidentes peruanos, Alberto Fujimori en el año 2000, y Padro Pablo Kuczynski en 2018, perdieron el poder por la divulgación de audios o videos que revelaron cómo sus allegados maniobraron con sobornos y componendas para mantener en el gobierno.
Luego de diez años de gobierno autoritario y de gran popularidad, Fujimori cayó cuando el hombre fuerte en la sombra, su asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos, apareció en unos videos sobornando a legisladores, empresarios y responsables de medios de comunicación a cambio de apoyo.
Montesinos grababa a escondidas estos videos, que fueron filtrados a los medios por miembros del propio aparato de inteligencia fujimorista.
Esto provocó que Montesinos, y poco tiempo después Fujimori, huyeran del país en 2000. Aunque el presidente envió su renuncia por fax desde Japón, el Congreso la rechazó y lo destituyó por “incapacidad moral permanente”.
Posteriormente Fujimori y Montesinos fueron devueltos a Perú y detenidos para enfrentar juicios por corrupción, narcotráfico y la actuación de escuadrones de la muerte durante la lucha antiterrorista.
PPK . Pedro Pablo Kuczynski, conocido popularmente como PPK, renunció el 21 de marzo de 2018, en la víspera de un segundo juicio político en el Congreso dominado por el fujimorismo, luego de que se divulgara un video donde sus aliados negociaban con legisladores fujimoristas votos a cambio de favores políticos.
Ex banquero de Wall Street, Kuczynski había superado un primer intento de destitución el 21 de diciembre de 2017 cuando el ala fujimorista liderada por Kenji Fujimori, benjamín del ex presidente, se abstuvo sorpresivamente de apoyar su salida del poder.