Bien podría haber sucedido en una película pero es parte de la vida real. Un empresario italiano de 67 años vivió un verdadero calvario tras viajar a Costa de Marfil como misionero, aunque en realidad reveló que había conocido a una joven en Internet, de la cual se había enamorado, y se fue al país africano para conocerla. Al llegar, lo secuestraron y lo mantuvieron incomunicado por más de tres días.
La víctima fue identificada como Claudio Formenton, originario de Fossò, en Véneto, y dedicado al procesamiento del mármol. Una historia de amor por redes sociales podría haber surgido tras entablar una conversación con Olivia Martens por Facebook, pero la realidad estuvo lejos de ello. Primero, la "supuesta" mujer le pidió dinero para solucionar problemas económicos y judiciales, a lo que él se negó. Después, lo invitó a su país para conocerlo personalmente y aceptó.
El hombre no lo dudó: armó las valijas, le informó a su familia que se iría a colaborar con los voluntarios de la comunidad misionera de Villaregia y tomó el avión. Al llegar al aeropuerto de Abiyán, Formentón fue recibido por un hombre tenía un cartel con su nombre y apellido, y pensó que se trataba de un servicio de remise contratado por su "amiga". Lejos de esa situación, el chofer lo secuestró.
El sujeto llevó a Claudio a un hotel de la ciudad de Bonoua, donde fue encerrado en una habitación en la que permaneció incomunicado durante tres días. Antes, el taxista que lo recogió lo había llevado a un bosque y aprisionado en una guarida.
El rescate de Formenton
La alerta por la desaparición del empresario surgió por la desesperación de sus familiares quienes denunciaron que habían pasado 72 horas desde la última vez que habían podido comunicarse con él. Finalmente, la policía marfileña allanó el hotel y detuvieron a uno de los delincuentes.
Tras el rescate, Formenton fue puesto bajo protección de la embajada Italiana. Como primera medida, le realizaron un chequeo médico general y un test de COVID-19. Luego, lo llevaron para que se encontrara con sus allegados.
El empresario se encontraba molesto pero afortunadamente no fue golpeado ni lesionado de ninguna manera por los secuestradores. Los investigadores estiman que Olivia Martens nunca existió, ya que el italiano la conoció a través del chat y por fotografías, y se tienen en cuenta más casos similares para corroborar si otras personas habrían sido engañadas de la misma manera.
FP/JFG