El papa Francisco a los empresarios: “Tienen buenos instrumentos para combatir la miseria”
El sumo pontífice cuestionó que solo se lamente la guerra en Europa, cuando hay otros conflictos bélicos en África y Asia.
Papa Francisco |
Agencia Afp
El Papa Francisco expresa su “solidaridad con los afectados por los desastres naturales”. El texto y la ilustración de tapa afirman este gesto del Papa en la portada de la nueva edición del L´Osservatore Romano en lengua española. Imágenes que se repiten desde hace meses, escenas de devastación que ya hemos visto en zonas inundadas de Pakistán, Nigeria, Australia, Estados Unidos y otros lugares.
Gente desesperada, intentando salvar lo mejor posible lo que tienen ante la furia de las aguas. También ha ocurrido en las últimas horas en Chad, que se ha visto afectado por unas lluvias excepcionales que han provocado unas inundaciones sin precedentes, efecto -según los expertos- de las consecuencias del cambio climático. Desde finales de junio, una estimación provisional de la ONU habla de más de 340.000 personas afectadas por las inundaciones en el país africano.
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En la audiencia general, durante los saludos a los fieles de lengua inglesa, el Papa Francisco recordó la dramática situación de Nigeria, con las violentas lluvias que han caído sobre el país recientemente y que han causado inundaciones, numerosos muertos y tremendos daños.
El Pontífice pidió rezar “por todos los que han perdido la vida y por todos los afectados por este devastador desastre natural”. Y agregó: “Que estos, nuestros hermanos y hermanas, experimenten nuestra solidaridad y el apoyo de la comunidad internacional”.
«El martes, 18 de octubre, la Fundación “Ayuda a la Iglesia necesitada” promueve la iniciativa “Un millón de niños rezan el rosario por la paz en el mundo”», lo recordó el Papa al finalizar el Ángelus del domingo 16, exhortando a unirse «a ellos» para encomendar «a la intercesión de la Virgen al martirizado pueblo ucraniano y a las otras poblaciones que sufren por la guerra y toda forma de violencia y de pobreza».
El papa Francisco sufre fuertes dolores de rodilla.
Antes de guiar la oración desde la ventana del Estudio privado del Palacio apostólico con los fieles presentes a medio día en la plaza de San Pedro, el Pontífice había comentado, como es habitual, el Evangelio del domingo. El texto completo y oficial del tradicional Ángelus dominical se publica con este ejemplar del periódico vaticano en español.
«Las guerras olvidadas son un pecado», es la nueva advertencia del Papa Franciscodurante la audiencia el jueves 13 de octubre, con los redactores y colaboradores de «Mundo Misión», recibidos en la Sala Clementina con ocasión del 150 aniversario de la revista del Pontificio instituto misiones extranjeras (PIME). En este sentido, el Papa Bergoglio expresó: “Hoy todos estamos preocupados, y es bueno que sea así, por una guerra aquí en Europa, en la puerta de Europa y en Europa, pero desde hace años hay guerras: más de diez años en Siria, pensad en Yemen, pensad en Myanmar, pensad en África. Estas no entran, no son de la Europa culta... Las guerras olvidadas son un pecado, olvidarlas así. Y también hacer memoria de quien trabaja silenciosa y tenazmente “desde abajo” para construir un mundo diferente, trazando recorridos de solidaridad y de reconciliación en contextos marcados por crisis o violencia”.
Francisco también reflexionó que “..en un mundo donde la comunicación aparentemente ha acortado las distancias, sin embargo, siguen relegados a los márgenes. Las distancias se han acortado, es verdad, pero las “aduanas” ideológicas se han multiplicado. Y entonces el desafío se convierte todavía hoy en ir precisamente ahí para hacer conocer la belleza y la riqueza de las diferencias, pero también las muchas distorsiones e injusticias de sociedades cada vez más interconectadas y, al mismo tiempo, marcadas por fuertes desigualdades”.
«Hoy, lamentablemente, vivimos en un contexto bélico, que podríamos denominar una ‘tercera guerra mundial’», por eso es necesario «revestir las relaciones internacionales de humanidad y de solidaridad, persiguiendo el bien común», escribe el Papa Francisco en un mensaje al director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en vista de la Jornada mundial de la alimentación que se celebra el 16 de octubre, fecha de fundación del organismo. Con esta edición se incluye en forma completa el texto del documento pontificio leído durante el evento celebrado en Roma con ocasión de la apertura de las celebraciones por el aniversario.
En un encuentro con un grupo de empresarios españoles, el Papa recuerda que sin la profecía la economía es ciega al tiempo que exhortó a crear puestos de trabajo para combatir la miseria. Francisco expresó en este mismo sentido: “Con los valores del trabajo y la pobreza, que implican la confianza completa en Dios y no en las cosas, se puede crear una economía que reconcilie entre sí todos los miembros de las diversas etapas de producción, sin que se desprecien mutuamente, sin que se creen mayores injusticias o se viva una fría indiferencia”.
“Por otro lado, esto no quiere decir que se ame la miseria, la cual, por el contrario, tiene que ser combatida, y para ello ustedes tienen los buenos instrumentos, como la posibilidad de crear empleos, y contribuir así a dignificar a sus prójimos. Pues por medio del trabajo, el Señor «levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre» (Sal 113,7). De manera que aquí tenemos un remedio para combatir la enfermedad de la miseria: el trabajo y el amor a los pobres. Sean creativos en la planificación del trabajo, sean creativos y eso les va a dar mucha más fuerza”, sostuvo.
