El Capitolio de Estados Unidos, localizado en Washington, estuvo sumido en el caos y la violencia durante la tarde del pasado miércoles, luego de decenas de seguidores de Donald Trump irrumpieron por la fuerza en el recinto.
Saltando barricadas, esquivando oficiales y destrozando ventanas, los manifestantes lograron ingresar al Congreso. En su interior, un evento ceremonial para consagrar el triunfo electoral de Joe Biden era llevado a cabo.
Minutos antes del desastre, el presidente saliente había llamado a revertir los resultados obtenidos durante el proceso electoral del pasado 3 de noviembre.
La sola ratificación de los comicios fue motivo suficiente para que comenzaran los disturbios al interior de la Cámara. Las fuerzas policiales intentaron contener el ingreso de los ciudadanos, a la vez que resguardaban a los legisladores que allí permanecían.
En medio de la confusión, una mujer murió después de recibir un disparo y otras personas resultaron heridas. Algunos congresistas fueron evacuados mientras que otros recibieron instrucciones de ponerse máscaras antigás y tirarse al suelo. La policía lanzaba gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Cuando la violencia se había vuelto incontenible, Trump ordenó a la Guardia Nacional que se dirija al Capitolio. También el FBI fue desplegado, así como el Servicio de Alguaciles nacional.
Acto seguido, las puertas del Senado fueron cerradas con llave y se les pidió a los senadores que se mantuvieran alejados del área. Minutos después, logró restablecerse el control del Capitolio.
Por su parte, la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, ordenó un toque de queda de 12 horas en la ciudad a partir de las 18 hora local. Las fuerzas especiales confirmaron que encontraron varios artefactos explosivos improvisados en los terrenos del Capitolio.
Se recuperaron además cinco armas y se realizaron alrededor de 13 arrestos. Ninguna de las personas era residente del distrito.
Horas después, El Senado de Estados Unidos reanudó su sesión de certificación de la victoria presidencial del demócrata. En la apertura de la sesión, Mike Pence lamentó un "día oscuro" y condenó la "violencia" registrada.
"Incluso después de la violencia y vandalismo sin precedentes en este Capitolio, los representantes electos del pueblo de Estados Unidos se reúnen nuevamente este mismo día para defender la Constitución", destacó.
JFG / DS