Llevaba 149 y seis tripulantes. Habían salido de la ciudad de Manaos con destino a Río de Janeiro. Era el vuelo 1907 de Gol y quedará en la historia de la aviación del Brasil como el que marcó la peor catástrofe aérea del país.
Con el fuselaje desperdigado en la selva del Mato Grosso y las víctimas aun no encontradas, la tragedia ocurrida ayer ingresó sin aviso previo al récord más trágico de la historia de las aeronaves.
El Boenig 737 chocó en pleno vuelo con un avión ejecutivo Legacy. La aeronave de Gol llevaba 149 pasajeros y seis tripulantes y, según el brigadier José Carlos Pereira, presidente de Infraero, la empresa estatal que administra los aeropuertos de Brasil, "es muy difícil que alguien haya sobrevivido al impacto" de la caída.
El piloto del Legacy en cambio logró aterrizar de emergencia en una base aérea cercana a la Sierra de Cachimbo, al sur del estado de Pará, donde de produjo el choque. El aparato, de fabricación brasileña, habría sido comprado recientemente por un cliente de Estados Unidos.
Hasta ahora el peor accidente aéreo de Brasil había sido l de un Boeing 727-200 de VASP, que se estrelló en junio de 1982 poco antes del aterrizaje en Fortaleza, capital del estado de Ceará, y que causó la muerte a sus 142 ocupantes.
En octubre de 1966, un Fokker 100 de TAM cayó en una zona residencial poco después de despegar del aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, y mató a 99 personas, dos de ellas en tierra.