MIAMI.- La tormenta tropical Hermine tocó tierra este lunes en el extremo noreste de México amenazando con fuertes olas, tornados y deslizamientos de tierra la región fronteriza con Estados Unidos, indicaron autoridades meteorológicas. Hermine tocó tierra cerca de las 20H30 (01H30 GMT) sobre la costa noreste de México, unos 65 km al sur de Brownsville, Texas, y 170 km al nor-noreste de La Pesca, México, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.
Hermine, la octava tormenta de la temporada de huracanes del Atlántico, traía vientos máximos de 100 km/h y avanzaba hacia el nor-noroeste a 22 km/h. El gobierno mexicano emitió un alerta para zonas desde Río San Fernando hacia la desembocadura de Río Grande, en la frontera con Estados Unidos.
La advertencia se extiende por el norte hasta Baffin Bay (Texas), según el NHC. Si bien los vientos no tenían la fuerza suficiente como para considerarla un huracán, el NHC había vaticinado un "fortalecimiento adicional" de la tormenta antes de tocara tierra, con advertencias para ambos lados de la frontera.
Los meteorólogos añadieron que el sistema arrojaría entre 100 y 200 milímetros de lluvias en el noreste de México y sur de Texas, aunque puede alcanzar 300 milímetros. "Estas cantidades de lluvias podrían causar inundaciones y deslizamientos de tierra, con riesgo de vida, especialmente en tierras elevadas del noreste de México", detalló el NHC.
Asimismo, advirtió que se podrían formar oleajes de hasta 1,2 metros. El seguimiento del itinerario de la tormenta indica que se desplazará hacia el centro de Texas el miércoles y jueves. Hermine se formó después del huracán Earl, que alcanzó la categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson, barriendo la costa este de Estados Unidos y Canadá con fuertes vientos y lluvias.
Earl se debilitó drásticamente luego de tocar tierra en Canadá el sábado volviendo a la categoría uno, aunque la firma Nova Scotia Power de distribución de electricidad señaló que 80.000 viviendas estaban sin energía el domingo.
La semana pasada, Earl azotó cientos de kilómetros la costa este de Estados Unidos, obligando a evacuar zonas de Carolina del Norte y afectando a millones de personas de vacaciones.
Fuente: AFP