Una orca tuvo a su cría en Puget Sound, frente a la costa noroeste de Washington, y la misma murió a los pocos minutos. Luego se pudo divisar a la madre acarrear el cuerpo del ballenato con su cabeza. El hecho ocurrió el 24 de julio y la historia comenzó a viralizarse este miércoles.
A principios de este año, un estudio reveló que las ballenas y los delfines celebran una especie de "vigilias" por sus muertos. Los animales se aferran a los cuerpos de sus crías durante días e intentan protegerlos de los depredadores.
El científico del Centro de Investigación de Ballenas de la isla de San Juan, Ken Balcomb, contó que nunca había visto a una ballena llorar por tanto tiempo: "El bebé era tan recién nacido que no tiene grasa. Sigue hundiéndose, y la madre lo levanta a la superficie", expresó en declaraciones a la CNN.
En ese marco agregó que la ballena y su manada "sabían que el ballenato estaba muerto". Y completó: "Creo que esto es un duelo o un rito ceremonial realizado por la madre. Ella no quería dejarlo, probablemente ha perdido otras dos crías desde hace ocho años".
Posibles causas del deceso. El especialista señaló que las orcas comen salmón, y dado que existen fuentes de energía hidroeléctrica que bloquean las rutas naturales de desove del salmón; sumado a la sobreexplotación del mismo, esto provoca que no se alimenten lo suficiente, y por tal motivo los embarazos no tengan éxito y las crías mueran poco después del nacimiento. "No hay suficiente comida, y eso se debe a razones ambientales", argumentó.
Por su parte la directora de ciencia e investigación de la organización sin fines de lucro Wild Orca, Deborah Giles, argumentó: "Este es un animal que es un ser sensible. Entiende los vínculos sociales que tiene con el resto de los miembros de su familia".