La exlegisladora provincial, Arabela Carreras, se refirió a la competencia con el exgobernador Alberto Weretilneck. "Acordamos no confrontar si él tenía voluntad de volver", resaltó. Por otra parte, contó sus sensaciones, desde una postura religiosa, al respecto de la actitud del Dalai Lama con un menor, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Por qué decidiste que no vas a ir por la reelección?
Por cuestiones que la política habitualmente no las tiene en consideración. La primera fue que quise cumplir con mi palabra: cuando fui candidata, porque Alberto Weretilneck no podía serlo en ese momento, acordamos no confrontar si él tenía voluntad de volver. Tenemos que empezar a mostrar que la política tiene códigos y palabra.
Por otro parte, una confrontación de dos líderes, sería muy destructiva para la sociedad. Queríamos distribuir los roles, él poniéndose en frente de una campaña y yo decidí preservar la integridad del gobierno no presentándome a la reelección.
Necesitábamos que el funcionamiento del Estado se mantenga en condiciones. Esto dio resultados, ya que, vemos una adhesión por parte del electorado que reconocen este cuidado que tuvimos.
Apuntando a reflexionar acerca de esta actitud que, como bien remarcás, no se suele ver en la política, ¿más allá de mantener la palabra, a qué atribuís esta decisión?
Tenemos que refundar la propuesta a la ciudadanía en nuestro país. Pero, amén de la convicción de cada uno, están las pruebas científicas de que este camino nos lleva al perjuicio general. El problema es que decimos que vamos a hacer una política diferente pero estamos priorizando cuestiones e intereses personales, sin ocuparnos de un proyecto.
Las decisiones deberían ser otras, porque entre lo que se dice y se hace hay una gran distancia.
El budismo como inspiración
Sos la primera gobernadora budista del país, ¿cuánto de esa inspiración religiosa tiene que ver con esta actitud nada egoísta de tu parte?
Todos los elementos que conforman la formación de una persona tienen que ver con sus decisiones. Pero estoy convencida que hay que proponer de distintas maneras. Algunos deciden con un estilo más violento y otros lo hacemos desde un lugar más propositivo.
El hecho de priorizar los intereses del conjunto por sobre los individuales, mejora la calidad de respuesta que podemos dar a la sociedad. En esta línea estamos trabajando.
Después la formación de las convicciones religiosas también incide, seguramente.
¿Qué visión tenés respecto al episodio del Dalai Lama queriendo que un niño le muerda la lengua?
Es una imagen que genera un rechazo absoluto. Más allá de quién sea la figura, estas actitudes, vinculadas a la pedofilia, son un delito.
El budismo tiene muchas tradiciones y, particularmente, no estoy en una que siga al Dalai Lama, no pertenezco a ese tipo de liderazgo. Pero lo repudio absolutamente, más allá de cualquier religión o persona.
AO JL
