El presidente de Bolivia, Luis Arce, solicitó este lunes al Papa Francisco todos los archivos y expedientes sobre los abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos en Bolivia. El pedido se realizó tras investigaciones que abrió la fiscalía por varios casos de pederastia cometidos por figuras religiosas en el país latinoamericano.
Bolivia está conmocionada por las revelaciones de prensa que involucran al fallecido sacerdote español Alfonso Pedrajas, quien confesó en un diario privado que abusó de más de 80 menores en el país sudamericano, a donde llegó a principios de la década de 1970. El caso, destapado por el diario español El País, derivó en al menos ocho denuncias ante la fiscalía boliviana, aunque el número de víctimas podría subir. Los acusados son sacerdotes de la Compañía de Jesús, que involucran a Pedrajas y a los otros clérigos españoles Luis María Roma, Alejandro Mestre y Antonio Gausset, todos fallecidos.
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A raíz del descubrimiento, el mandatario boliviano envió una carta oficial al Papa Francisco para "acceder a todos los archivos, expedientes e información" referida a las denuncias. Se trata de la primera vez que un mandatario se dirige de manera directa al Sumo Pontífice solicitando la apertura de los archivos eclesiásticos para que la Justicia investigue los abusos sexuales y su encubrimiento por parte de la Iglesia. "Pido a usted que la justicia boliviana pueda acceder a todos los archivos, expedientes e información referente a estas denuncias y hechos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos católicos en territorio boliviano", manifestó Arce.
"Estos años de impunidad no pueden extenderse indefinidamente sin que la justicia establezca las responsabilidades y las víctimas cierren un capítulo atroz donde el único consuelo que tendrán es el derecho a la verdad, la justicia y el no encubrimiento de los hechos sucedidos", manifestó el presidente, quien aseguró estar "consternado e indignado" por la situación.
"Delitos deplorables y aberrantes que con absoluta impunidad fueron ocultos durante años, tiempo que transcurrió en aparente normalidad por el silencio cómplice de la estructura eclesial local, que encubrió los mismos con una inaceptable indiferencia e indolencia", sostiene Arce en la carta.
Además, el mandatario sostuvo que no se tratan de "errores o desviaciones de conducta", sino que "son delitos que dañan de por vida a niñas y niños, y que también dañan a la Iglesia". Por ese motivo, sostuvo que es necesario realizar "acciones concretas, para que haya justicia y que estos gravísimos delitos no vuelvan a cometerse, utilizando la fe y a la Iglesia en búsqueda de impunidad".
Y remarcó: "Como comprenderá el hermano Francisco, esta situación ha provocado en la población boliviana un profundo dolor, repudio y frustración; sentimiento a los que me adhiero, como primer mandatario de mi país".
Sumado al pedido de acceso a los documentos, el mandatario informó al Papa que su Gobierno está trabajando en "mecanismos de fortalecimiento de control y revisión de los antecedentes personales" para el ingreso de nuevos clérigos católicos extranjeros. "El Estado boliviano se reserva el derecho de admitir el ingreso de nuevos sacerdotes y religiosos extranjeros a territorio nacional que tengan estos antecedentes de abuso sexual contra menores", explicó al respecto. La medida futura se llevará a cabo con el objetivo de evitar que se produzcan nuevos delitos de este tipo.
Arce afirmó que dicho mecanismo se mantendrá vigente hasta que "se proceda con la revisión de los acuerdos y convenios vigentes, y se concluya la negociación del Acuerdo entre el Estado Plurinacional de Bolivia y la Santa Sede". El presidente precisó que este acuerdo deberá incluir "recaudos" que eviten nuevos casos de abusos y su encubrimiento.
La Conferencia Episcopal Boliviana confirmó por su parte la visita del sacerdote español Jordi Bertomeu para abordar el tema de los abusos sexuales en el país. Bartomeu es uno de los principales oficiales del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
Las denuncias de abusos cometidos por religiosos en Bolivia
El escándalo en torno a la Iglesia Católica comenzó a raíz de una publicación del diario El País. El 30 de abril, el medio español publicó el diario personal del clérigo jesuita Alfonso Pedrajas, más conocido como el padre Pica, muerto en 2009 en Bolivia de cáncer a los 66 años.
Un familiar entregó al periódico su diario escrito en una computadora portátil en el que dice haber hecho "daño a mucha gente (¿a 85?), a demasiados". Además, reconoció que fue protegido por clérigos superiores de la Compañía de Jesús.
Pedrajas se instaló en Bolivia en 1971 y realizó labores educativas en varios centros hasta meses antes de morir. La mayor cantidad de abusos los habría cometido en el Colegio Juan XXIII de la ciudad de Cochabamba, centro del país. Dicha institución era un internado que recibía a menores de escasos recursos económicos y de zonas rurales, además se vanaglorió de tener una formación educativa de gran nivel.
Hilarión Baldivieso, de la asociación de exalumnos de ese centro educativo, confirmó los abusos en conferencia de prensa. Asimismo, indicó que habían denunciado "el encubrimiento" de los jesuitas, a quienes acusaron de tener conocimiento de las actividades de Pedrajas.
Tras las repercusiones de las revelaciones de prensa, la Fiscalía de Bolivia recibió al menos ocho denuncias de presuntos abusos cometidos por religiosos. Al respecto, el fiscal general, Juan Lanchipa, precisó que las denuncias se presentaron en las ciudades de La Paz, Cochabamba, Tarija (sur) y Santa Cruz (este).
Algunas de las denuncias las interpuso la propia Compañía de Jesús. A pesar de esto, Lanchipa manifestó su preocupación por "la desidia que ha tenido esta organización católica de no haber denunciado estos hechos y, más bien, brindar una cobertura y protección de estos hechos aberrantes".
"No solo se abusó de alumnos, sino de jesuitas en formación": la denuncia de un exsacerdote
El exsacerdote jesuita Pedro Lima reveló a la AFP el viernes pasado que no solo se cometieron abusos sexuales contra menores, sino también contra jesuitas en formación. Según Lima, fue expulsado de la Compañía de Jesús en 2001 por denunciar los abusos dentro de la orden. Sin embargo, retornó hace poco a Bolivia desde Paraguay para sumarse a las denuncias por el caso Pedrajas.
El exclérigo afirmó que "entre las víctimas hay exjesuitas que han sido formados por esta persona". "En resumen: no solo abusó de alumnos, sino de jesuitas en formación", remarcó.
La asesora legal de la Conferencia Episcopal de Bolivia, Susana Inch, reconoció que desde 2019, cuando se abrió una comisión interna para investigar los casos, se recibieron 12 denuncias contra sacerdotes. En ese sentido, una investigación del diario boliviano Página Siete, afirmó la existencia hay más de 170 víctimas.
La última semana, el sacerdote Milton Murillo fue detenido acusado de presunta violación, mientras el cura Garvin Grech huyó a Argentina por denuncias similares.
La posición de la Iglesia
Pocos días después de las revelaciones sobre el diario de Pedrajas, la Conferencia Episcopal Boliviana expresó su pesar. "Como Iglesia condenamos estas acciones, nos solidarizamos con las víctimas que han sufrido hechos de abuso sexual, les pedimos perdón", indicaron en un comunicado.
Sumado a esto, la Compañía de Jesús también detalló que pondrá a disposición de la justicia todos los casos que son de su conocimiento. Por su parte, la Iglesia boliviana confirmó la visita del sacerdote español Jordi Bertomeu, enviado del Vaticano, para abordar el tema de los abusos sexuales en el país.
MB / ED