Agencias
Alexis Tsipras logró 86 mil millones de euros para enfrentar la crisis de Grecia, pero al costo de perder decenas de votos de su propio partido, Syriza, lo que muy probablemente lo obligará a llamar a elecciones anticipadas en un futuro no muy lejano.
Ayer, después de dos sesiones maratónicas de discusión y debate –en Atenas y en Bruselas– el Parlamento griego aprobó el drástico plan de austeridad y, horas después, el Eurogrupo aprobó el nuevo rescate a Grecia, el tercero.
La ley aprobada en Atenas detalla las medidas de ajuste y las reformas impuestas a cambio de la ayuda financiera: reforma de la Justicia, normas de los despidos colectivos, política de transportes, entre otros temas. Obtuvo 222 votos a favor, 64 en contra y 11 abstenciones. Fue aprobada gracias a los votos de la oposición ya que, nuevamente, Tsipras fracasó en el intento de obtener los votos de todos los parlamentarios de Syriza.
Al menos 47 diputados de Syriza sobre 149, incluidos el ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, la presidenta del Parlamento y otros dirigentes del partido, se negaron a apoyar el acuerdo de tres años pactado con los acreedores.
Es un revés interno para Tsipras quien afirmó que no había “alternativa” a ese acuerdo que permite “la supervivencia del país y seguir luchando”.
El voto estaba previsto para la noche del jueves, pero tuvo lugar a las siete de la mañana de ayer, tras casi 24 horas de debate sin interrupción en comisión y en sesión plenaria.
Varias horas después, en Bruselas, los ministros de Finanzas de la zona euro alcanzaron el acuerdo sobre un rescate de hasta 86 mil millones de euros, cuyo primer tramo ascenderá a 26 mil millones de euros, y estará dividido a su vez en varios subtramos, empezando por un pago “inmediato” de diez mil millones puestos en una cuenta distinta para la recapitalización de los bancos griegos.
El segundo “subtramo”, de 16 mil millones de euros, empezará por un pago de 13 mil millones de aquí al 20 de agosto, e irá seguido por otros en función de la aplicación de las reformas, precisó el Eurogrupo en un comunicado.
Precipicio. “Los seis últimos meses fueron difíciles. Pusieron a prueba la paciencia de los políticos que deciden y todavía más la de nuestros ciudadanos. Juntos hemos estado al borde del precipicio”, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
“Pero hoy me complace anunciar que todas las partes respetaron sus compromisos” y “el mensaje de este Eurogrupo está claro: sobre esta base, Grecia es y seguirá siendo de manera irreversible un miembro de la zona euro”, agregó.
El nuevo paquete incluye detallados controles de parte de los acreedores, que llegan al punto de supervisar el precio del pan y la leche.
Los tres líderes de la resistencia
Tres viejos colaboradores cercanos a Alexis Tsipras protagonizan la revuelta interna de la mayoría parlamentaria y seguramente tengan un papel relevante en el vuelco político que previsiblemente se producirá, ya sea un voto de confianza a finales de agosto o incluso unas legislativas anticipadas.
Se trata de Panagiotis Lafazanis, ex ministro de Energía, quien llamó a crear un movimiento “anti-austeridad”; Zoe Konstantopolou, la presidenta del Parlamento, acusó a Tsipras de “arrojar sus camaradas a los perros” y dijo que el acuerdo de rescate era “un crimen contra la humanidad”, y Yanis Varoufakis, ex ministro de Hacienda, quien expresó su decepción porque Tsipras no fue más firme ante los acreedores y ofreció dejar su banca lograda por Syriza, pues no integra el partido.