Los restos del ex presidente peruano Alan García, quien se quitó la vida este miércoles 17 de abril en Lima, eran velados esta madrugada en el histórico local del APRA, conocido como "Casa del Pueblo", en un homenaje que se extenderá hasta el viernes 19 de abril. El gobierno peruano decretó tres días de duelo nacional del 17 al 19 de abril, pero la respuesta de la familia del ex mandatario fue rechazar todo tipo de honores oficiales, de manera que García no tendrá el funeral de Estado que le hubiera correspondido como expresidente.
"La familia ha tomado una decisión y la debemos respetar", señaló el congresista Jorge del Castillo, al dar cuenta de la posición de la familia del ex mandatario, que le cuestiona al gobierno del presidente Martín Vizcarra su "pasiva actitud" en las actuaciones judiciales que llevaron a García a tomar la drástica decisión de quitarse la vida.
"¡Alan no ha muerto, sigue con su pueblo!", "¡El APRA nunca muere!", coreaban centenares de militantes mientras se abrazaban y lloraban a la llegada del féretro con los restos de García, poco antes de la medianoche. La acongojada multitud reunía unas cuadras de cola en las afueras de la sede aprista, también etonando cánticos de fervor partidario en favor del ex mandatario.
En su recorrido de unos 10 kilómetros desde el Hospital de Emergencias Casimiro Ulloa, miles de limeños se apostaron en las avenidas por las que pasó la caravana que llevaba los restos de García hacia la sede partidaria. Con gritos y aplausos saludaban a la caravana fúnebre, que lentamente fue recorriendo el trayecto hasta el lugar del velatorio, según señaló la agencia AFP.
El presidente Vizcarra había dicho más temprano a través de su cuenta de Twitter que estaba "consternado por el fallecimiento" de García, y en el mismo sentido se expresó Keiko Fujimori, la líder opositora: "Con mucha tristeza recibo la noticia de la trágica partida del expresidente Alan García Pérez". La hija del ex presidente Alberto Fujimori también se encuentra detenida también también por el caso Odebrecht.
El exmandatario Ollanta Humala, igualmente involucrado en el escándalo de Odebrecht y que, junto a su esposa Nadine Heredia, estuvo nueve meses en prisión preventiva, también lamentó la muerte. "Respetemos el dolor de sus seres queridos", escribió.
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Todo ocurrió este miércoles, hacia las 06H30 locales (11H30 GMT), cuando la policía acudió a la vivienda de García en el limeño distrito de Miraflores. Los agentes anunciaron al expresidente (1985-1990 y 2006-2011) una orden de detención preliminar por la presunta comisión del delito de lavado de activos en un caso vinculado al escándalo LavaJato/Odebrecht que investiga una fiscalía especializada.
El ministro del Interior, Carlos Morán, detalló lo ocurrido cuando la policía judicial entró a detenerlo. "Ingresó a su habitación y cerró la puerta. A los pocos minutos se escuchó el disparo de un arma de fuego y (la policía) lo encontró sentado con una herida en la cabeza", refirió el ministro en una conferencia de prensa.
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"Antes de emitirse la orden de detención, García había declarado el martes que no se asilaría ni escondería, en tácita alusión al frustrado asilo que pidió a Uruguay en diciembre ante una inminente detención -y que Montevideo rechazó. Tampoco podía salir del país por una orden judicial. Ahora se había ordenado detener a García para recoger nuevos elementos en la investigación ante un eventual riesgo de fuga, según la fiscalía. García estaba bajo la lupa de la justicia por supuestos sobornos pagados por Odebrecht para obtener un contrato de construcción para el metro de Lima durante su segundo mandato.".
Por el escándalo de Odebrecht en Perú también están investigados los exmandatarios Alejandro Toledo (2001-2006), Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), éste último bajo detención preliminar. "El presidente García tomó una decisión de dignidad y de honor. Un acto de honor frente a una persecución fascista", señaló Mauricio Mulder, congresista del socialdemócrata APRA, el partido más antiguo de Perú, al que pertenecía el fallecido dirigente.
AFP/H.B.
